"Hay 600 homosexuales en las c¨¢rceles espa?olas"
Koldo Kollontai, seud¨®nimo que utiliza uno de los dirigentes del Frente de Liberaci¨®n Homosexual de Castilla (FLHOC), realiz¨® a EL PAIS las siguientes declaraciones, sobre la reciente prohibici¨®n del Ministerio del Interior.?La negativa fulminante de las autoridades competentes a la solicitud de legalizaci¨®n de los compa?eros del FAGC no nos ha pillado por sorpresa en Madrid al FLHOC. Con la experiencia de la tolerancia pol¨ªtica hace dos a?os (hacia los ?partidos revolucionarios?), no puede sorprendernos lo que ocurre hoy con la tolerancia en el terreno social. Por si alguien no se acuerda, recordamos que siguen vigentes los art¨ªculos del C¨®digo Penal que condenan el ?esc¨¢nd¨¢lo p¨²blico? los ?atentados a la moral y las buenas costumbres?, la ?corrupci¨®n de menores?, la difusi¨®n de doctrinas que atenten a la moral p¨²blica, las manifestaciones, organizaciones o reuniones que cometan esc¨¢ndalo p¨²blico o atenten a la moral. Lo que nadie dice es la moral de qui¨¦n.?
?Recordamos que seiscientos homosexuales contin¨²an en la c¨¢rcel y que el compa?ero Luis Y¨¢?ez, especialista en derecho penal, tiene, seg¨²n inform¨® en un acto celebrado recientemente en la Aut¨®noma, un ampl¨ªsimo dossier de juicios y condenas a homosexuales utilizando estos art¨ªculos que llega hasta el mism¨ªsimo 1978. ?De qu¨¦ hay que sorprenderse si s¨®lo hace dos meses que fueron prohibidas al alim¨®n por el Gobierno Civil de Madrid y la Direcci¨®n General de Juventud del Ministerio de Cultura las Fiestas de Liberaci¨®n Sexual, que organizaba el FLHOC con el apoyo de una larga lista de partidos, juventudes, grupos feministas, artistas, intelectuales, poetas y dem¨¢s famosos de la cultura? Las ¨²ltimas detenciones a homosexuales de que tenemos noticia tuvieron lugar el 6 de febrero de 1979 en Madrid, en el marco de los entrenamientos antiterroristas que realiza la Polic¨ªa Armada o Nacional. Si consideran que los maricas somos terroristas, ?c¨®mo no se va a prohibir la legalizaci¨®n de un frente de liberaci¨®n homosexual?
Se proh¨ªbe una organizaci¨®n que lucha por la libertad sexual y, en cambio, proliferan los bares, saunas, clubs, espect¨¢culos, discotecas y dem¨¢s centros gays, donde la carne se subasta p¨²blicamente y r¨ªo hay lugar para amar libremente un cuerpo. Claro, es que eso trae grandes beneficios econ¨®micos, y la gente que lucha por la libertad s¨®lo trae quebraderos de cabeza al poder. Y conste que somos partidarios de la libertad total.?
?El FLHOC no pidi¨® su legalizaci¨®n, como tampoco la pidieron la Coordinadora de Collectius d'Alliberament Gai, ni otros grupos. No nos pusimos de acuerdo, pero la mayor¨ªa pensaba que hab¨ªa que renunciar a demasiadas cosas para que nos legalizaran, que en cualquier caso no iban a hacerlo si no hab¨ªa una fuerte presi¨®n social que les obligara a legalizarnos para evitar mayores complicaciones y que, dado el bajo nivel de conciencia por parte del movimiento obrero y popular sobre la lucha de los homosexuales, de lo que tienen gran responsabilidad sus partidos mayoritarios y menos mayoritarios, esa presi¨®n era dif¨ªcil que se produjera. Pero hab¨ªa m¨¢s: a lo mejor es que no hab¨ªa que pedir la legalizaci¨®n a ning¨²n ministerio, sino a los homosexuales y lesbianas en general, a los currantes a las amas de casa, a las feministas, a las prostitutas y a los presos de Carabanchel. Es decir, no pedir la legalizaci¨®n a nadie: quienquiera que nos escuche y quien est¨¦ de acuer do con lo que decimos, que nos apoye. Pero en cualquier caso exigimos el derecho a actuar legalmente, libremente, y nos solidarizamos plenamente con los compa?eros catalanes del FAGC.?
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