El ordenador limita la alegr¨ªa en la fiesta del PSOE
?No puedo dar una versi¨®n seria sobre esta falta de seriedad informativa?, aseguraba el l¨ªder de la oposici¨®n y secretario general del PSOE, Felipe Gonz¨¢lez, minutos despu¨¦s de que, a trav¨¦s de RTVE, el ministro del Interior anunciara que los resultados electorales que se conoc¨ªan hasta las cinco de la ma?ana daban 170 diputados a la UCD y 116 a los socialistas.Para llegar a esta conclusi¨®n, el dirigente socialista guard¨® un absoluto mutismo a lo largo de toda la noche electoral, enclaustrado, junto con Tierno y algunos miembros de la ejecutiva en una sala de la planta sexta del edificio que en Joaqu¨ªn Garc¨ªa Morato, ocupa la sede del PSOE. Un piso m¨¢s abajo, ?todo un s¨ªmbolo?, un cartel sobre una puerta de madera protegida por un cierre met¨¢lico anuncia las oficinas de la empresa de maderas Adri¨¢n Piera, presidente de la C¨¢mara de Comercio de Madrid y reconocido hombre p¨²blico de derechas. Alguien comenta: ?Con tanto rojo, es l¨®gico que la derecha eche el cierre?.
?Pueden subir quince?. Y el servicio de orden deja pasar a quince pacientes socialistas, o simpatizantes, o curiosos (los informadores tienen libre acceso, sin esperar tempranos abandonos), o invitados a una fiesta electoral que, en buena medida, resulta chafada por el curso del escrutinio. No obstante. los resultados que el centro de seguimiento del PSOE refleja intermitentemente en una gran pantalla instalada en la fachada de la sede socialista son lo suficientemente esperanzadores como para mantener en pie a una nutrida masa de seguidores, o simpatizantes, o curiosos ciudadanos que aguardan la oportunidad de poder contarse entre los quince.
Dentro, de la primera a la s¨¦ptima planta -la sexta encierra el silencio de la preocupaci¨®n, si acaso, ante el requerimiento de alg¨²n periodista para poder hablar con Felipe o con Tierno, o ?con alguien que tenga fuerza, comprendelo Helga?, la puerta entreabierta permite que alguien asegure que ?Felipe hablar¨¢ cuando los resaltados que se conozcan sean m¨¢s significativos- la fiesta electoral transcurre entre la ilusi¨®n de los resultados propios y el gesto adusto que originan los resultados del ordenador de Mart¨ªn Villa.
Poco despu¨¦s de la una de la madrugada, Alfonso Guerra, que controla el ordenador particular del partido, ofrece unos resultados indicativos obtenidos a trav¨¦s de un muestreo sobre 1.700 mesas electorales: el PSOE, 33,42%; 31,60%. Tambi¨¦n ofrece Guerra resultados de otros partidos, pero la clientela est¨¢ m¨¢s interesada por el duelo entre los dos grandes. Sin embargo, Guerra -m¨¢s tristeza en el ambiente- advierte: los resultados de los nacionalistas en el Pa¨ªs Vasco, ?que pueden obtener m¨¢s del 50% de los votos?, puede representar ?un problema a nivel nacional?.
La fiesta contin¨²a su curso, entre comentarios jocosos y lamentaciones contenidas. Tampoco es que aquello sea un duelo, pero, est¨¢ claro, no es el fin de fiesta a unas esperanzas cumplidas. Masiel y Pilar Mir¨®, por citar algunas caras femeninas famosas (UCD cont¨® en su fest¨ªn electoral hasta con las trillizas), y muchos corresponsales extranjeros. M¨¢s que en cualquier otra fiesta electoral. Lo dem¨¢s, militancia concienciada y profesionales de la informaci¨®n. No estaba el horno para bollos. La alternativa del poder parece despertar un inter¨¦s menos fr¨ªvolo.
Al final, antes de que Felipe Gonz¨¢lez mande al personal a sus casas, ?esperamos hasta ma?ana a conocer los resultados definitivos?, el l¨ªder socialista rompe su silencio para. con gesto preocupado y aspecto visiblemente cansado -terno de pana verde y bufanda mitinera al cuello-, asegurar que ?tengo la ?mpresi¨®n de que ganaremos en votos populares, aunque en estos momentos no se c¨®mo se traducir¨¢n en esca?os?.
Todav¨ªa tiene tiempo Felipe Gonz¨¢lez, al filo ya de las seis de la madrugada, de recomendar a la UCD que forme Gobierno si los resultados son los que Mart¨ªn Villa acababa de anunciar y de negar la posibilidad de que el Pa¨ªs Vasco alcance -?porque creo sinceramente que no lo desea?- la independencia.
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