Ultima oportunidad para la Diputaci¨®n y la afici¨®n de Madrid
La Diputaci¨®n Provincial decidir¨¢ posiblemente ma?ana si acepta o no la pr¨®rroga solicitada por Diodoro Canorea para depositar la fianza de 33 millones de pesetas a que le obliga su condici¨®n de ganador de la subasta de Las Ventas. Si la acepta, imaginamos el aluvi¨®n de impugnaciones que producir¨¢n los restantes licitadores. Si no la acepta, habr¨¢ de decidir inmediatamente una f¨®rmula para que la temporada madrile?a no se vea gravemente lesionada, pues Canorea quedar¨¢ eliminado como empresario.
Si este ¨²ltimo supuesto se produce, la Diputaci¨®n tendr¨¢ una oportunidad de oro para intentar corregir un c¨²mulo de errores y la afici¨®n madrile?a la posibilidad de que se le garantice una temporada de plenitud en cuanto a festejos y calidad de los mismos.Es cierto que la Diputaci¨®n Provincial debe procurar sacarle la m¨¢xima rentabilidad a su plaza de toros, pero no puede exprimir sus posibilidades hasta el punto de hipotecar la buena marcha de la fiesta para el futuro. Un dinero excesivo exigido hoy podr¨ªa deteriorar el espect¨¢culo y convertirlo en negocio ruinoso en un plazo de muy pocos a?os.
En el caso de que haya nueva subasta, y sobre todo si se decide la adjudicaci¨®n directa, la Diputaci¨®n est¨¢ en condiciones de exigir a la nueva empresa,, aparte de prestaciones econ¨®micas, un programa de tal forma concebido que pueda satisfacer a los aficionados y al tiempo promocionar la fiesta. Est¨¢, adem¨¢s, obligada moralmente a hacerlo as¨ª, pues pr¨¢cticamente tiene el monopolio de este espect¨¢culo en Madrid, por antiqu¨ªsimas disposiciones que prohiben la construcci¨®n de otra plaza en un amplio c¨ªrculo, cuyo centro es Las Ventas.
Operaci¨®n delicada
La adjudicaci¨®n directa es una operaci¨®n muy delicada, que quiz¨¢ de pie a diversas suspicacias, pero apenas tendr¨¢n relevancia (o incluso no se producir¨¢n) si la Diputaci¨®n asegura la fiesta espl¨¦ndida que los madrile?os quieren y no han podido tener en muchos a?os.
A partir de las municipales tendremos una Corporaci¨®n nueva y la saliente har¨¢ a ¨¦sta un gran servicio si le deja en marcha (por tanto, en pleno ensayo) la nueva f¨®rmula, cuya vigencia podr¨ªa ser tan s¨®lo para la presente temporada. Y, a la vista de los resultados, habr¨ªa una opci¨®n m¨¢s para decidir qu¨¦ se debe hacer con el coso en 1980 y temporadas sucesivas.
Las actuales zozobras no se pueden repetir. Nunca, que recordemos, ha habido tanta desconsideraci¨®n para la afici¨®n de Madrid. Estamos a 5 de marzo y nadie sabe cu¨¢ndo empezar¨¢ la temporada ni en qu¨¦ va a consistir. Jam¨¢s hab¨ªa ocurrido algo as¨ª.
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