?Votar por correo?

La respuesta es: ?C¨®mo? En efecto, somos un grupo de soldados que todav¨ªa no sale de su asombro al pensar que ya se han celebrado las elecciones y no hemos tenido la oportunidad de votar.Todos nosotros cursamos, en su d¨ªa, y con la debida antelaci¨®n, la solicitud de inscripci¨®n en el censo, en los t¨¦rminos indicados en la hoja de instrucciones adjunta, envi¨¢ndola posteriormente a sus respectivos destinatarios. Y hasta la fecha lo ¨²nico cierto que sabemos es que el tema elecciones ya es agua pasada. Sin m¨¢s, y de esta forma tansimple, resulta que se ha privado a un grupo de ciudadanos espa?oles de su derecho al voto, sin que pueda darse otra explicaci¨®n sino la negligencia y despreocupaci¨®n, de las autoridades y ¨®rganos encargados de organizar el fabuloso rompecabezas que han supuesto las elecciones.

Curiosamente, y despu¨¦s de contrastar diversas opiniones entre nosotros, hemos llegado a la conclusi¨®n de que la gente censada en las grandes ciudades ha sido la m¨¢s perjudicada en este aspecto. No queremos entrar en averiguaciones puesto que sean cuales fueren estas causas, resulta aut¨¦nticamente intolerable que se produzcan a estas alturas, y con la experiencia de unas elecciones anteriores por medio, situaciones como las ya expuestas.

Para m¨¢s inri, tiene uno que soportar la puntilla de TVE y dem¨¢s medios de comunicaci¨®n cuando, refiri¨¦ndose a la abstenci¨®n, reza: ?Si te abstienes, no tienes derecho a quejarte.? ?Por favor, se?ores! Nosotros hemos tenido que abstenernos, por todo lo dicho, y precisamente por ello, creemos honestamente que tenemos todo el derecho del mundo a quejarnos. ?No les parece?