Jomeini amenaza con la guerra santa
?Si el Gobierno no dimite, estar¨¦ obligado a anunciar la yijad (guerra santa)?, declar¨® ayer el ayatollah Jomeini en una conferencia de prensa celebrada en el sal¨®n de actos de una escuela cor¨¢nica del sureste de Teher¨¢n.
Sentado sobre una silla de oficina de pl¨¢stico y metal, con las manos siempre cruzadas sobre sus h¨¢bitos y su habitual calma y rostro impenetrable, Jomeini comenz¨® con una intervenci¨®n en la que, como de costumbre, atacaba al sha y a su dinast¨ªa y calificaba de ilegales al Gobierno y al Parlamento.Despu¨¦s de afirmar que ?en Ir¨¢n hay una aut¨¦ntica revoluci¨®n?, el ayatollah dijo que hab¨ªa nombrado ya el consejo de la revoluci¨®n, aunque guard¨® silencio sobre los nombres de sus componentes.
Seg¨²n Jomeini, los, pasos siguientes a dar hasta constituir la Rep¨²blica isl¨¢mica son los siguientes: primero, el consejo de la revoluci¨®n nombrar¨¢ pronto un Gobierno provisional; luego, ¨¦ste preparar¨¢ la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum en el que se aprobar¨ªa la Constituci¨®n; por ¨²ltimo, se convocar¨ªan elecciones generales.
El l¨ªder chiita afirm¨® que ya se encuentran trazadas las l¨ªneas maestras de la futura Constituci¨®n. Cuando dentro de poco nombre el Gobierno provisional, el gabinete Bajtiar tendr¨ªa que dimitir. ?En caso contrario?, afirm¨® Jomeini, ?ser¨¢ responsable de las consecuencias?.
El ayatollah aclar¨® nuevamente que no piensa recibir al primer ministro antes de que dimita. ?Deseamos que todo se desarrolle con la m¨¢xima calma y que una soluci¨®n pac¨ªfica arregle los problemas en Ir¨¢n. Pero si Bajtiar permanece en su puesto con el apoyo de Estados Unidos y Gran Breta?a o si trata de hacer volver al sha o busca una intervenci¨®n de Israel, entonces, definitivamente, tomaremos otras medidas?, agreg¨® Jomeini.
Intervenci¨®n israel¨ª
No se sabe bien qu¨¦ ha querido decir Jomeini al hacer referencia a una improbabil¨ªsima intervenci¨®n israel¨ª en el conflicto de Ir¨¢n. Posiblemente trataba, tan s¨®lo, de hacer de nuevo una profesi¨®n de fe antisionista.
El l¨ªder chiita reconoci¨® que ha habido contactos entre su movimiento y el Ej¨¦rcito y afirm¨® que ?si lo consideraba necesario, existir¨ªan a¨²n m¨¢s contactos?. ?El Ej¨¦rcito pertenece al pueblo y el pueblo pertenece al Ej¨¦rcito. Queremos que las fuerzas armadas sean libres e independientes y no sean despreciadas por el exterior?, agreg¨®.
A una pregunta sobre el futuro de los residentes extranjeros en Ir¨¢n, Jomeini respondi¨®: ?Los residentes extranjeros ser¨¢n libres de seguir trabajando, excepto si sus intereses se muestran contrarios a *los intereses del futuro Gobierno isl¨¢mico.?
La conferencia de prensa dur¨® s¨®lo media hora. Minutos antes de que dos mulajs aparecieran de detr¨¢s del tel¨®n que cubr¨ªa el fondo de la sala y arrancaran a Jomeini de su silla, poniendo as¨ª fin al acto, el l¨ªder chiita hab¨ªa contestado a la ¨²Itima pregunta: ?Habla usted de guerra santa. ?Quiere decir con eso que tienen armas?? ?Cuando llegue el momento?, respondi¨® lac¨®nicamente, ?podremos tenerlas?.
Fuera de la escuela cor¨¢nica, m¨¢s de 100.000 hombres esperaban en una larga cola para entrar en el patio y poder ver, durante unos segundos, el rostro impenetrable de su l¨ªder que, de vez en vez, sal¨ªa a saludar desde una ventana del primer piso. Las mujeres, por su parte, permanec¨ªan encaramadas en las azoteas bajo una fr¨ªa llovizna.
Manifestaciones
Nuevamente las calles de Teher¨¢n fueron recorridas por decenas de peque?as manifestaciones. Aunque contin¨²an las huelgas, algunos peque?os comercios comenzaron t¨ªmidamente a abrir sus puertas.
Seg¨²n todos los indicios, la situaci¨®n ha entrado en un impasse de duraci¨®n desconocida. A pesar de las r¨ªgidas declaraciones de Jomeini, por un lado, y de Bajtiar, por otro, se sabe que las negociaciones contin¨²an subterr¨¢neamente. Al parecer, un sector del Ej¨¦rcito estar¨ªa dispuesto a aceptar a Jomeini, siempre y cuando ¨¦ste tome una salida acorde con la Constituci¨®n. El principal punto de desacuerdo estriba en la convocatoria de refer¨¦ndum, posibilidad que no est¨¢ recogida en la Constituci¨®n y que los sectores militares m¨¢s flexibles rechazan completamente.
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