TVE: chistes prohibidos y bailes autorizados
LA DECISION adoptada por la direcci¨®n de Televisi¨®n Espa?ola,de suprimir, durante la tarde del domingo, un programa grabado por los humoristas Tip y Coll se basa, al parecer, en que inclu¨ªa comentarios pol¨ªticos que podr¨ªan resultar favorables para algunos partidos o perjudiciales para otros. Un h¨¢bito demuchos a?os, y, por tanto, de dif¨ªcil desarraigo, llev¨® en un primer momento a justificar la eliminaci¨®n del espacio ya anunciado ?por razones t¨¦cnicas?. Pero esa explicaci¨®n, nacida del reflejo autom¨¢tico de buscar la l¨ªnea de menor resistencia para dar cuenta de las arbitrariedades y de la mala conciencia de dos d¨¦cadas de censura, dej¨® pronto su lugar, tras irritar innecesariamente a los interesados, a otra m¨¢s plausible. La intervenci¨®n de Tip y Coll, seg¨²n esa retirada estrat¨¦gica a trincheras m¨¢s veros¨ªmiles, ir¨ªa contra la normativa vigente sobre tratamiento de partidos pol¨ªticos durante la campa?a electoral.Lamentablemente, el argumento de repuesto, del que tan apresuradamente ha echado mano Televisi¨®n Espa?ola, resulta m¨¢s inadmisible, si cabe que la falsedad inicial. Si se atiende estrictamente la letra de la ley, es obvio que la campa?a electoral no comienza de manera oficial hasta el 7 de febrero. Y si se interpreta que la competici¨®n por los votos se ha iniciado ya de hecho, lo que puede ser defendible en t¨¦rminos pol¨ªticos, aunque no jur¨ªdicos, entonces la neutralidad de los medios de comunicaci¨®n estatal respecto a los partidos en pugna deber¨ªa aplicarse de manera general y sin excepciones. Pero ?c¨®mo justificar, en este ¨²ltimo caso, la apresurada invasi¨®n por los candidatos-ministros de los espacios informativos de Televisi¨®n durante las ¨²ltimas semanas?
Porque la aparici¨®n en los ?telediarios? de los titulares de carteras ministeriales, que son, al tiempo cabeceras de listas por UCD en quince provincias, est¨¢ batiendo los ya notables r¨¦cords de duraci¨®n, futilidad y pesadez del c¨¦nit del franquismo. Cualquier pretexto es bueno para que los candidatos- ministros nos acompa?en durante la sobremesa. Temas relacionados con educaci¨®n sirven para que el cabecera de lista en Baleares aburra durante un rato a sus futuros electores; cuestiones que afectan a Obras P¨²blicas ponen en antena al candidato por Murcia, a lo largo de varios minutos, viajes diplom¨¢ticos estrat¨¦gicamente proyectados permiten a los candidatos por Guip¨²zcoa, Castell¨®n y C¨¢diz chupar c¨¢mara -como se dice en el argot- a los acontecimientos internacionales; los interesantes problemas de la lluvia artificial depar¨¢n al cabecera de lista por Salamanca la oportunidad para que nos familiaricemos todav¨ªa m¨¢s con su imagen; los reajustes de un departamento ofrecen al candidato por Badajoz adelantar su campa?a dos semanas. Nadie puede decirnos con la mano en el coraz¨®n, que las andanzas y correr¨ªas de los candidatos-ministros por las provincias constituyen noticias de primera p¨¢gina -o de primera imagen- para los espa?oles, o que el normal desarrollo de sus actividades como m¨¢ximos responsables de depar tamentos administrativos merecen tan detalladas y aburridas cr¨®nicas.
En cualquier caso, la direcci¨®n de Televisi¨®n, que se ha mostrado tan celosa en salvaguardar la neutralidad de ese poderoso medio, amenazada por los chistes y las parodias de Tip y Coll, est¨¢ obligada, aunque s¨®lo sea por aparentar que respeta los m¨ªnimos de ¨¦tica que deben guiar la competici¨®n pol¨ªtica y la lucha electoral, a poner fin a ese agitado baile en que los candidatos- ministros rivalizan en lucir sus mejores galas y ensayar sus mejores pasos.
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