Abstencionismo en Euskadi

Dec¨ªa Azaola, hablando de la abstenci¨®n: ?Ese arma de dos filos puede volverse ma?ana contra ¨¦l.? Lo malo es que el da?o lo vamos a sufrir todos los vascos y no un partido determinado.El 5 de noviembre de 1933 se plebiscit¨® el Estatuto vasco. En Guip¨²zcoa y Vizcaya, provincias con una importante -aunque minoritaria- incidencia de partidos de izquierda v de inmigrantes, se super¨® ampliamente la elevada cota impuesta por la Constituci¨®n, el 67% del censo electoral- con un 89 y un 88% del censo: en tanto que en ?lava, feudo de Oriol v de poblaci¨®n casi totalmente aut¨®ctona, los s¨ªes fueron s¨®lo el 46,4% de dicho censo.

De todos modos, la votaci¨®n afirmativa global era constitucionalmente suficiente; pero, seg¨²n Oriol, ?lava deb¨ªa retirarse del Estatuto por no haber alcanzado el 50% del censo.

Jos¨¦ Antonio de Aguirre, en su Entre la libertad y la revoluci¨®n, nos cuenta c¨®mo rebati¨® en las Cortes la tesis de Oriol.

?Alava ha manifestado su voluntad. La Constituci¨®n no exige ninguna otra prueba: eso no ha podido demostrarse aqu¨ª. Votaron 26.000 en favor y 6.000 en contra. Se?ores diputados, si hubiera sucedido a la inversa, ciertamente, un remordimiento de conciencia nos har¨ªa volver en nuestro camino, pero votaron 26.000 a favor y 6.000 en contra. ?Qui¨¦n manifest¨® su voluntad contraria? El se?or Oriol. De todas maneras, 26.000 fueron los votos a favor y 6.000 los emitidos en contra.?

Abstenerse, en aquellas elecciones, era absolutamente igual que votar no, pero, para nuestro lendakari la abstenci¨®n era una postura tan inconsistente que ni la tuvo en cuenta en su intervencion en las Cortes. Y va se sabe que ?no hay mayor desprecio que no hacer aprecio?.