El gas en el Plan Energ¨¦tico Nacional
El PEN se refiere al gas natural en diversas ocasiones enjuici¨¢ndolo en todas ellas de forma positiva. Se?alo las afirmaciones m¨¢s importantes a?adiendo los comentarios que las mismas me sugieren.?Debe potenciarse la introducci¨®n del gas natural, por ser un combustible de menor coste en divisas, que el petr¨®leo y mucho menos contaminante.? (Conclusi¨®n 14).
Adem¨¢s de estas razones creo existen otras que abonan la idea de potenciar la introducci¨®n del gas natural por encima de la cota fijada en el proyecto del PEN:
- Rendimiento. Utilizaci¨®n racional y conservaci¨®n de la energ¨ªa.
El gas natural es una energ¨ªa primaria que se consume sin ning¨²n proceso de transformaci¨®n y con un nivel de p¨¦rdidas m¨ªnimo en su transporte y distribuci¨®n, lo que le confiere rendimientos en energ¨ªa primaria en aplicaciones t¨¦rmicas del orden de tres veces superior a los de la electricidad, superando tambi¨¦n a los combustibles l¨ªquidos.
Creo que este hecho justifica aumentar la participaci¨®n del gas natural en el balance de energ¨ªa primaria mediante su aplicaci¨®n a la satisfacci¨®n de la demanda de energ¨ªa para usos t¨¦rmicos, en especial la parte de la misma que va a ser cubierta, seg¨²n se deduce del PEN mediante energ¨ªa el¨¦ctrica.
La gran facilidad de uso y regulaci¨®n de los gases permite altos rendimientos energ¨¦ticos que se mantienen a lo largo del tiempo por ser combustibles limpios de azufre y otras impurezas.
Las plantas de energ¨ªa total accionadas a gas para gran industria consiguen rendimientos muy altos, mejorando los de las grandes centrales de producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica. Del orden del 5 % al 20 % del total de energ¨ªa el¨¦ctrica consumida se produce en Europa mediante plantas de este tipo u otras instalaciones autoproductoras.
- Diversificaci¨®n y seguridad de suministro.
Al no ser el gas natural un ?material estrat¨¦gico?, es mayor su seguridad de suministro.
?Es de particular importancia el proyecto de construcci¨®n de un gasoducto submarino entre Argelia, Espa?a y Francia, y la posibilidad de interconexi¨®n de la red espa?ola con las europeas.? (Conclusi¨®n 14)
?La actual estructura de energ¨ªas primarias est¨¢ distorsionada en relaci¨®n con los pa¨ªses europeos, ya que el gas natural participa, en 1976, con un 2 %, frente a un 16,4 % de media en los pa¨ªses de la CEE.? (Cap¨ªtulo 2).
?Hasta fecha muy reciente no se ha iniciado en nuestro pa¨ªs el establecimiento de una red de transporte por tuber¨ªa a nivel nacional.? (Cap¨ªtulo 2).
El retraso en la construcci¨®n de la red de transporte a nivel nacional que actualmente tenemos en relaci¨®n con los pa¨ªses de la CEE puede y debe ser recuperado. Ello es factible, como lo prueba la experiencia de Catalu?a, que en un per¨ªodo de diez a?os ha construido su infraestructura de transporte y distribuci¨®n de gas natural, lo que le ha llevado a un balance energ¨¦tico similar al de los pa¨ªses de la CEE, como se aprecia en el cuadro n¨²mero 1.
En el aspecto ecol¨®gico, el transporte de energ¨ªa-gas por canalizaci¨®n es igualmente favorable, tanto en relaci¨®n al transporte por cisternas de combustibles l¨ªquidos como a las redes de alta tensi¨®n, pues una vez enterradas las redes de conducci¨®n de gas no alteran el paisaje y puede continuar el uso agr¨ªcola del terreno en el que se encuentran.
? El gas natural deber¨¢ utilizarse en centrales t¨¦rmicas por motivos de medio ambiente o pata regular el sistema de producci¨®n y transporte de gas.? (Apdo. 4.2.).
La utilizaci¨®n del gas natural para producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica no es uno de sus usos preferenciales, pero creo que las caracter¨ªsticas de limpieza y ausencia de contaminaci¨®n justifican su uso en las centrales t¨¦rmicas situadas en ¨¢reas contaminadas.
?El consumo de gas natural debe pasar de 1,9. 10^6 tec, en, 1976, a 7,7.10^6 tec, en 1978, o sea, de un 2% del total de energ¨ªa primaria, al 5,3 %.? (Cuadros 3 y 13).
Como se aprecia en el cuadro n¨²mero 3, la contribuci¨®n del gas natural al balance de energ¨ªa primaria en la CEE es muy superior a su valor en Espa?a, tanto en la actualidad como en la previsi¨®n para los a?os 1985-87.
No creo que la estructura de nuestra demanda de energ¨ªa para uso final sea muy diferente a la de la CEE, y lo ser¨¢ menos todav¨ªa despu¨¦s de nuestra integraci¨®n, por ello pienso que la aportaci¨®n del gas natural al,balance de nuestro pa¨ªs debe incrementarse por encima de los valores previstos en el PEN, acerc¨¢ndose a los valoris que representa normalmente en la CEE, lo que, adem¨¢s, debido a su elevado rendimiento en uso final, producir¨¢ un ahorro sobre el total de energ¨ªa primaria a consumir.
?El gas natural tiene que sustituir a los GLP, gas manufacturado, naftas y fuel-oil en ¨¢reas contaminadas.? (Apdo. 4.4. Consideraciones).
