Cientos de millones de pesetas desaprovechados en la Ciudad Universitaria
La superficial imagen id¨ªlica que la Ciudad Universitaria ofrec¨ªa a los ?tours? para turistas que se realizaban por ella no hace muchos a?os contrasta duramente con una realidad que se enfrenta (en lo sociol¨®gico) al ideal que presidi¨® el nacimiento de la Ciudad Universitaria madrile?a, fundada en 1927 por Alfonso XIII. Se pretend¨ªa, dentro de las 320 hect¨¢reas de terreno concedidas, ?alojar un gran n¨²mero de estudiantes, con sus edificios docentes, clubs, lugares de diversi¨®n, etc¨¦tera, creando as¨ª una alegre y animada ciudad estudiantil?.
Durante la Rep¨²blica se continu¨® esta obra, cre¨¢ndose una ?Junta Constructora de la Ciudad Universitaria? que, con un presupuesto aprobado de 250 millones de pesetas, inicia, entre otras, la construcci¨®n de la facultad de Medicina (20.090 metros cuadrados, 5.000 alumnos), la facultad de Ciencias, la escuela de Arquitectura y la central t¨¦rmica, edificio ¨²nico en Espa?a, que se encarga del sistema de calefacci¨®n centralizado de todas las dependencias de la Universitaria, y en 1935 comienza la construcci¨®n de la residencia de estudiantes.En 1940 Franco public¨® una ley creando, bajo su presidencia, la nueva ?Junta de la Ciudad Universitaria de Madrid?, y al a?o siguiente comenzaron las obras de reconstrucci¨®n de la misma, declaradas ?preferentes y de urgencia?.
En 1945 se inauguraron los ¨²ltimos edificios entonces previstos: escuela de Estomatolog¨ªa, de Montes, pabellones de Matem¨¢ticas, F¨ªsicas, y facultad de Ciencias, todo bajo la direcci¨®n del arquitecto Modesto L¨®pez Otero.
Aquel conjunto homog¨¦neo fue separado en unidades aisladas (en ocasiones, ?manu militari?) segregando, por razones pol¨ªticas, facultades molestas (Econ¨®micas), introduciendo en edificios universitarios actividades ajenas a la docencia (caso de las instalaciones de IBM en la Aut¨®noma que, tras aviso de expulsi¨®n, han accedido a colaborar con sus m¨¢quinas en la labor administrativa de esta Universidad), edificios desaprovechados, como el de la facultad de Medicina, donde est¨¢n en funcionamiento s¨®lo seis aulas, y los ¨²ltimos pisos, previstos ya en el a?o 1940 para laboratorios y clases pr¨¢cticas, permanecen cerrados y en total abandono.
Las nuevas instalaciones tampoco responden a las necesidades. En casos que van desde el famoso hundimiento de la Universidad Aut¨®noma, al poco tiempo de ser terminada, al museo de Arte Contempor¨¢neo, donde permanecen cerrados y sin uso la mayor parte de los pisos superiores, donde estaban previstas salas de estudio, seminarios, conferencias, etc¨¦tera.
El ejemplo m¨¢s claro de la situaci¨®n a que se ha llegado lo constituyen los edificios inacabados, enclavados cerca de las instalaciones deportivas del INEF.
As¨ª, detr¨¢s de la Escuela de Bellas Artes se alza uno de ellos, obra de Victor d'Ors, que previsto para albergar las estatuas del Cas¨®n del Buen Retiro sirve en la actualidad, gracias a su total abandono, como refugio de caminantes y eventual escenario de los encierros que protagonizaron los alumnos de Bellas Artes, quienes dejaron amplia huella de sus reivindicaciones y de su arte a lo largo de sus paredes, constituyendo uno de los espect¨¢culos m¨¢s alucinantes e ignorados de la villa, aunque muchos de ellos han sido borrados.
