Taxista asesinado en la localidad de Yurre por un encapuchado

Lisardo Sampil Belmonte, taxista de profesi¨®n, fue asesinado ayer en la localidad vizca¨ªna de Yurre por un individuo que efectu¨® contra ¨¦l cinco disparos a bocajarro, que le causaron la muerte instant¨¢nea. La v¨ªctima estaba casada, ten¨ªa una hija de veintid¨®s a?os y un hijo de quince. Aunque personas que le conoc¨ªan le califican como un hombre de ideolog¨ªa de extrema derecha, su hijo, que lleg¨® al lugar del suceso momentos despu¨¦s del asesinato, afirm¨® que su padre no estaba implicado en ning¨²n tipo de actividad pol¨ªtica y que jam¨¢s habla recibido amenazas.

El atentado contra Lisardo Sampil, conocido en la localidad por El Gallego, se llev¨® a cabo a las seis menos diez de la tarde, en la parada de taxis de Yurre, situada en la calle de Ejalde. La v¨ªctima se encontraba dentro de su veh¨ªculo, un Dodge-Dart, matr¨ªcula BI-9088-L, con la puerta de la izquierda ligeramente entreabierta.Un joven encapuchado, que hab¨ªa llegado al lugar en un Seat 127, acompa?ado de otras dos personas, se acerc¨® a la ventanilla del Dodge y sin intercambiar palabra con el se?or Sampil dispar¨® contra ¨¦l a bocajarro cinco veces, al parecer, con una pistola. Inmediatamente fue avisado un m¨¦dico de la localidad, pero cuando lleg¨® al lugar del suceso Lisardo Sampil hab¨ªa fallecido. La v¨ªctima ten¨ªa alrededor de cincuenta a?os.

Intento de secuestro del director de una sucursal bancaria

Por otra parte, cuatro j¨®venes armados con pistolas y encapuchados -entre ellos una mujer- trataron de secuestrar el viernes a las once de la noche, en San Sebasti¨¢n, al director de la sucursal que el Banco Industrial de Catalu?a tiene en la capital guipuzcoana. La acci¨®n violenta de los agresores se vio frustrada al enpontrarse fuera de la ciudad Jos¨¦ Mar¨ªa Ega?a Uranga, encargado de la entidad bancaria, seg¨²n informa , corresponsal de EL PAIS en San Sebasti¨¢n.

Aunque se desconoce la intenci¨®n exacta que persegu¨ªan los cuatro j¨®venes, el m¨®vil de la acci¨®n podr¨ªa centrarse en un intento de coacci¨®n encaminado a que el se?or Ega?a les acompa?ase hasta la sucursal que dirige y les facilitase la apertura de la caja fuerte para llevarse el dinero. A la hora mencionada, el padre del banquero abri¨® la puerta del domicilio a los j¨®venes, a quienes comunic¨® que su hijo, por el que preguntaban, se encontraba fuera de la ciudad. Los presuntos secuestradores no dieron, al parecer, excesiva credibilidad a su infofrnador y optaron por introducirse en la vivienda. Transcurrida una hora larga, convencidos o no de la ausencia del se?or Ega?a, abandonaron la vivienda sin m¨¢s explicaciones.