Presiones sobre UCD para la formaci¨®n de una coalici¨®n de centro-derecha

Apenas convocadas las elecciones generales del 1 de marzo, las fuerzas pol¨ªticas comienzan ya a tomar posiciones cara a la puesta en marcha de su modelo de gobierno y de sociedad. Si se tiene en cuenta el mapa electoral, al que se concede pocas probabilidades de cambios sustanciales respecto a las legislativas del 15 dejunio de 1977, y el actual equilibrio de fuerzas en el pa¨ªs, la salida te¨®rica de las elecciones del 1 de marzo s¨®lo podr¨¢ apuntar hacia uno de los tres modelos siguientes: centro-derecha (UCD-Confederaci¨®nDem¨®crata Espa?ola), centro-izquierda (UCD-PSOE) o coalici¨®n PSOE-UCD, en la que la principal fuerza sean los socialistas.En los tres modelos, UCD juega un papel importante y su protagonismo s¨®lo depender¨¢ del porcentaje de los votos? Si la primera opci¨®n puede concretarse previamente a las elecciones, planteando claramente al elector su significado y alcance, las otras dos s¨®lo podr¨¢n materializarse a posteriori, como consecuencia del resultado de las elecciones.

La opci¨®n de centro-derecha acaba de ser aireada p¨²blicamente con impaciencia y sin esperar un solo minuto por Jos¨¦ Mar¨ªa Areilza, uno de los impulsores, con el antiguo ministro de Su¨¢rez, Alfonso Osorio, y con Manuel Fraga, de la que parece que se va a denominar definitivamente Confederaci¨®n Dem¨®crata Espa?ola (CDE). En un art¨ªculo publicado en el diario ABC de 30 de diciembre pasado Areilza expon¨ªa sin rodeos su opci¨®n: ?Unidos en las urnas, los votos del centro y de la derecha desbordar¨¢n ampliamente el 40% del voto emitido. Separados, y en lucha enfrentada, ninguno de los dos llegar¨¢ a sobrepasar el 30%. Con lo que resulta muy probable que el socialismo obtenga el mayor n¨²mero de votos entre todas las listas de candidatos. Lo que equivale a decir que la desuni¨®n entre el centro y la derecha dar¨ªa la victoria y el poder al PSOE.?

Dentro del mismo objetivo de forzar una coalici¨®n de centro-derecha deben situarse los contactos mantenidos recientemente por algunos miembros del Gobierno y dirigentes de UCD con Alfonso Osorio. El sector dem¨®crata cristiano de UCD har¨¢ todo lo posible por llegar a un en4endimiento con la derecha y por eso no es de extra?ar que dichos contactos hayan sido protagonizados por Jos¨¦ Luis Alvarez y Jos¨¦ Luis Ruiz-Navarro, S¨¢nchez-Ter¨¢n y Calvo Sotelo.

De aqu¨ª al d¨ªa 17 de enero, fecha l¨ªmite para la constituci¨®n de coaliciones electorales, las maniobras para atraer a UCD a esta f¨®rmula van a ser numerosas e insistentes, aunque se encontrar¨¢n con la decidida oposici¨®n del sector socialdem¨®crata del partido de Su¨¢rez. El ¨¦xito de esta opci¨®n significar¨ªa el abandono por parte de UCD de sus objetivos reformistas y, como consecuencia, el desgajamiento de su sector socialdem¨®crata, que ya no tendr¨ªa tareas apropiadas que realizar en el seno de este partido, como ha sido en el ¨²ltimo a?o la reforma fiscal.

La opci¨®n de centro-izquierda, bien con UCD o con el PSOE como fuerza principal, significar¨ªa que van a continuar las reformas indispensables para hacer de Espana un pa¨ªs moderno y racionalen su econom¨ªa y en su convivencia social. Esta opci¨®n, en su variante UCD-PSOE, sigue siendo preconizada para despu¨¦s de las elecciones del 1 de marzo por el secretario general del PCE, Santiago Carrillo, partiendo del supuesto de que los resultados de estas elecciones no diferir¨¢n radicalmente de los registrados en las elecciones del 15 de junio de 1977. El l¨ªder comunista, en un art¨ªculo publicado en el diario Mundo Obrero de 31 de diciembre, vaticina que ?un Gobierno de mayor¨ªa parlamentaria amplia, indispensable para intentar hacer frente a las tareas, de 1979, acabar¨¢ estableci¨¦ndose sobre la colaboraci¨®n ministerial de UCD y PSOE?.

La coalici¨®n de centro-izquierda seguir¨¢ siendo f¨®rmula todav¨ªa m¨¢s v¨¢lida en el supuesto de que el PSOE logre obtener en las elecciones m¨¢s diputados, no s¨®lo m¨¢s votos, que UCD.