El Congreso aporb¨® dos importantes leyes militares

(Viene de primera p¨¢gina)

El art¨ªculo 34 suscit¨® una amplia discusi¨®n, al hilo de una enmienda que defendi¨® el se?or Busquets, de Socialistas de Catalu?a, que trataba de que se hiciese menci¨®n a la Constituci¨®n a la hora de valorar los casos en que un militar puede negarse a obedecer las ¨®rdenes de sus superiores.

Tras un turno en contra, del se?or Fraga, y otro a favor, del se?or S¨¢nchez Montero (PCE), Miguel R. Herrero de Mi?¨®n, en nombre de UCD, defendi¨® una enmienda in voce con car¨¢cter transaccional que dej¨® redactado el art¨ªculo 34 de la siguiente forma: ?Cuando las ¨®rdenes entra?en la ejecuci¨®n de actos que manifiestamente sean contrarios a las leyes y usos de la guerra o constituyan delito, en particular contra la Constituci¨®n, ning¨²n militar estar¨¢ obligado a obedecerlas ... ? La propuesta fue aprobada con un solo voto en contra y dos abstenciones.

M¨¢s tarde, los Socialistas de Catalu?a, y en su nombre de nuevo el se?or Busquets, propusieron que se introdujesen tres nuevos art¨ªculos sobre el soldado y el marinero. C¨¦sar Llor¨¦ns, por UCD, defendi¨® el texto del art¨ªculo 58, que hace menci¨®n expresa del centinela, por entender que es funci¨®n espec¨ªfica e importante de la organizaci¨®n militar y se opuso a la inclusi¨®n de los dos primeros art¨ªculos que propon¨ªan los Socialistas de Catalu?a. Acept¨®, en cambio, la inclusi¨®n de un tercer art¨ªculo, que pas¨® a ser el n¨²mero 58, que recoge la necesidad de actuar con la misma diligencia en todo tipo de tareas que el soldado y el marinero est¨¦n obligados a desempe?ar durante, su vida militar. Se aprob¨® as¨ª esta parte del articulado y se aprobaron tambi¨¦n los art¨ªculos 59 al 173 con s¨®lo un voto en contra y dos abstenciones.

Con una ligera enmienda en el 163 se aprob¨® tambi¨¦n el resto del articulado, es decir, hasta el 223, y se contabiliz¨® un voto negativo.

Las disposiciones finales plantearon un problema en cuanto que la segunda otorga al Gobierno la facultad de regular los derechos individuales de los militares. Tras una confusi¨®n en los planteamientos, UCD anunci¨® su prop¨®sito de mejorar t¨¦cnicamente este apartado en el Senado, ya que se hab¨ªa dicho extraoficialmente que incluso pod¨ªa ser anticonstitucional esa atribuci¨®n al Gabinete.

En la explicaci¨®n de voto, Enrique M¨²gica, en nombre de los socialistas, se?al¨®, entre otras cosas, que la instituci¨®n militar encuentra ?su grandeza en la Constituci¨®n y en estas ordenanzas, y tambi¨¦n en estas ordenanzas su servidumbre, su honesta servidumbre, la cual significa usar las armas que la naci¨®n les conf¨ªa en su defensa. Aqu¨ª no caben -a?adi¨®- las viejas palabras con que a veces en los antiguos territorios forales se recib¨ªan las ¨®rdenes del rey: "Se obedece, pero no se cumple". Aqu¨ª el gran mandato popular se obedece y se cumple?.

El se?or S¨¢nchez Montero, por el Grupo Comunista, se?al¨® la importancia trascendental del proyecto para consolidar la democracia y para impedir que se instrumente al Ej¨¦rcito con fines partidistas, y destac¨® que m¨¢s all¨¢ del estricto deber legal ?tenemos la obligaci¨®n de llevar al pueblo la idea exacta de lo que es el Ej¨¦rcito? y la necesidad de establecer lazos de simpat¨ªa entre el Ej¨¦rcito y el pueblo. ?El PCE est¨¢ haciendo eso -dijo- y continuar¨¢ haci¨¦ndolo en el respeto escrupuloso a la misis¨®n alt¨ªsima que la Constituci¨®n y las ordenanzas establecen para las Fuerzas Armadas.?

El se?or Fraga mostr¨® asimismo su satisfacci¨®n por la aprobaci¨®n de las ordenanzas, y Arturo Moya, en nombre de UCD, rindi¨® ?homenaje al Ej¨¦rcito por su comportamiento en esta hora crucial de Espa?a?. ?Sin su prudente actitud -dijo- no habr¨ªamos conseguido la libertad. ?