Un debate necesario
Gobierno y fuerzas sindicales tienden -a enzarzarse en una falaz pol¨¦mica a prop¨®sito del decreto-ley de limitaciones salariales, en la que ¨²nicamente se discuten an¨¦cdotas triviales sin entrar a deliberar el fondo del problema. Desgraciadamente" la demagogia electoralista del llamado ?Documento b¨¢sico de pol¨ªtica econ¨®mica para 1979 ?, con sus machaconas insistencias en el tema del paro, no se ha quedado aislada, y todas las fuerzas contestatarias han ca¨ªdo en la misma pr¨¢ctica.Decir que el decreto-ley de limitaci¨®n salarial es antidemocr¨¢tico y que reduce la capacidad adquisitiva de los trabajadores es decir bien poco, como no sea alimentar, una vez m¨¢s, la demagogia de unos y el catastrofismo de otros, especial mente el de determinados benefactores delgolpismo ancestral. Lo que urge clarificar ante el pa¨ªs es la posici¨®n de cada una de las fuerzas sociales y pol¨ªticas ante la realidad econ¨®mica; de la que -no hay que olvidarlo- la limitaci¨®n salarial es s¨®lo una parte y el desempleo su principal consecuencia. Asegurar que se defiende al trabajador, se combate el empleo y se protege al empresario es muy f¨¢cil. Lo comprometido es explicar c¨®mo y a qu¨¦ precio.
El frustrado intento de alcanzar un pacto socioecon¨®mico para 1979 y la alternativa elegida por el Gobierno pudieran ser buenos puntos de arranque para que todas las fuerzas comparecieran en un debate -en directo y sin consensos previos- ante las c¨¢maras de televisi¨®n en el que tendieran a clarificarse todas las posturas. El m¨¢ximo responsable de la pol¨ªtica econ¨®mica, Fernando Abril, se ofreci¨® a ello el pasado martes. No estar¨ªa de m¨¢s que llegara a plasmarse de inmediato.
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