Los centristas descartan el Gobierno de coalici¨®n
?Nadie piensa ahora en coaliciones. Vamos a llegar como m¨ªnimo a los 170 esca?os, y con eso nos bastamos nosotros solos para gobernar?. El secretario general de UCD, Rafael Arias Salgado, despachaba abrazos a una y otra banda, en el transcurso de la fiesta organizada por su partido en un hotel madrile?o.
Los l¨ªderes centristas reconoc¨ªan que sus previsiones de ¨²ltima hora, antes de abrirse las urnas, les daban entre 155 y 168 diputados. ?La realidad -a?ad¨ªan-, va a superar nuestros propios c¨¢lculos, es muy posible que alcancemos los 172?. El aplauso m¨¢s fuerte de la sala fue, sin duda, para Marcelino Oreja, en el momento en que la pantalla ariunci¨® la probabilidad de que consiguiera su esca?o.El propio Arias Salgado manifest¨® a EL PAIS que el presidente Adolfo Su¨¢rez escuchaba tranquilo, a medianoche, los primeros resultados de las elecciones generales. Entretanto, la Fiesta de UCD se calentaba por minutos. Federico lsart manejaba euf¨®rico un curioso bar¨®metro para se?alar las diferencias entre UCD y PSOE. Para las tres de la madrugada la flecha se?alaba ya cuarenta esca?os a favor de los centristas. Los cinco esca? os probables del PSA se sent¨ªan casi como propios, al fin y al cabo se restaban al PSOE.
La de UCD fue una fiesta a la americana. con reparto masivo de bufandas naranjas y verdes, los colores del partido. Grandes pantallas de televisi¨®n, por las que se emit¨ªa hasta la saciedad la imagen de Su¨¢rez, y la canci¨®n electoral del partido, un circuito cerrado por el que fueron pasando, entrevistados en la propia sala, desde el llamado senador del Metro, Armando de Benito, a las Trillizas, quienes con sus conocidas vocecitas afirmaron ufanas que de UCD lo que m¨¢s les eritusiasmaba eran los colores.
Jos¨¦ Luis Alvarez, el ex alcalde de Madrid, admiti¨® ser ?un se?or divertido?. Estaba tambi¨¦n Encarnita Polo, muy cerca de Alfredo Amestoy, que fue a la apoteosis ucedista sin Botejara alguno. El senador del Metro y Lauren Postigo prestaron, con su presencia, el aire populachero y sentimental que saltaba. por ejemplo, del rostro de Juan Luis Galiardo al de Antonio Font¨¢n. Con un g¨¹isqui en la mano, el realizador Miguel Picazo, el de La t¨ªa Tula, no filmaba, sino que se admiraba. ?La t¨ªa Tula?, dir¨ªa Umbral en la fiesta, ?ser¨ªa hoy de UCD?.
Antonio Font¨¢n, candidato n¨²mero dos al Congreso por Madrid, surgi¨® de las catacumbas carnavaleras de la fiesta para asegurar que ?el partido, con 160 esca?os probables, estar¨¢ cerca de lograr su objetivo en estas elecciones?.
Los aplausos m¨¢s nutridos de la noche se los llev¨® Miguel de los Santos, el presentador de la fiesta de UCD. Lo que no ha conseguido en sus programas de televisi¨®n este profesional de la imagen, lo consigui¨® anoche gracias a un pueblo de Zaragoza, Oceja, cuyos veintid¨®s electores votaron a UCD ?como un solo hombre?, dijo el que fue presentador de Noches de Europa.
El ambiente en la fiesta de UCD era euf¨®rico, pero desapasionado. Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico parec¨ªa, una vez m¨¢s, un partido con vocaci¨®n de norteamericano. Miguel de los Santos tuvo que pedir alguna vez ?un gran aplauso para Font¨¢n? o una sonrisa distendida para seguir ?la gran noche de UCD?.
Pasadas las cinco de la madrugada, la fiesta de UCD segu¨ªa con aires m¨¢s bien de resaca. Encerrados los l¨ªderes en sus cuarteles generales, al personal no le quedaban ya fuerzas, a pesar de las sopas de ajo, m¨¢s que para alg¨²n aplauso de compromiso cada vez que el panel de resultados confirmaba la irresistible ascensi¨®n de los hombres de Su¨¢rez. El solitario de la Moncloa sonre¨ªa desde todas las paredes de la sala, iluminado por un foco cenital. Los seguidores del partido centrista ni siquiera ten¨ªan fuerzas para celebrar su ¨¦xito. Se dir¨ªa que descansaban tan s¨®lo. despu¨¦s de haberse quitado de encima el fantasma de un posible Gobierno socialista.
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