El conflicto de FASA-Renault supone el triunfo del asamble¨ªsmo sobre los comit¨¦s de empresa
El conflicto mantenido durante m¨¢s de un mes en FASA-Renault, que ha concluido moment¨¢neamente con el cierre patronal indefinido de todas las factor¨ªas de Valladolid, rebasa los l¨ªmites de una lucha entre las partes social y econ¨®mica, motivada por las deliberaciones de convenio. Los enfrentamientos surgidos entre los trabajadores durante los ¨²ltimos d¨ªas ponen de manifiesto una fuerte pugna entre dos conceptos distintos del sindicalismo: la representaci¨®n directa, emanada de la asamblea que tiene poder decisorio, y la representaci¨®n organizada en centrales sindicales.
Este pugilato se inici¨® con motivo de las elecciones sindicales. Los grupos asamblearios (integrados esencialmente por la AOA, COA, CNT, CTS, Lucha Obrera y los residuos de las antiguas plataformas anticapitalistas) se opusieron entonces a la celebraci¨®n de las elecciones sindicales, por considerar que los consejos de factor¨ªa y f¨¢brica, imperantes hasta ese momento, eran m¨¢s operativos que los comit¨¦s de empresa surgidos tras los comicios.En aquella ocasi¨®n, la victoria fue para las centrales sindicales, especialmente UGT y CCOO, que consiguieron sacar adelante las elecciones e imponerse en las votaciones. Pero a ra¨ªz de las deliberaciones del convenio el conflicto rebrot¨®. Las tensiones fueron agudiz¨¢ndose a medida que se suced¨ªan los paros y no se vislumbraba ninguna soluci¨®n. La empresa, con sus ultimatums, ha contribuido tambi¨¦n a favorecer esa divisi¨®n de los trabajadores que la direcci¨®n ha considerado en todo momento favorable para sus intereses.
Pero los hechos han demostrado lo contrario. Tras m¨¢s de un mes de paro, CCOO y UGT han perdido el control de la situaci¨®n y las intervenciones de sus representantes han sido abucheadas en la mayor parte de las asambleas de factor¨ªa. Cuando las centrales mayoritarias se han dado cuenta de que el conflicto se hallaba en un callej¨®n sin salida han decidido aceptar la oferta de la empresa, pero nuevamente las circunstancias han superado sus previsiones. Muchos de sus militantes se han desafiliado y las asambleas no han aceptado las decisiones de sus portavoces.
Los grupos asamblearios, h¨¢biles en el manejo de las asambleas y utilizando como punta de lanza las reivindicaciones econ¨®micas, han impuesto su criterio sobre el de las centrales mayoritarias, que buscaban, ante todo y sin desde?ar las mejoras salariales, mayor humanizaci¨®n del trabajo en las cadenas e incremento de los logros sociales. Los grupos minoritarios radicalizados han acabado por imponer su criterio y arrastrar a la masa silenciosa. En esta tarea han colaborado tambi¨¦n ultraderechistas, que en alguna ocasi¨®n han tirado de los obreros para intentar cortar la carretera de Madrid, lugar donde se hallan ubicadas las factor¨ªas de FASA.
La p¨¦rdida de las riendas por parte de UGT y CCOO, la intransigencia de la empresa, que ha hecho perder los nervios a los trabajadores con sus continuos ultim¨¢tums, hechos p¨²blicos a trav¨¦s de los medios de informaci¨®n y los meg¨¢fonos de las f¨¢bricas, y la postura de los grupos asamblearios han precipitado los acontecimientos. El martes, d¨ªa en que, despu¨¦s de que los representantes de los trabajadores rechazaran la propuesta empresarial tuvo lugar el cierre patronal, se produjeron graves incidentes en motores 1, montaje 2 y estudios.
Los piquetes impidieron la salida de los obreros al concluir el turno de ma?ana y cerraron las factor¨ªas, de las que s¨®lo permit¨ªan salir ambulancias y equipos antiincendios. Hubo enfrentamientos f¨ªsicos e incluso se habla de peleas con arma blanca entre los que pugnaban por abandonar las naves y los piquetes. El director adjunto de productos y varios mandos m¨¢s no pudieron salir de sus oficinas y numerosos trabajadores se vieron obligados a saltar las vallas del complejo industrial
En este clima de confusi¨®n y enfrentamientos, el cierre patronal ha sido contemplado como un alivio, incluso por las centrales mayoritarias. La empresa, que ha favorecido la divisi¨®n, tambi¨¦n se ha visto sorprendida y ha ca¨ªdo, tal vez voluntariamente, en su propia trampa. Algunas versiones indican que a FASA no le interesa la consolidaci¨®n de un sindicalismo de centrales fuertes en sus factor¨ªas y que el conflicto ha llegado en un momento en que escasea la demanda de veh¨ªculos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.