Fern¨¢ndez Ord¨®?ez y Garrigues, los m¨¢s relajados
Las campa?as electorales de Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, ministro de Hacienda, y de Joaqu¨ªn Garrigues Walker, titular de Obras P¨²blicas y Urbanismo, candidatos n¨²meros 1 de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD) por Zaragoza y Murcia, respectivamente, son, tal vez, las m¨¢s relajadas de cuantas les han tocado protagonizar a ministros del Gabinete Su¨¢rez.Relajadas no quiere decir pasivas -tanto el se?or Fern¨¢ndez Ord¨®?ez como el se?or Garrigues est¨¢n recorriendo su provincia pr¨¢cticamente palmo a palmo-, sino poco tensas, faltas de agresividad verbal contra los candidatos de los partidos de oposici¨®n. Para los dos ministros el contacto con los posibles votantes es relativamente f¨¢cil porque llegan rodeados de cierta aureola de simpat¨ªa personal, aureola que ellos fomentan minuciosamente.
El ministro de Hacienda evita cuidadosamente los ataques violentos contra los socialistas -no en balde es el representante del sector m¨¢s progresista de UCD- y prefiere basar sus m¨ªtines en la presunta eficacia de su partido y en la bondad del programa econ¨®mico centrista. Para ?conectar? mejor con los ciudadanos que va a representar, ha confeccionado, junto con su equipo, un programa-manifiesto para Arag¨®n (?el manifiesto de Caspe?, le llaman) que explica en cuanto tiene la menor ocasi¨®n.
La jornada de Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez -que se aloja en un hotel de cinco estrellas de Zaragoza-, se inicia, seg¨²n informa el corresponsal de EL PA?S, , a las ocho de la ma?ana. Muy cerca del hotel est¨¢ la sede provincial de UCD, donde se re¨²ne todos los d¨ªas con los gerentes de la campa?a. A media ma?ana comienzan los actos sociales: visitas a personalidades aragonesas y recorrido por los centros fabriles del cintur¨®n industrial de la capital. Todas estas visitas se desarrollan seg¨²n el mismo modelo: di¨¢logo con los trabajadores -que han sido previamente avisados por el personal directivo- y reuni¨®n, en un despacho, con los ejecutivos de la f¨¢brica, para mantener un cambio de impresiones a puerta cerrada.
Antes de comer, el se?or Fern¨¢ndez Ord¨®?ez tiene programadas visitas a hospitales, asilos y centros asistenciales diversos, en busca, fundamentalmente, del voto de los ancianos.
Los desplazamientos a las cabeceras de comarca le ocupan a veces todo el d¨ªa. El ministro pronuncia m¨ªtines y participa en almuerzos lo m¨¢s multitudinarios posible. Procura llegar a estos pueblos precedido de buenas noticias. As¨ª, en Pe?aflor, anunci¨® la devoluci¨®n de las tierras que fueron expropiadas a los agricultores para favorecer la instalaci¨®n de una factor¨ªa de SEAT, f¨¢brica que nunca lleg¨®.
Su compa?ero de Gabinete, Joaqu¨ªn Garrigues Walker, en Murcia, asombra un d¨ªa y otro a sus paisanos: una ma?ana aparece en el mercado e increpa cari?osamente a las mujeres que se atreven a confesar que no piensan votarle: ?Peor para usted, se?ora?; por la tarde, puede v¨¦rsele, a lo mejor, subido en una impresionante moto BMW, perfectamente encorbatado y con gemelos de oro.
La llegada del se?or Garrigues a Murcia estuvo precedida de ciertas tensiones con el n¨²mero dos de la candidatura de UCD, Ricardo de la Cierva, que no estaba muy dispuesto a ceder la plaza al ministro. Ahora parece que las relaciones han mejorado y se reparten amigablemente las p¨¢ginas de publicidad que todos los d¨ªas aparecen en la prensa local. El titular de Obras P¨²blicas, que recorri¨® ayer las calles de Murcia acompa?ado por el actor Sancho Gracia, ha rechazado participar en el debate al que le invitaba el candidato socialista Ciriaco de Vicente: ?Cirlaco es un buen amigo, pero quiere promocionarse a mi costa. Le he sugerido que vaya al debate otro de mi candidatura y no quiere.?
El se?or Garrigues, ?el oriundo?, como ya le conocen en esta provincia, insiste siempre en dos puntos de inter¨¦s regional: la autopista y el trasvase Tajo-Segura, pero prefiere las reuniones peque?as con industriales, comit¨¦s de empresa, a los grandes m¨ªtines.
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