Las empresas sider¨²rgicas francesas anuncian el despido de 21.000 trabajadores
Veintid¨®s mil obreros espa?oles, residentes en Francia, podr¨ªan ser los m¨¢s afectados, como el resto de la emigraci¨®n, por la avalancha de licenciamientos que se han anunciado a lo largo de esta semana en la industria sider¨²rgica. Como en el resto de los pa¨ªses de Europa, la sider¨²rgica gala ha tirado la esponja: 21.000 supresiones de empleo fueron anunciadas los tres ¨²ltimos d¨ªas por las empresas gigantes del ramo. La consternaci¨®n reina en las dos regiones ?siniestradas?: Lorena y la del Norte-Paso de Calais.
Sacilor, Usinor-Chatillon y Hiers-Chatillon, los tres monstruos de la siderurgia francesa, que el pasado mes de julio pasaron bajo control del Estado, han anunciado, durante los ¨²ltimos d¨ªas, cerca de 21.000 despidos, que se escalonar¨¢n hasta el a?o 1980. De aqu¨ª a entonces, la industria sider¨²rgica tendr¨¢ que suprimir el 15% de sus efectivos totales (cerca de 200.000 personas). Esta oleada de bajas es consecuencia de la reestructuraci¨®n de la industria sider¨²rgica planeada por los poderes p¨²blicos el ¨²ltimo verano. La crisis del acero es universal y, particularmente, afecta a la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos: en Alemania Federal, 80.000 de los 200.000 metal¨²rgicos est¨¢n en huelga desde hace quince d¨ªas para conseguir la semana de 35 horas y esto, entre otras razones, para garantizar la seguridad del empleo. En Inglaterra, la industria del acero licencia en proporciones sensibles. En B¨¦lgica, de 6.000 a 8.000 obreros quedar¨¢n sin trabajo en los cinco a?os pr¨®ximos. En Francia, adem¨¢s de las bajas ya censadas, se calcula que las industrias derivadas de la siderurgia podr¨ªan licenciar en los dos pr¨®ximos a?os a unas 80.000 personas.La quiebra del acero en Europa se debe fundamentalmente a la llegada en tromba al mercado de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Con precios bajos, consecuencia de la mano de obra barata, que, a la hora de la verdad, han agudizado al m¨¢ximo la competitividad. De aqu¨ª las reestructuraciones europeas en marcha con el fin de concentrar la producci¨®n en el sector de los aceros especiales.
Las consecuencias sociales, en Francia, son desastrosas. Ya se habla de las regiones afectadas como de ?zonas siniestradas?. Seg¨²n los dirigentes empresariales, a partir de 1981, tras la realizaci¨®n de los planes previstos para adaptar la fabricaci¨®n a las exigencias de la competitividad, la industria sider¨²rgica volver¨ªa a ser rentable, pero esos c¨¢lculos, hoy, no consuelan a nadie. El director general de la empresa Usinor, al mismo tiempo que los despidos, anunci¨® dos medidas destinadas a paliar los estragos: crear una c¨¦dula de ayuda a la reconversi¨®n de las dos zonas afectadas y realizar tambi¨¦n una divisi¨®n de ?trabajos exteriores?, es decir, crear empleos paralelos. Los dos sindicatos m¨¢s potentes, la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT), de tendencia comunista, y la Confederaci¨®n Francesa del Trabajo (CFDT), socialista autogestionaria (tres millones y medio de asalariados entre ambas), divididas hasta el presente cuando se ha tratado de elaborar m¨¦todos de acci¨®n comunes, se reunir¨ªan las pr¨®ximas semanas para intentar ?frenar la degradaci¨®n de las condiciones de vida de los trabajadores? con una estrategia com¨²n. La CGT, por su parte, estima que la modernizaci¨®n de la industria sider¨²rgica podr¨ªa hacerse sin suprimir efectivos mediante la reducci¨®n de la jornada de trabajo, que, adem¨¢s, elevar¨ªa la productividad. Esta misma central propone la apertura de discusiones a escala europea entre los sindicatos, los Estados y los grupos sider¨²rgicos, para definir una nueva cooperaci¨®n industrial.
En fin, otro elemento primordial de la debacle sider¨²rgica en Francia: ?ser¨¢n los emigrados las primeras v¨ªctimas de la ola de despidos anunciados? La cuesti¨®n ha surgido inmediatamente, al comprobar la densidad sustancial de trabajadores extranjeros en las dos regiones ?siniestradas?: en el paso de Calais, seg¨²n las ¨²ltimas estad¨ªsticas, residen 219.232 extranjeros, de los que trabajan cerca de 80.000. Y en Lorena residen como obreros 85.000. En la primera zona viven 9.263 espa?oles, y en la segunda 12.103. Lo m¨¢s probable es que, a la hora de los despidos, este sector laboral, cuya participaci¨®n en la industrializaci¨®n de las zonas ya citadas es reconocida por quienes recuerdan que los trabajadores extranjeros representan el 16 % aproximadamente de la poblaci¨®n activa, es probable sea el primero en sufrir las consecuencias del saneamiento econ¨®mico de la industria sider¨²rgica: seg¨²n estipula la normativa que se aplicar¨¢ en una f¨¢brica de Usinor para establecer los licenciamientos, los obreros menos antiguos y aquellos no enraizados familiarmente en la regi¨®n ser¨ªan los favoritos del desempleo.
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