La revoluci¨®n cubana cumple veinte a?os
Veinte a?os en el poder es un r¨¦cord incluso en un pa¨ªs socialista. Desde enero de 1959 la revoluci¨®n, o m¨¢s bien el castrismo, est¨¢ en el poder en Cuba. Fidel Castro, m¨¢s fuerte que nunca, acumulando los cargos de presidente del Consejo de Ministros, primer ministro, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y secretario general del Partido Comunista, cumpli¨® ayer la haza?a pol¨ªtica de haber gobernado durante las pasadas dos d¨¦cadas sin que haya podido surgir una competencia solvente para su mando absoluto.
El primero de enero de 1959 el ej¨¦rcito rebelde, encabezado por Fidel Castro y Camilo Cienfuegos, entraba en La Habana mientras Che Guevara liquidaba los ¨²ltimos reductos de resistencia. Pocas horas antes, Fulgencio Batista, un sargento bravuc¨®n llegado a presidente, que sol¨ªa jactarse de tener siempre ?una bala en el directo? de su pistola, hu¨ªa sorpresivamente con una maleta llena de d¨®lares.Los primeros a?os, los m¨¢s duros de la confrontaci¨®n con Estados Unidos, son al mismo tiempo aquellos en que Cuba sienta las bases de su presente. La reforma urbana, que benefici¨® a la mayor parte de los cubanos con un 50% de reducci¨®n de los alquileres, fue quiz¨¢ la primera medida popular del r¨¦gimen junto con la reforma agraria. La campa?a de alfabetizaci¨®n que lanz¨® a los campos a cientos de miles de estudiantes secundarios complet¨® el cuadro de las grandes medidas de esos primeros meses que atrajeron a Cuba grandes simpat¨ªas.
Son esos, sin embargo, los ¨²nicos a?os en que una parte de la burgues¨ªa cubana, las clases medias, los trabajadores y los cortadores de ca?a, principal fuerza agr¨ªcola, respaldan un¨¢nimemente a Fidel Castro y sus rebeldes. La revoluci¨®n cubana confiaba a¨²n por entonces obtener el apoyo econ¨®mico y t¨¦cnico de Estados Unidos. La expulsi¨®n de Cuba de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) en enero de 1962, despu¨¦s de la fracasada invasi¨®n de Playa Gir¨®n en abril de 1961 y la proclamaci¨®n de Cuba como pa¨ªs socialista que sigui¨®, terminar¨ªan con el enfrentamiento sovi¨¦tico-norteamericano conocido como ?crisis de los cohetes? de octubre de 1962, que si bien puso al mundo al borde de una guerra nuclear, confirm¨® la existencia del ?primer pa¨ªs socialista? en Am¨¦rica Latina.
Desde 1962 hasta el presente Cuba ha sido testigo de una gran batalla pol¨ªtica interna, cientos de miles de cubanos se marcharon del pa¨ªs al exilio, otros tantos solicitaron su salida sin ¨¦xito; m¨¢s de 10.000 personas, seg¨²n estimaciones de Amnesty International, fueron encarceladas por motivos pol¨ªticos, a la par que se llevaban a cabo grandes esfuerzos econ¨®micos para pasar de un pa¨ªs de az¨²car monocultor a una econom¨ªa diversificada. Esos esfuerzos, acompa?ados de un considerable despilfarro humano y financiero, agrava dos por la inexperiencia de los dirigentes y la permanente intromisi¨®n en todos los sectores de la econom¨ªa de Fidel Castro, impusieron al pueblo grandes sacrificios simbolizados en la implantaci¨®n de la libreta de racionamiento que, aunque con menos rigor, al cabo de veinte a?os, a¨²n perdura.
A pesar de los precios bajos del az¨²car, Cuba se prepara este a?o a obtener una de las cosechas m¨¢s altas de toda su historia, superior a los ocho millones de toneladas.
Al cumplirse los veinte a?os de revoluci¨®n, Fidel Castro est¨¢ lejos de poder prometer un nivel general de consumo parecido no ya a los de Europa occidental, sino al de otros pa¨ªses socialistas. La imagen de Cuba en el mundo se ha deteriorado sensiblemente por su alineamiento con la pol¨ªtica exterior de la URSS que le ha llevado a enviar soldados contra los guerrilleros eritreos, a concluir su apoyo a los de Om¨¢n, y cooperar en un golpe de Estado pro sovi¨¦tico en Yemen del Sur. El a?o, sin embargo, termina con buenas noticias y 1.500 presos pol¨ªticos han podido abandonar Cuba, a la par que las familias cubanas divididas podr¨¢n al menos visitarse en 1979.
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