Hacia la liberaci¨®n de nuestra econom¨ªa
(De la Secretar¨ªa de Relaciones Internacionales de UCD)
Culminada la transici¨®n pol¨ªtica y en medio de la crisis econ¨®mica internacional, Espa?a inicia ma?ana sus negociaciones con la Comunidad. Espa?a aborda sin prisas un camino sembrado de dificultades, pero con una voluntad inequ¨ªvoca de superar los problemas t¨¦cnicos.
Paralelamente al desarrollo de las negociaciones, el Gobierno espa?ol deber¨¢ acometer una serie de acciones convergentes a la integraci¨®n en el marco comunitario, reestructurando aquellos sectores industriales que precisen de una adaptaci¨®n a la nueva competencia y reordenando la agricultura de secano y de la cornisa cant¨¢brica en el sentido de cultivos y explotaciones agr¨ªcolas m¨¢s racionales.
El reto de la incorporaci¨®n de Espa?a a la Comunidad debe orientarse hacia una liberalizaci¨®n de nuestra econom¨ªa, adaptaci¨®n necesaria en la crisis, siendo este el requisito de un segundo salto hacia adelante.
No podemos concebir una transformaci¨®n de este calibre del entramado social y econ¨®mico sin el debate p¨²blico. Este ha de estar en la base del esfuerzo que la sociedad espa?ola deber¨¢ consentir con la perspectiva de nuestra incorporaci¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica a un continente europeo de progreso. Por ello, las negociaciones para la adhesi¨®n al Mercado Com¨²n deber¨¢n conducirse de manera que los destinatarios de los resultados se sientan implicados y acepten con pleno conocimiento las repercusiones de un largo proceso de renuncias y sacrificios a corto plazo, que supondr¨¢n ventajas y beneficios a largo.
?C¨®mo entiende UCD estas negociaciones?
- Entre iguales: porque Espa?a tiene muchos activos que aportar con su integraci¨®n; porque es el ¨²ltimo gran mercado europeo; porque aporta el dinamismo de una econom¨ªa en crecimiento y va a negociar sin complejos con la primera gran potencia comercial del mundo.
- Sin prisas, pero sin retrasos injustificados, porque los intereses en juego son importantes y no admiten precipitaciones; pero tampoco hay que perder de vista que el objeto de la negociaci¨®n es la fijaci¨®n de plazos y calendarios.
- Con claridad y participaci¨®n de las fuerzas sociales y econ¨®micas que en definitiva van a ser los destinatarios de los resultados que produzca la negociaci¨®n.
- Con un estudio en profundidad y de forma paralela a las negociaciones de las implicaciones que para todo el pa¨ªs va a tener la incorporaci¨®n espa?ola a la vida comunitaria.
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