La conflictividad laboral en Pamplona empieza a convertirse en problema de orden p¨²blico
Despu¨¦s de dos semanas de huelga, el conflicto del sector del metal de Navarra entr¨® ayer en una fase cr¨ªtica, derivando hacia una cuesti¨®n de orden p¨²blico, al hacer presencia un importante contingente, de la Polic¨ªa Nacional, que impidi¨® una concentraci¨®n en la plaza del Castillo, en Pamplona. Al t¨¦rmino de quince d¨ªas de continuas manifestaciones pac¨ªficas, en las que han participado diariamente de 4.000 a 20.000 personas, el Gobierno Civil de Navarra ha decidido sacar a la calle, de forma ostensible, a la Polic¨ªa Nacional, en un intento intimidatorio para que finalicen las movilizaciones de trabajadores.?Como centrales sindicales -se?alaron a EL PAIS varios miembros de la mesa negociadora del metal- no vamos a provocar a las FOP. Si hay enfrentamientos, ser¨¢ por las acciones de las FOP, y no por nuestra culpa. Creemos que en dos semanas de movilizaciones nos hemos comportado correctamente. No sabemos qu¨¦ actitud va a tomar la polic¨ªa en lo sucesivo; pero nosotros nos jugamos el pan de nuestras familias y vamos a seguir en la lucha. Si con las manifestaciones no hemos conseguido que la patronal negocie, buscaremos otras medidas.? En cuanto al despliegue de fuerzas de la Polic¨ªa Nacional por las calles de Pamplona que se dej¨® notar especialmente ayer, los delegados de los trabajadores del metal manifestaron que ?la presencia masiva de las FOP no contribuye en nada a serenar los ¨¢nimos?. La patronal navarra intenta que la polic¨ªa intimide a los trabajadores para que vuelvan al trabajo.
Unas treinta furgonetas de la Polic¨ªa Nacional, con dotaci¨®n antidisturbios, impidieron, sobre las doce del mediod¨ªa de ayer, que la mesa negociadora del convenio del metal y otros trabajadores se encerrasen en el Palacio de la Diputaci¨®n Foral de Navarra, como hab¨ªan anunciado. A esa hora, una manifestaci¨®n de varios miles de trabajadores, que se dirig¨ªan a la zona, fue invitada por la polic¨ªa a disolverse, despu¨¦s de anunciarse por un meg¨¢fono que, en caso contrario, la Polic¨ªa Armada cargar¨ªa contra los manifestantes. Sin embargo, unas quinientas personas se dirigieron hasta el Ayuntamiento, encerr¨¢ndose en las dependencias interiores. Mientras, el gobernador civil llamaba al alcalde de Pamplona para que desalojara a los encerrados, postura que no fue aceptada por ¨¦ste, quien se?al¨® que ?el Ayuntamiento es la casa de todos?. Los funcionarios municipales abandonaron la casa consistorial ante la amenaza de colocaci¨®n de un explosivo que una voz an¨®nima hab¨ªa anunciado por tel¨¦fono.
Pasadas las cuatro de la tarde, un importante contingente de la Polic¨ªa Nacional rode¨® por completo la zona y sus alrededores, mientras un comandante entraba en el Ayuntamiento para indicar a los trabajadores encerrados que ?o abandonan el encierro o nosotros les sacamos por la fuerza?. En esta situaci¨®n, los trabajadores decidieron abandonar su postura, desalojando el Ayuntamiento. Unas horas antes, una manifestaci¨®n de 3.000 personas hab¨ªa cortado el tr¨¢fico en una zona c¨¦ntrica de Pamplona, despu¨¦s de recorrer otras calles dando gritos contra UCD y CEOE, y en favor del convenio del metal, mientras un helic¨®ptero de la polic¨ªa sobrevolaba continuamente la capital navarra.
Sobre estos hechos, la mesa negociadora del metal ha difundido un comunicado en el que manifiesta su en¨¦rgica protesta por la actitud de las asociaciones patronales y contra las fuerzas del orden p¨²blico ?por coaccionar a los trabajadores con la presencia de un aut¨¦ntico ej¨¦rcito?.
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