Culpas y castigos
Vilgot Sj?man es una de las personalidades m¨¢s importantes del cine sueco. El esc¨¢ndalo que ha acompa?ado a casi la totalidad de su obra ha hecho que sus pel¨ªculas trasciendan del campo de lo estrictamente cinematogr¨¢fico y que, en su pa¨ªs, hayan tenido una repercusi¨®n social notable. El tiempo suele caer como una losa sobre sus pel¨ªculas; la mayor¨ªa de sus audacias se tornan en fealdades, sobre todo vistas desde Espa?a, donde no comenzaron a llegar hasta la temporada pasada, durante la cual se estrenaron Mi hermana, mi amor, Un pu?ado de amor y, m¨¢s recientemente, Yo soy curiosa.Sj?man, novelista, guionista y actor antes de director, lleg¨® al cine apadrinado por Ingmar Bergman, de quien mantiene, no obstante, una total independencia, tanto tem¨¢tica como estil¨ªstica.
491
.., el pecado que no se perdona(491). Director: Vilgot Sj?man. Gui¨®n: Katherina Farago, basado en la novela hom¨®nima de Lars G?rling. Fotograf¨ªa: Gunnar Fischer. M¨²sica: Georg Riedel. Int¨¦rpretes: Lars Lind, Leif Nymark, Stig T?rnblom, Lars Hansson y Sven AIgotsson. Suecia, 1964. Local de estreno: Duplex-2.
491 nos llega con un retraso de quince a?os. Su faceta escandalosa se ha disipado; su atrevimiento, tambi¨¦n. Se trata de un filme extra?o, probablemente lo mejor de cuanto de este autor conocemos. La an¨¦cdota, y sus implicaciones, deben tanto a Pickpocket, de Bresson, y Los olvidados, de Bu?uel, como el tratamiento al primer Godard, concretamente al de Vivre sa vie y Le petit soldat. La parte descriptiva del filme, la pintura de caracteres, las relaciones entre los miembros de este grupo de precoces rateros son lo mejor de este filme. Lo peor es el trasfondo moralista que se esconde tras la desesperada actitud de Nisse, el protagonista. Su esfuerzo suicida por agotar las setenta veces siete perdonables transgresiones para alcanzar el 491 es la b¨²squeda del castigo a toda costa como ¨²nico medio de ajustar cuentas consigo mismo, que no con la sociedad, sublimaci¨®n absoluta de toda culpabilidad. Pese a la genial interpretaci¨®n de Leif Nymark, resulta siempre m¨¢s cre¨ªble y menos doctrinal. la vital amoralidad sin l¨ªmites de Les valseuses, de Bertrand Blier.
En 491, Sj?man realiza un dif¨ªcil ejercicio de interiorizaci¨®n que, presumiblemente, ha de haber influido sobremanera en el cine de Rainer Werner Fassbinder, del mismo modo que algunas otras de sus pel¨ªculas anticipaban algunas de las constantes del posterior cine de Dusan Makavejev.
491 plantea una m¨¢s que discutible variaci¨®n sobre el bressoniano tema de la gracia obtenida por caminos rec¨®nditos e indirectos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.