"Popgrama" y "Aplauso" o la miseria de RTVE
Hay dos programas musicales, dos. El uno se llama Aplauso, y el otro, Popgrama. El uno pasa en plan estrella por la Primera Cadena de este pa¨ªs, el otro est¨¢ encerrado por all¨ª, en alguna parte de la jungla procelosa de la Segunda Cadena.Aplauso lo dirige Jos¨¦ Luis Uribarri, jefe de Relaciones P¨²blicas de RTVE (cargo que contin¨²a ostentando), a quien el verano pasado se le pidi¨® un programa de variedades para cubrir la estaci¨®n. Uribarri, ni corto ni perezoso, busc¨® unos cuantos colaboradores m¨¢s o menos al d¨ªa y con un presupuesto no delirante y la ayuda, obviamente interesada, de las casas de discos ofreci¨® lo que se le ped¨ªa.
Popgrama, por su parte, comenz¨® con un largo equipo de redactores, que se ha reducido a s¨®lo cuatro. Su presupuesto es tirando a ¨ªnfimo y su decorado, su realizaci¨®n, su misma puesta en escena, son pobres y poco -si algo- imaginativas.
Falto de medios de cohesi¨®n interna, el Popgrama emigra a Zaragoza o Galicia en unas condiciones castrantes, para traer en la mochila unas pel¨ªculas que muchas veces no suenan, filmadas con una sola c¨¢mara y defectos de luz.
Mientras, Aplauso, presentado por unas chicas muy monas, faltas de credibilidad, pero standards e inocuas, mantiene un ritmillo, trae a cantar playbacks (de eso no tienen la culpa) a gente como Genya Ravan, Eddie Money, Status Quo o Amanda Lear y hace concursos como el de ?La juventud baila?, que ha resultado un buen montaje. Es, en suma, un programa familiar de corte moderno, especie que nunca hab¨ªa anidado en Espa?a.
El Popgrama, en cambio, recaba todo tipo de pel¨ªculas de los grupos m¨¢s anticomerciales, y por all¨ª desfila, m¨¢s reales que en Aplauso, gente como Dire Straits, Sid Vicious, Chicho S¨¢nchez Ferlosio y Veneno, o realizan, muy de tarde en tarde, reportajes como el de Bob Dylan. Su atractivo reside en quienes lo presentan, saben de qu¨¦ hablan en mayor o menor medida, es gente fiable e informativa, van muchas veces por delante y el programa funciona porque es el ¨²nico y, por tanto, mejor de los que se dedican, seg¨²n sus palabras, al rock y al rollo.
Aplauso es un programa exot¨¦rico, mayoritario, standard. Popgrama es un espacio esot¨¦rico, minoritario, extra?o.
Lo com¨²n en ambos y a sus respectivos niveles es la carencia de medios que en otras estupideces se derrochan.
Aplauso debiera tener horas de estudio y presupuesto suficientes como para que los artistas cantaran en directo y debiera poder realizar conexiones, disponer de unidades m¨®viles, es decir, de todo aquello que TVE malgasta o no utiliza.
El Popgrama, a su vez, debiera disponer de una puesta en escena algo menos m¨ªsera, o contar con medios para realizar buenos reportajes, o mantener unas previsiones que requieren tiempo de trabajo y disponibilidades t¨¦cnicas.
Pero no, nada de esto ocurre. TVE, a la cual la m¨²sica le da lo mismo (no hay un programa de flamenco, de jazz, y los de cl¨¢sica tampoco tienen medios), espera aterrorizada y confusa desde el a?o 75, a ver qu¨¦ cambios se producen, y no hace nada. Aunque, eso s¨ª, por efecto de la inercia, todav¨ªa es capaz de sorprenden con Hoteles, Sumar¨ªsimos y Fant¨¢sticos.
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