Los socialistas italianos amenazan con retirarse de la mayor¨ªa

Hoy tienen lugar las elecciones regionales en la regi¨®n de Trento y Alto Adigio. Aunque se trata de una zona m¨¢s bien at¨ªpica, donde las listas locales tienen gran fuerza y donde, como en Trento, la Democracia Cristiana (DC) tuvo siempre la mayor¨ªa absoluta, estas elecciones se consideran un test importante en el momento pol¨ªtico que est¨¢ viviendo Italia. Durante la campa?a electoral, el l¨ªder socialista Bettino Craxi amenaz¨® con abandonar la mayor¨ªa.En la campa?a electoral participaron los principales l¨ªderes pol¨ªticos, c¨®mo Benigno Zaccagnini, secretario general de la DC; Enrico Berlinguer, secretario general del Partido Comunista italiano (PCI), y Bettino Craxi, secretario general del Partido Socialista (PSI). La mayor sorpresa fue la amenaza del secretario general del PSI de ?salirse de la mayor¨ªa si no cambia inmediatamente su l¨ªnea?. La amenaza de Craxi sorprendi¨® m¨¢s porque en este ¨²ltimo per¨ªodo los socialistas hab¨ªan sido los m¨¢s moderados en los ataques al Gobierno, por temor a provocar una crisis.

Los observadores han interpretado este ataque de Craxi como un s¨ªntoma de que el Gobierno que preside Giulio Andreotti est¨¢ irremediablemente condenado a muerte. En este caso, los socialistas no quieren quedarse atr¨¢s, y aun a costa de jugarse las elecciones europeas si hubiese que convocar elecciones generales anticipadas, no quieren quedarse fuera del juego y dejar a los comunistas el m¨¦rito de haber hecho caer el Gobierno.

Craxi fue muy duro contra la DC, pero tambi¨¦n contra Berlinguer, a quien acus¨® de olvidarse que el secretario del PSI tiene ?un nombre y un apellido, y no se llama un cierto compa?ero socialista?, como lo hab¨ªa definido el secretario del PCI.

Al ataque de Craxi respondi¨® Zaceagnin¨ª recordando que no se puede tocar la actual forma de Gobierno ?sin el consenso del electorado?, y que la colaboraci¨®n con el PCI debe mantenerse en el ¨¢mbito del Parlamento, como hab¨ªa deseado Aldo Moro, y no m¨¢s all¨¢. Pero Zaccagnini dijo tambi¨¦n que la colaboraci¨®n con los comunistas ser¨¢ indispensable para ?vencer la situaci¨®n de emergencia?, sobre todo en el campo econ¨®mico, y que la ¨²nica ?alternativa a esta situaci¨®n es una pol¨ªtica autoritaria?.

El PCI, con el Gobierno

Pero, al mismo tiempo, los comunistas cada d¨ªa aparecen m¨¢s inclinados a la oposici¨®n que al apoyo al Gobierno. El ¨²ltimo gesto con sabor de oposici¨®n fue una nota de la secretar¨ªa del partido en la cual se hace p¨²blico que el PCI ?no tomar¨¢ parte en los encuentros entre los partidos de la mayor¨ªa para los nombramientos en los bancos, en los entes e instituciones p¨²blicas? y han amenazado con proponer un debate parlamentario sobre toda la pol¨ªtica industrial del Gobierno,En este clima de tensi¨®n, parece una quijotada la iniciativa creada ayer por uno de los dirigentes m¨¢s escuchados de la Nueva Izquierda parlamentaria, Lucio Magri, y del prestigioso economista Claudio Napoleni, de abrir un centro de estudio para buscar una soluci¨®n a la crisis de la izquierda italiana. Se trata, seg¨²n Magri, de crear un programa com¨²n de toda la izquierda, posiblemente con la invenci¨®n de un ?tercer camino? hacia el socialismo. Estos l¨ªderes de la Nueva Izquierda pusieron en guardia contra el peligro de que la DC debilite al PCI y de que el PSI se convierta a una pol¨ªtica liberal-burguesa, s¨®lo por diferenciarse del PCI y ganar nuevos votos.