Euskadi quiere recuperar las fiestas
Quiz¨¢ sin conocer en muchos casos sus or¨ªgenes y significado, los vascos celebrar¨¢n a partir de ma?ana, y hasta la noche del martes, los carnavales. Por unos d¨ªas tratar¨¢n de olvidar sus conflictos y superar las tensiones para, desempolvando disfraces del ba¨²l, salir a la calle a pasar los d¨ªas anteriores al mi¨¦rcoles de ceniza entre el baile, el canto, la bebida y la alegr¨ªa.
En el Pa¨ªs Vasco hay que remontarse casi hasta el magdaleniense prehist¨®rico para encontrar los or¨ªgenes de la celebraci¨®n de los carnavales, que conocidos, entonces como ?feria de los locos?, se celebraban en las primeras calendas de enero. En su origen eran verdaderas org¨ªas de hombres y mujeres vestidos con pieles de animales, con la cara cubierta. Se bailaba a la luz de la Luna, a la que se adoraba de esta forma hasta el amanecer. En opini¨®n de expertos, aquellos primeros vascos practicaban as¨ª un paganismo c¨®smico mezclado con pr¨¢cticas de aquelarre y edonismo.
Siglos despu¨¦s, cristianizados los vascos, los carnavales perder¨ªan su car¨¢cter pagano, para quedar convertidos en motivo de fiesta, alegr¨ªa, bebida y banquetes en los d¨ªas anteriores al mi¨¦rcoles de ceniza, inicio de la Cuaresma.
Tolosa, Ituren y Lanz, la tradici¨®n
La celebraci¨®n tradicional de los carnavales se perdi¨® en casi todo el Pa¨ªs Vasco a final de los a?os treinta, y no hab¨ªa podido ser recuperada durante el franquismo. El pasado a?o, San Sebasti¨¢n y Pamplona reiniciaron t¨ªmidamente su celebraci¨®n, y este a?o se sumar¨¢n Vitoria y Bilbao, que los conoci¨® por ¨²ltima vez hace cincuenta a?os.Tolosa (Guip¨²zcoa), Ituren y Lanz (Navarra) ser¨¢n las tres localidades vascas donde se concentrar¨¢ la atenci¨®n de los amantes de los carnavales con tradici¨®n. Aunque con sabor urbano y muy actualizados, los carnavales tolosanos suelen atraer cada a?o a miles de vascos. All¨ª se combina el sabor de los viejos carnavales con la celebraci¨®n de desfiles de carrozas y otros actos. Sin embargo, ser¨¢ en Lanz donde, una vez m¨¢s, el visitante podr¨¢ ver unos carnavales aut¨¦nticos, con todo el sabor de una tradici¨®n, celosa y fielmente conservada.
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