Grupos de militares gritaron "dimisi¨®n" y "mueran los traidores" en el funeral por el general Ort¨ªn

La emoci¨®n y serenidad contenidas durante el funeral c¨®rpore insepulto por el alma del general de divisi¨®n Constantino Ort¨ªn, gobernador militar de Madrid, celebrado en el patio del cuartel general del Ej¨¦rcito ante la presencia de varios centenares de militares Y de los familiares del finado, fueron rotas al final del acto religioso con una explosi¨®n de gritos de dimisi¨®n y mueran los traidores, mezclados con otros de muera ETA. Los gritos se acrecentaron todav¨ªa m¨¢s cuando el f¨¦retro era sacado a hombros por compa?eros de armas por la puerta sur que une el patio del cuartel general del Ej¨¦rcito con los jardines que dan a la entrada principal del edificio, en la calle de Alcal¨¢, donde esperaba el furg¨®n que deb¨ªa conducir el cad¨¢ver del general Ort¨ªn al cementerio.

El funeral, tambi¨¦n aplicado por el alma del comandante Jos¨¦ Mar¨ªa Herrera, asesinado por ETA en San Sebasti¨¢n, se inici¨® a las 3.30 de la tarde y fue oficiado por el vicario general castrense, monse?or Emilio Benavent. Los presentes, salvo los familiares del general asesinado y los periodistas acreditados en el acto, eran exclusivamente jefes, oficiales y suboficiales de las tres Armas, de la Guardia Civil y de la Polic¨ªa Armada.El acto estuvo presidido por el ministro de Defensa, teniente general Guti¨¦rrez Mellado, acompa?ado por el presidente de la junta de jefes de Estado Mayor, teniente general Ignacio Alfaro Arregui; jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito, teniente general Tom¨¢s de Liniers; jefe del Estado Mayor de la Armada, almirante Ar¨¦valo Pelluz, y jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito del Aire, teniente general Emiliano Alfaro Arregui. A la izquierda del altar, revestido con la bandera nacional, se encontraba, ocupando un lugar de honor, la viuda del general asesinado, Ana Mar¨ªa de Ort¨ªn, acompa?ada de otros familiares. Cerca, se encontraba un grupo de altos mandos del Ej¨¦rcito, entre ellos los ex ministros tenientes generales, Alvarez Arenas, Coloma Gallegos y Galera, as¨ª como el teniente general Iniesta Cano. Tambi¨¦n se encontraba en el funeral. el marqu¨¦s de Mond¨¦jar, jefe de la Casa del Rey.

El acto dio comienzo con la llegada al patio del f¨¦retro con el cuerpo del general Ort¨ªn, cubierto con la bandera nacional, mientras sonaba la marcha de infantes. Una vez instalado el f¨¦retro sobre un t¨²mulo colocado frente al altar, sonaron los acordes del himno nacional y dio comienzo la misa corpore insepulto. Se ley¨® el pasaje del Evangelio que narra la resurrecci¨®n de L¨¢zaro, y el celebrante, vicario general castrense, pidi¨® a los asistentes, en las oraciones de los fieles, que rogasen a Dios por las almas de los ?hijos Constantino y Jos¨¦ Mar¨ªa?.

Inmediatamente despu¨¦s de terminado el funeral, un teniente coronel grit¨® Viva el honor, frase que fue contestada con vivas por una parte de los presentes. De nuevo la banda de m¨²sica de la compa?¨ªa de honores del Cuartel General del Ej¨¦rcito interpret¨® el himno nacional y el toque de oraci¨®n, mientras se retiraban. los gastadores. Seguidamente, los asistentes cantaron el himno de Infanter¨ªa, momento en que a esposa del general asesinado rompi¨® a llorar amargamente.

Vivas y mueras

Fue al terminar el canto del himno de Infanter¨ªa cuando se produjo la explosi¨®n de gritos y vivas, provenientes de las diversas partes del patio, coreados por una gran parte de los militares presentes. EI grito de dimisi¨®n, que se supone iba dirigido al ministro de Defensa, teniente general Guti¨¦rrez Mellado, fue el m¨¢s coreado, seguido de tambi¨¦n todo el Gobierno, mueran los traidores, muera la ETA, viva el general Atar¨¦s y ETA, asesina.

Mientras se suced¨ªan estos gritos, el ministro de Defensa y los generales jefes de los estados mayores de las tres Armas se acercaron a la esposa de la v¨ªctima para expresarle su p¨¦same. Casi al mismo tiempo, varios compa?eros de armas del finado tomaron el f¨¦retro a hombros para sacarlo por la puerta sur del patio, que da a los jardines, donde esperaba el furg¨®n. Cuando el f¨¦retro atravesaba esta puerta, los gritos de varios grupos de militares arreciaron, aunque se hicieron ininteligibles para los periodistas. En ese mismo momento, el teniente general Guti¨¦rrez Mellado y los altos mandos de los tres Ej¨¦rcitos tambi¨¦n se dirigieron hacia la puerta sur, en cuyas inmediaciones -seg¨²n dato que precisa la agencia Europa Press-, el ministro de Defensa fue insultado y abucheado por varios compa?eros de armas que se hallaban cerca. No obstante, el ministro de Defensa no detuvo su marcha.

Inmenso griter¨ªo

Segundos antes, se advirti¨® a todos los asistentes a la ceremonia que deb¨ªan abandonar el patio por la puerta norte, que da a la calle del General Prim. Sin embargo, esta orden fue desobedecida por varias decenas de militares de toda graduaci¨®n que se agruparon, ya en los jard¨ªnes del Cuartel General, en torno al furg¨®n, en el que ya hab¨ªa sido introducido el f¨¦retro. All¨ª volvieron a arreciar los gritos de protesta, dirigidos, sobre todo, contra el Gobierno en general, y contra el ministro de Defensa, en particular.

En medio del griter¨ªo, algunos mandos, entre ellos un coronel de fuerte complexi¨®n, comenzaron a pedir que el f¨¦retro fuera sacado a hombros del Cuartel General. Algunos otros militares, sobre todo generales, se opusieron a esta petici¨®n, motivo por el que se produjeron intercambios de pallabras fuertes, que en alg¨²n momento se convirtieron incluso en empujones. El f¨¦retro, no obstante, fue sacado a hombros de militares hasta la calle de Alcal¨¢.