La peseta y la integraci¨®n en la CEE
Director del CEDEIN
El lunes 5 de febrero se han abierto las negociaciones para el ingreso de Espa?a en las Comunidades Europeas. El hecho constituye un eslab¨®n m¨¢s de nuestra irreversible marcha hacia Europa y un nuevo aviso a las empresas para que vayan haci¨¦ndose a la idea de que la participaci¨®n de Espa?a en la Comunidad -con todos los derechos y obligaciones que ello comportaest¨¢ a la vuelta de la esquina.
Por esta raz¨®n, la Administraci¨®n espa?ola, la CEOE, las C¨¢maras de Comercio y algunas entidades est¨¢n haciendo esfuerzos para crear en las empresas la sensaci¨®n de que nuestro futuro comunitario va ahora en serio y de que, pese a que solamente el 31% de los europeos piense que el ingreso de Espa?a en la Comunidad va a ser beneficioso para sus respectivos pa¨ªses, estaremos integrados en ella en 1982, a partir de cuyo momento el desarme arancelario total, la adopci¨®n de la poco protectora tarifa exterior com¨²n, la asunci¨®n de la pol¨ªtica agraria comunitaria y dem¨¢s logros de la Comunidad ser¨¢ cosa de cinco o, todo lo m¨¢s, de diez a?os.
Necesaria adaptaci¨®n de las empresas espa?olas
Los par¨¢metros de nuestro futuro europe¨ªsta est¨¢n, pues, claros y Espa?a sabe perfectamente los logros comunitarios que va a tener que incorporar a su sistema legislativo, pero lo que no est¨¢ tan claro es c¨®mo las empresas espa?olas pueden irse ya adaptando a la realidad de la competencia europea que les aguarda dentro de unos a?os, y ello es as¨ª por dos motivos fundamentales: por la crisis por la que atraviesa la Comunidad en la actualidad y por la valoraci¨®n de la peseta.
Aprender a ?ser comunitario? no significa simplemente aprenderse de memoria lo que son los reglamentos que la Comunidad tiene en vigor, sino tratar de ganar posiciones competitivas en los mercados europeos, con los que dentro de unos a?os estaremos integrados. Y para ganar posiciones hay que contar con buena informaci¨®n, s¨ª; pero hay que poder disponer de productos que interesen a los consumidores de los otros pa¨ªses y'que puedan ofrecerse a unos precios que re¨²nan la doble condici¨®n de ser atractivos para ellos y de ser remuneradores para las empresas exportadoras.
"Marketing" y competitividad
La b¨²squeda de factores de competitividad es cada vez menos un problema analizable bajo el prisma de la ventaja comparativa de la teor¨ªa pura del comercio internacional, y cada vez m¨¢s un ejercicio de b¨²squeda de factores de organizaci¨®n, cotizaci¨®n y marketing,que abran las puertas de los mercados exteriores, y es evidente que, en estos momentos, muchos de estos factores resultan negativos para la empresa espa?ola en relaci¨®n a los mercados exteriores.
Cara a la Comunidad Europea esto resulta evidente si tenemos en cuenta que la especializaci¨®n productiva espa?ola es mucho m¨¢s concurrencial con la de los nueve de lo que pueda serlo la de los otros dos aspirantes a ingresar en ella (Portugql y Grecia) y que, consecuentemente, la industria comunitaria parece poco predispuesta a tolerar que se le hagan excesivos favores a la exportaci¨®n espa?ola en un momento de crisis como el actual, en el que ellos mismos no encuentran sectores nuevos por los que -encauzar inversiones generadoras de nuevas oportunidades de empleo. La propia Comisi¨®n Europea ha recordado el hecho en su dictamen de noviembre, sobre la candidatura espa?ola, y ha insistido en la necesidad de asociar a Espa?a en el esfuerzo global de reconversi¨®n y racionalizaci¨®n del crecimiento europeo.
Y por si esto fuera poco, el problema de la valoraci¨®n de la peseta ha venido a a?adir nuevos quebraderos de cabeza a las empresas espa?olas que quieran ir familiariz¨¢ndose con los mercados europeos hasta que nuestra integraci¨®n en la Comunidad se perfeccione.
Aumento de las exportaciones
La exportaci¨®n espa?ola va aumentando, pero las empresas espa?olas que exportan ven, d¨ªa a d¨ªa, limitarse los beneficios que les es dado obtener en la parte de la producci¨®n que destinan a la exportaci¨®n. Esto es un hecho evidente, pues las empresas espa?olas son price takers en los mercados internacionales y tienen que acomodarse a los precios mundiales por mucho que la inflaci¨®n espa?ola -m¨¢s alta que la de los principales pa¨ªses competidores- y la valoraci¨®n de la peseta -presionada al alza por la especial situaci¨®n de nuestra balanza de pagos y la ins¨®lita acumulaci¨®n de reservas exteriores- hagan que los precios exteriores resulten poco remuneradores.
El tema es dif¨ªcil y complejo, pero debe estar muy presente en el esp¨ªritu de todos. El ¨¦xito de nuestra integraci¨®n en la Comunidad al final del proceso abierto con las negociaciones iniciadas el 5 de febrero depender¨¢ en mucha parte del impulso exportador que a su trav¨¦s se consiga y dif¨ªcilmente ser¨¢ ¨¦ste posible si la flotaci¨®n de nuestra divisa, de acuerdo con las nuevas normas del FMI, condena a p¨¦rdidas a las empresas que se entrenen a ser europeas.
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