?Dentro de este conjunto -cuenta V¨ªctor d'Ors- estaba un edificio para "Museo pedag¨®gico y comercial" (manteni¨¦ndose a s¨ª mismo, como algunos museos americanos) de todas las reproducciones art¨ªsticas, no s¨®lo las del Buen Retiro sino de todo tipo, reproducciones de discos, de cuadros famosos, fotogr¨¢ficas, etc¨¦tera. Estaba de tal modo organizado, que se pod¨ªan dar clases y conferencias, de acuerdo con una did¨¢ctica normal de escuela.?
A pesar de que se consiguieron los fondos necesarios que permitieron llevar a cabo unas fases del proyecto, ¨¦ste muri¨®, y el edificio ha permanecido abandonado varios a?os.
En la actualidad, y en vista de los problemas que crea el gran n¨²mero de alumnos, se ha dado un nuevo destino a este edificio, como ampliaci¨®n de la Escuela de Bellas Artes, lo, que exige un nuevo planteamiento y el estudio de la conexi¨®n mediante un t¨²nel (o puente) para que determinadas ense?anzas de la escuela, que no pueden desarrollarse por falta de espacio, se realicen ahora en este edificio que, parece ser, ha llegado a su fin.
Caprichosos personajes
Cerca de ¨¦l se encuentra un edificio llamativo, de planta circular, obra de Fernando Higueras y Antonio Mir¨®, y representa m¨¢s un monumento a la burocracia que un gran ejemplo de arquitectura contempor¨¢nea (se encuentra incluido entre las veinte obras de la arquitectura de Madrid, seleccionado por la Uni¨®n Internacional de Arquitectos, UIA), teniendo en cuenta el proceso y destino sufridos por esta obra, que lleva ocho a?os paralizada.En 1961, el Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia convoc¨® un concurso que fue ganado por Mir¨® e Higueras, encarg¨¢ndose el proyecto definitivo en 1965, para el Instituto Central de Conservaci¨®n y Reparaci¨®n de Obras de Arte, adjudicado a la empresa constructora CONSA, con un presupuesto inicial de 73 millones de pesetas, al que luego se a?adieron diecis¨¦is millones m¨¢s.
Gratiniano Nieto era entonces director general de Bellas Artes. Su sucesor en el cargo, se?or P¨¦rez Embid, no consider¨® necesario este Instituto, y par¨® las obras en diciembre de 1970. Entrando el dinero sobrante del anterior presupuesto a ejercicio cerrado, pasando posteriormente a engrosar las arcas del museo de Arte Contempor¨¢neo, que era la pir¨¢mide del nuevo director. Se decide entonces que sirva como sede del Centro Nacional de las Artes y la Cultura, lo que exige una adecuaci¨®n del proyecto, que es aprobado en 1975 con un nuevo presupuesto de m¨¢s de sesenta millones. En este mismo a?o apareci¨® otro director general que, como era de esperar, decide dar otro giro al asunto, dedicando ahora el edificio a centro de la Universidad a Distancia. Mir¨® e Higueras realizan el nuevo proyecto, que no lleg¨® a aprobarse, ya que el siguiente director de Bellas Artes, en un arranque de originalidad, decidi¨® reintegrarlo a su funci¨®n original. Dragados y Construcciones se llev¨® la contrata que sali¨® a subasta, en 1976, con un presupuesto de m¨¢s de cien millones de pesetas, y una baja del 28%. Se decide que ser¨¢n los arquitectos de las unidades t¨¦cnicas quienes dirigir¨¢n las obras. Los se?ores Higueras y Mir¨® se opusieron a lo que ?constitu¨ªa un grave atentado contra la propiedad intelectual?. Ahora, el problema surge por la renuncia de Dragados y Construcciones a ejecutar la obra.
Ante el rumor de posibles fallos en la estructura, Euroestudios realiza las comprobaciones necesarias, y confirma el perfecto estado de toda la construcci¨®n. En la actualidad, el edificio depende del rectorado de la Complutense y, de momento, se piensa dedicarlo a biblioteca universitaria y centro de actividades culturales. En definitiva, se han gastado cerca de 78 millones de pesetas en el edificio que estaba casi terminado, pero ahora el arreglo y su finalizaci¨®n van a suponer cien millones m¨¢s.
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