Las v¨ªctimas de la masacre de Guyana pueden ascender a ochocientas
La masacre de los miembros de la secta religiosa norteamericana El Templo del Pueblo, en su comuna agr¨ªcola de Guyana, adquiri¨® ayer proporciones m¨¢s dram¨¢ticas si cabe cuando al proceder al levantamiento de los cad¨¢veres se comprob¨® que el n¨²mero total de v¨ªctimas asciende pr¨¢cticamente al doble del facilitado tras un primer recuento.Seg¨²n datos hechos p¨²blicos anoche en Washington por el Departamento de Estado, se han encontrado ya 775 cad¨¢veres y no se descarta que puedan hallarse algunos m¨¢s en las pr¨®ximas horas. El primer recuento oficial de la masacre dio la cifra de 409 v¨ªctimas.
Con el macabro hallazgo se puso fin a los diversos rumores que circularon en los ¨²ltimos d¨ªas sobre la posible suerte corrida por los que se cre¨ªa eran cuatrocientos supervivientes.
Pasa a p¨¢gina 23
La cifra de v¨ªctimas de la masacre de Guyana puede ascender a ochocientas
(Viene de primera p¨¢gina)
Las autoridades encontraron en el poblado de Jonestown ochocientos pasaportes norteamericanos, y puesto que la cifra oficial de muertos era, aproximadamente, la mitad, se pens¨® que otras cuatrocientas personas podr¨ªan estar escondidas en la jungla.
Sin embargo, al proceder al levantamiento de los cad¨¢veres, para trasladarlos a Estados Unidos, se comprob¨® que hab¨ªa muchos cuerpos ocultos por otros, especialmente de ni?os. Adem¨¢s, un helic¨®ptero de reconocimiento detect¨® otro grupo de cad¨¢veres en las afueras del poblado, que no hab¨ªa sido incluido en el primer recuento.
M¨¢s de 150 ni?os menores de quince a?os han sido encontrados en la comuna de Jonestown y las autoridades creen que se localizar¨¢n nuevas v¨ªctimas en las pr¨®ximas horas, con lo que la cifra de cad¨¢veres se acercar¨¢ a los ochocientos.
La mayor¨ªa de las v¨ªctimas murieron al ingerir cianuro pot¨¢sico mezclado con zumo de uvas, en una ceremonia de suicidio masivo dirigida por el reverendo Jim Jones, el fundador de la secta religiosa y creador del poblado agr¨ªcola en la selva de Guyana. Seg¨²n informes de algunos supervivientes, no todas las v¨ªctimas tomaron el veneno de forma voluntaria, sino que se les oblig¨® a ello. Los ni?os fueron los primeros en ser envenenados, bajo la supervisi¨®n de un m¨¦dico y varias enfermeras, miembros de la secta.
Cuando algunos miembros de El Templo del Pueblo comenzaron a gritar, al sentir los efectos del cianuro que acababan de beber, el reverendo Jones les grit¨®, con un meg¨¢fono que ?deb¨¦is morir con dignidad?, seg¨²n narr¨® John Rhodes, quien pudo escapar a la masacre cuando el m¨¦dico de la comuna le mand¨® a buscar un fonendoscopio, momento que aprovech¨® para escaparse a la selva.
Los seguidores del reverendo Jones bebieron de un barre?o en el que se hab¨ªa mezclado jugo de uva con cianuro y diversos tranquilizantes. Cuando una mujer se opuso a la idea del suicidio colectivo y argument¨® que la comuna podr¨ªa trasladarse a Cuba o la URSS, para evitar la persecuci¨®n de las autoridades norteamericanas, se le oblig¨® a callar con gritos de ?traidora?.
Confirmada la muerte de Jim Jones
Aviones de carga C-141, de la fuerza a¨¦rea estadounidense, han trasladado ya varios centenares de cad¨¢veres desde Agutayana a la base de Dover, en Delaware. All¨ª, especialistas en huellas dactilares, pudieron comprobar que el reverendo Jim Jones muri¨® realmente en la masacre. En los pasados d¨ªas circularon rumores de que Jones habla utilizado a un doble y conseguido escapar, pero las huellas dactilares confirmaron su identidad.
La identificaci¨®n de los cuerpos se hace cada vez m¨¢s dif¨ªcil, dado el alto grado de descomposici¨®n, despu¨¦s de cinco o seis d¨ªas a la intemperie en un clima tropical. Muchas personas que se hab¨ªan desplazado a Guyana en busca de sus familiares se encontraron ayer sin esperanzas, despu¨¦s de que se comprobara la exacta magnitud de la tragedia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.