La sustituci¨®n del fuel-oil y naftas por gas natural reduce la contaminaci¨®n y mejora la calidad de los productos obtenidos,
?Las tarifas de gas natural deber¨¢n mantener las necesarias interrelaciones con las energ¨ªas con las que han de competir, de forma que se facilite la introducci¨®n de este combustible.? (Apdo. 5. 1. Precios interiores. L¨ªneas de actuaci¨®n).
Estoy de acuerdo con est¨¢ afirmaci¨®n y considero fundamental que se lleve a la pr¨¢ctica, a fin de que puedan cumplirse las previsiones del PEN.
?Las ventajas econ¨®micas y ambientales del gas natural, junto con el importante dimensionamiento de la red de gasoductos, aconseja que se estudie por Enag¨¢s la posibilidad de obtenci¨®n de nuevos suministros. Con ello se diversificar¨ªan los mismos.? (83. Acciones a tomar-b).
Creo que adem¨¢s de la diversificaci¨®n, la obtenci¨®n de nuevos suministros de gas natural permitir¨ªa la satisfacci¨®n de la demanda que es, a mi juicio, superior a la oferta prevista en el PEN, si se tienen en cuenta los usos del gas natural como materiaprima y las ventajosas condiciones de su utilizaci¨®n en usos t¨¦rmicos en relaci¨®n con otras energ¨ªas.
?En los planes de exploraci¨®n de hidrocarburos debe otorgarse particular inter¨¦s, sobre todo por parte de las empresas del sector p¨²blico, al gas natural, del que existen posibilidades potenciales en nuestro territorio y que no han sido estudiadas en profundidad.? (8.3. Acciones a tomar-b).
El aprovechamiento de los yacimientos de gas natural que se vayan descubriendo en territorio nacional requiere la existencia de una infraestructura de transporte y distribuci¨®n, cuyo nivel de inversi¨®n por unidad de energ¨ªa disponible para consumo final es muy inferior al de otras energ¨ªas, sin tener que recurrir a materiales y tecnolog¨ªas de importaci¨®n.
El gas en el contexto energ¨¦tico nacional e internacional
El cuadro n¨²mero 2 permite la comparaci¨®n entre las estructuras gasistas de Espa?a y de varios pa¨ªses de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE).
En el mismo puede apreciarse que la estructura bspa?ola es pr¨¢cticamente inversa a la normal en los pa¨ªses europeos, en los cuales la mayor parte de energ¨ªa gas la constituye el suministro de gas natural y manufacturado por canalizaci¨®n, mientras que en Espa?a la constituyen los gases licuados del petr¨®leo (GLP, butano y propano).
Los datos del cuadro relativos a n¨²mero de abonados dom¨¦sticos, consumo medio y porcentaje de viviendas con gas canalizado resaltan m¨¢s nuestra diferencia con respecto al resto de Europa,
La importancia del sector gas en la satisfacci¨®n de la demanda total de energ¨ªa para consumo final, en Espa?a y pa¨ªses de la CEE, se refleja en el cuadro n¨²mero 3.
El mismo evidencia que el porcentaje de participaci¨®n de la energ¨ªa gas en la cobertura de la demanda de energ¨ªa para consumo final, supera en mucho al valor de la energ¨ªa el¨¦ctrica en los pa¨ªses de la CEE, mientras en Espa?a, siendo importante, alcanza s¨®lo algo m¨¢s que la mitad del consumo de electricidad.
En cuanto a la estructura de energ¨ªas primarias (actual y prevista), el cuadro n¨²mero 4 ilustra las diferencias entre Espa?a y la CEE.
Comentarios finales
- La comparaci¨®n de las estructuras energ¨¦ticas para consumo final de Espa?a y la CEE se ofrece en el cuadro n¨²mero 5.
En ¨¦l se aprecia que la participaci¨®n de la energ¨ªa el¨¦ctrica y petr¨®leo prevista en Espa?a es superior a la prevista en la CEE, mientras que para el gas natural la relaci¨®n se invierte.
Desconozco si esta mayor participaci¨®n corresponde a una estructura de la demanda espa?ola de energ¨ªa final diferente a la europea, toda vez que el PEN no entra en detalles, simplificando la demanda total en no el¨¦ctrica y el¨¦ctrica, sin desglosar por sectores y usos las previsiones de energ¨ªa final a consumir.
- Es necesario que el PEN defina con mayor detalle las perspectivas y el papel del gas natural como fuente de energ¨ªa primaria e incluya, al igual que para otras de las fuentes energ¨¦ticas que el plan contempla, un an¨¢lisis sectorial m¨¢s extenso.
- Nuestra situaci¨®n geogr¨¢fica de puente entre ?frica y el resto de Europa, y las caracter¨ªsticas de nuestra geolog¨ªa hacen pensar en la posibilidad de notables disponibilid¨¢des de gas natural en un futuro no lejano. Pero las perspectivas de suministro de energ¨ªa-gas y de rentabilizaci¨®n, por tanto, de la infraestructura gasista, no quedan limitadas a la existencia de gas natural; las altas cualidades de los combustibles gaseosos configuran un futuro en el que el aporte del carb¨®n al balance energ¨¦tico global se traducir¨¢ en su transformaci¨®n a gas natural sint¨¦tico (GNS). Asimismo, se perfila como nueva fuente de energ¨ªa-gas el hidr¨®geno.
- Por todo lo expuesto, creo necesario,que al estudiar y discutir la propuesta,del Plan Energ¨¦tico Nacional se consideren la conveniencia y posibilidades de incrementar el aporte del gas natural al balance, energ¨¦tico nacional en el per¨ªodo que el PEN contempla.
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