La demagogia de los economistas

Resulta muy f¨¢cil hacer demagogia y criticar a los partidos pol¨ªticos que intentan restablecer la justicia y restituir a los profesores mercantiles todos los derechos de los que fuimos injustamente despose¨ªdos desde hace tres d¨¦cadas, cuando se legislaba desde los despachos y Espa?a no era un Estado de Derecho. Y todo ello en beneficio de los licenciados en Ciencias Econ¨®micas y Empresariales, que s¨ª son un grupo de presi¨®n y gozaron de todo tipo de prebendas durante el r¨¦gimen anterior.Por ello, no es de extra?ar que sigan anorando aquella situaci¨®n que tanto les favoreci¨®, pero que ya ha quedado claro que la mayor¨ªa de los espa?oles no deseamos.

Estos caballeros deber¨ªan saber, o al menos deducir, dada su condici¨®n de universitarios, que si los profesores mercantiles fu¨¦semos un grupo de presi¨®n, nadie habr¨ªa logrado ?cargarse? de un plumazo las Escuelas de Comercio, ni tan siquiera marginarnos de las oposiciones superiores del Estado a las que concurr¨ªamos en igualdad con otros licenciados, ni tampoco dejar en cuerpos a extinguir a los funcionarios p¨²blicos, que accedieron a dichas oposiciones y los cuales siguen realizando las mismas funciones que a su incorporaci¨®n.

Para no ser prolijo, remito a las personas de buena fe a que lean, estudien e interpreten toda la legislaci¨®n existente sobre el t¨ªtulo de profesor mercantil, desde su creaci¨®n, y a modo de ejemplo, los reales decretos de 4/3/1866, 24/2/1877 y 28/11/1925.

Por ¨²ltimo, quisiera decir que el nivel y la categor¨ªa de un t¨ªtulo est¨¢ en funci¨®n directa de la val¨ªa y competencia de aquel que lo posee y, por ello, los profesores mercantiles siempre quisimos y queremos que sean los tribunales de oposiciones -al igual que hace la empresa privada, donde el BOE no pudo cerrarnos sus puertas- quienes juzguen la val¨ªa, la profesionalidad y la importancia de tales t¨ªtulos.