La extrema derecha se manifest¨® contra el terrorismo y contra la Constituci¨®n
Varias decenas de miles de personas se manifestaron anoche contra el terrorismo, contra la Constituci¨®n y contra el Gobierno, convocadas por Fuerza Nueva, Falange Espa?ola de las JONS y el tradicionalismo que dirige Sixto de Borb¨®n. Este ¨²ltimo, junto con Blas Pi?ar, Raimundo Fern¨¢ndez-Cuesta, Juan Garcia Carr¨¦s, el marqu¨¦s de la Florida -presidente de la Hermandad de Alf¨¦reces Provisionales- y otras personas, eran las principales figuras pol¨ªticas de la manifestaci¨®n, en la que no se registraron incidentes.
La aparici¨®n de Blas Pi?ar y otros dirigentes en el balc¨®n de la sede de Fuerza Nueva, media hora antes del comienzo de la manifestaci¨®n, fue saludada con inmensas ovaciones y gritos contra el Gobierno, contra ETA y contra el terrorismo, as¨ª como invocaciones a Franco y a Blas Pi?ar. Los asistentes portaban, en su mayor parte, banderas nacionales, y muchos de ellos iban uniformados de azul y con botas de corte militar.A las ocho y media se puso en marcha la manifestaci¨®n, que descendi¨® por la calle de N¨²?ez de Balboa hasta la de Alcal¨¢. Abr¨ªan la marcha veinte filas de muchachas, cada una de las cuales portaba una esquela en recuerdo de cada uno de los muertos en atentados terroristas -entre ellos el ordenanza de EL PAIS- durante los tres ¨²ltimos a?os. La ¨²ltima pancarta no conten¨ªa nombre alguno, sino un signo de interrogaci¨®n y la leyenda: ??Qui¨¦n ser¨¢ el pr¨®ximo??
A continuaci¨®n desfilaban dos filas de j¨®venes, que portaban guiones de Fuerza Nueva, y,tras ellos la pancarta que abr¨ªa la manifestaci¨®n, con el texto siguiente: ?Contra el terrorismo y sus c¨®mplices?. A unos veinte metros de distancia marchaba una fila de personalidades, presidida por, Blas Pi?ar y Sixto de Borb¨®n, seguida de la columna de manifestantes, organizados en bloques que imitaban formaciones militares, cada uno de ellos con su abanderado, una fila de mandos o personas destacadas y el resto de los miembros de cada bloque. Entre cada una de estas agrupaciones -ocho en total- se guardaba una distancia de quince a veinte metros. Un doble cord¨®n de servicio de orden completaba el sistema organizativo.
Junto al canto del Cara al Sol, brazo en alto, que se repiti¨® innumerables veces, los manifestantes gritaron insistentemente esl¨®ganes como Su¨¢rez, traidor, cantaste el Cara al Sol; Asesinan militares y sueltan criminales; ETA, asesina; Vota no, si eres espa?ol; Espa?a, entera, una sola bandera, y Espa?a, unida, jam¨¢s ser¨¢ vencida. El sector de Falange Espa?ola produjo tambi¨¦n gritos como Espa?a, ma?ana, ser¨¢ joseantoniana.
La manifestaci¨®n discurri¨® lenta y ordenadamente a lo largo de las calles de N¨²?ez de Balboa y Alcal¨¢, para terminar en la plaza de Manuel Becerra. En esta ¨²ltima, Blas Pi?ar, subido a un jeep, pronunci¨® un discurso en el que afirm¨®, entre el delirio de sus oyentes, que ?ni el Estado, ni su ejecutor, el Gobierno, combaten el terrorismo ni defienden a Espa?a ni a los espa?oles?. Dijo tambi¨¦n que ?la vida, la libertad y la propiedad est¨¢n en peligro y a merced de los incendios, la dinamita y la goma-2? yque ?una C¨¢mara de Diputados puesta en pie ha servido para legalizar el asesinato?.
?Mientras se organizan funerales solemnes de los terroristas en la v¨ªa p¨²blica, se hacen entierros clandestinos y vergonzantes de las fuerzas de orden p¨²blico ... ? -una voz grit¨® en ese momento: ?El pr¨®ximo entierro, el de Su¨¢rez!?-. ?El pueblo debe ponerse en pie. Hay que luchar contra el terrorismo. Caen obreros, industriales, periodistas, polic¨ªas, militares, ?qui¨¦nes ser¨¢n los pr¨®ximos? Se ha construido un reguero de sangre que tiene que servir para acabar con la cobard¨ªa y para que digamos sin miedo, como ha dicho el almirante Gamboa, que nuestra paciencia tiene un l¨ªmite, que esto tiene que acabar. Basta de proceso de Constituci¨®n, que es una Constituci¨®n nula y aberrante, que va a estabilizar el terrorismo; basta de muertos, de paro, de crisis econ¨®mica, de hambre; ?votar no al folleto de la Constituci¨®n!?.
Finaliz¨® con un ??no al caos!?, y mientras los manifestantes gritaban Gobierno dimisi¨®n, el se?or Pi?ar pronunci¨® los gritos de ritual y cant¨® el Cara al Sol y el Oriamendi.
Las cifras de asistentes
El c¨¢lculo de asistentes a este tipo de actos resulta siempre dif¨ªcil. Respecto a la manifestaci¨®n de anoche, la Polic¨ªa Municipal ha facilitado la cifra de 300.000 personas a la agencia Efe, y de 250.000 a la agencia Europa Press; fuentes del Ayuntamiento facilitaban a EL PAIS las de 200.000, y fuentes del Ministerio del Interior se inclinaban de forma no oficial a pensar que hab¨ªan participado unas 50.000.EL PAIS ha realizado su propio c¨¢lculo, en base a una operaci¨®n aritm¨¦tica efectuada a partir del espacio que ocupaba la manifestaci¨®n a las nueve y cuarto de la noche, es decir tres cuartos de hora despu¨¦s de comenzada. A esa hora, la cabeza de la manifestaci¨®n se encontraba en la esquina de las calles Alcal¨¢ y Goya, mientras los ¨²ltimos manifestantes se encontraban en la confluencia con Goya; esto nos proporciona el dato de que se encontraban ocupados unos 2.500 metros cuadrados de la calle de N¨²?ez de Balboa y alrededor de 12.000 metros cuadrados de la calle de Alcal¨¢, en ambos casos referidos a sus calzadas.
En el supuesto de que cada metro cuadrado hubiera estado ocupado por cuatro personas, y dando por bueno que tambi¨¦n hubiera manifestantes en otros espacios no citados en el c¨¢lculo anterior -tales como grupos que se incorporaron tard¨ªamente- se obtendr¨ªa una cifra m¨¢xima de 60.000 manifestantes. A este dato hay que a?adir unas 10.000 ¨® 12.000 personas que, sin participar activamente en la marcha, contemplaron el paso de la misma desde balcones y aceras, en general en actitud pasiva, aunque en ciertos casos contestaban a los gritos de los manifestantes.
Hay que tener en cuenta tambi¨¦n que, as¨ª como las cuatro primeras agrupaciones de manifestantes desfilaron ordenadamente y de forma bastante pr¨®xima unos a otros, las filas restantes estaban muy clareadas y en ning¨²n caso podr¨ªa considerarse posible que el ¨²ltimo tercio de la marcha tuviera una concentraci¨®n de cuatro personas por metro cuadrado.
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