"Ra¨ªces II" se estrenar¨¢ ma?ana Estados Unidos
Cuando la serie Ra¨ªces, de Alex Haley, se estren¨® en Estados Unidos, el 23 de enero de 1977, nadie supon¨ªa, ni siquiera la cadena de televisi¨®n ABC, que estaba fabricando el mayor ¨¦xito de la historia de la peque?a pantalla. Ma?ana, domingo, sin embargo, los directores de la cadena norteamericana esperan que Ra¨ªces II iguale al menos el ¨¦xito de la primera serie, cuyos cap¨ªtulos los est¨¢n contemplando, con una mezcla de pasi¨®n y escepticismo, los telespectadores espa?oles.
Repartidas en siete cap¨ªtulos, las catorce horas de Ra¨ªces II ser¨¢n, si no un ¨¦xito de audiencia, un aut¨¦ntico negocio para Alex Haley -ya millonario con los derechos de su libro- para los productores de la serie y, sobre todo, para ABC, la cadena de televisi¨®n. La American Broadcasting Company, que hasta 1976 march¨® por detr¨¢s de sus dos competidoras (la CBS y la NBC) en audiencias y cifra de negocios, y que ahora marcha a la cabeza en ambas calificaciones, recibir¨¢ la friolera de un cuarto de mill¨®n de d¨®lares (unos 17.000.000 de pesetas) de media por cada uno de los 96 minutos y medio de publicidad con los que acompa?ar¨¢ la serie, es decir, m¨¢s de 1.500 millones de pesetas de ingresos totales, sin contar los derechos de ventas a televisiones extranjeras por la segunda parte de la serie.Explicar el ¨¦xito de Ra¨ªces en Estados Unidos es mucho m¨¢s f¨¢cil que entender el escepticismo del telespectador europeo ante un problema como la historia de una familia de negros esclavos dentro de la democracia estadounidense Para los norteamericanos, el problema racial se encuentra, incluso todav¨ªa, dentro de su reciente pasado
M¨¢xima audiencia
Quiz¨¢ sea esta la raz¨®n por la que Ra¨ªces I mantuvo a 130 millones de norteamericanos, durante ocho semanas continuas, pendientes de la pantalla. Y quiz¨¢ existen motivos sobrados para que soci¨®logos y expertos en comunicaciones de masas traten de obtener conclusiones de que, por vez primera en la historia de la televisi¨®n, un 85% de los hogares norteamericanos hayan estado conectados al mismo programa de televisi¨®n durante do meses.La segunda serie de Ra¨ªces -sus productores no quieren calificarla como una ?segunda parte?- relata las aventuras de los sucesores de Kunta Kinte a partir del momento en que finaliza la primera novela y posterior serie de televisi¨®n. Son cuatro generaciones y, en el ¨²ltimo cap¨ªtulo, llega incluso a salir el autor de la historia, Alex Haley, cuyos antepasados, seg¨²n la reconstrucci¨®n que ¨¦l pudo hacer de su ¨¢rbol geneal¨®gico, se remontan al peque?o pueblo de Gambia donde naci¨® Kunta Kinte.
A diferencia de la serie primera, la segunda har¨¢ hincapi¨¦ ?en la lucha de la familia y en las relaciones ¨ªntimas del grupo familiar?, seg¨²n explicaciones del jefe de programaci¨®n de la ABC, Tony Thomopoulos. En este sentido es de esperar que existan menos datos hist¨®ricos sobre el pueblo negro y su pasado reciente en Estados Unidos, y muchos m¨¢s sobre el desarrollo sociol¨®gico y cultural de la minor¨ªa racial de color dentro de la sociedad norteamericana.
Los productores del programa lo han orientado tambi¨¦n, como la primera serie, a todas las minor¨ªas ¨¦tnicas de Estados Unidos. ?La historia -explic¨® Alex Haley en la presentaci¨®n del programa a la cr¨ªtica norteamericana- sucede dentro de una familia negra, pero tambi¨¦n pod¨ªa haber sido sobre una italiana, polaca o jud¨ªa.? Y a diferencia de la primera serie, que fue rodada sobre un gui¨®n entresacado de la novela, la segunda se ha producido antes que el libro y, en tal sentido, se ha beneficiado de todo el material bruto sobre el que Alex Haley publicar¨¢ su segunda parte, Ra¨ªces: las nuevas generaciones.
Estreno en Espa?a
En cuanto a la posibilidad de que Ra¨ªces II sea estrenada en Espa?a, ninguna fuente consultada ha podido adelantar si se adquirir¨¢n o no los derechos. Sin embargo, expertos en el tema han se?alado que ?todo depender¨¢ del ¨¦xito que esta segunda parte tenga en Estados Unidos y de la respuesta del p¨²blico espa?ol a la primera?.
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