"El lenguaje ?pasota? busca recursos en el mundo de la marginaci¨®n urbana"
El profesor Casado Velarde analiza los usos ling¨¹ist¨ªcos de un sector estudiantil
?El lenguaje "pasota" es una manifestaci¨®n ling¨¹¨ªstica de la Espa?a actual que se ha asentado, sobre todo, en un ambiente estudiantil universitario, entre personas en su mayor¨ªa de extracci¨®n y educaci¨®n burguesas, con un trasfondo ideol¨®gico anarquizante y contracultural, que tiene como manifestaci¨®n el recurso a t¨¦rminos cal¨®s, a vocabulario del mundo de la droga, al lenguaje del hampa, al de la marginaci¨®n y a otros t¨¦rminos arg¨®ticos estudiantiles.?
Manuel Casado Velarde, doctor en Filolog¨ªa Moderna y especialista en lenguajes marginales, cree que aunque las manifestaciones ling¨¹¨ªsticas ?pasotas? comenzaron a utilizarse en Espa?a por los a?os setenta, hasta el per¨ªodo 1976-1979 no han tomado fuerza y no han sido consideradas seriamente por los ling¨¹istas. El mismo est¨¢ estudiando el lenguaje ?pasota? tal y como se refleja en el habla, en las novelas, en las revistas y en los peri¨®dicos de nuestros d¨ªas. Como anticipo de un estudio m¨¢s extenso sobre este fen¨®meno, acaba de publicar un libro-an¨¢lisis de este lenguaje, en la prensa (Lengua e ideolog¨ªa. Estudio de ?Diario Libre?. Eunsa, 1978).?Quiz¨¢ podamos encontrar antecedentes de esta tendencia populista a empedrar de vocablos y frases vulgares el habla culta y a apoyar en estos t¨¦rminos el habla normal en el siglo XIX y en los primeros veinticinco a?os del actual. La intensidad que adquirieron, por ejemplo, el habla agitanada o el lenguaje de los chulos -del que tanto se aprovech¨® Arniches para sus comedias- fue tan notoria, que le llev¨® a decir a Ortega y Gasset a Gili Gaya: "Note ustedque la ¨²ltima generaci¨®n que ha hablado en chulo es la nuestra."?
Para Ortega y Gasset el triunfo del lenguaje chulo se produjo en los ¨²ltimos a?os del siglo pasado. ?Y en vez de influir las clases abstractas (intelectuales, burguesas) sobre el chulo dom¨¦stico madrile?o, acaeci¨® el caso incre¨ªble de que fuese el chulo quien daba el tono a la vida madrile?a, imponiendo hasta su l¨¦xico... Durante veinte a?os, la conversaci¨®n de las altas clases directoras arrastr¨® todo el vocabulario soez y crudo barroquismo de la plebe madrile?a. Los arist¨®cratas o hablaban en franc¨¦s o hablaban en chulo, y por muy alto que se subiese la dicci¨®n plebeya, en manera viva salpicaba el di¨¢logo.?
En la creaci¨®n y formaci¨®n del lenguaje ?pasota? intervienen complicados factores, agentes tanto de tipo socioling¨¹¨ªstico como personal. ?Est¨¢ claro que se da una gran interdependencia entre el p¨²blico que lo utiliza, los escritores que lo "recrean" y los medios de comunicaci¨®n que lo recogen y que, en cualquier caso, ayudan a transmitirlo. ?Acaso no desempe?an un importante papel en la creaci¨®n y divulgaci¨®n del l¨¦xico "pasota" revistas como Ajoblanco, escritores como Francisco Umbral o humoristas como Forges??
El vocabulario diferencial espec¨ªfico del ?pasotismo? -dice el profesor Casado- est¨¢ constituido por diversos vocablos de hablas marginales. Entre ¨¦stas hay que se?alar los gitanismos con elementos procedentes del cal¨® (menda, camelo, cheli, chingado, jai, parn¨¦, pirado...); la jerga de la delincuencia (chorizo, papela, trena, birlar, levantar) y los vulgarismos (apoquinar, cachondada, tela, escogorciarse, mismamente... ). Adem¨¢s de la pobreza l¨¦xica debido a una especie de pereza mental, que se exterioriza en el uso de palabras-comod¨ªn (tendencia a la sufijaci¨®n nominal en ata y amen, como bocata, cubata, tetamen, muslamen) y, sobre todo, la utilizaci¨®n por antonomasia de la palabra pasar, el lenguaje ?pasota? posee una clara connotaci¨®n; es normalmente veh¨ªculo de una ideolog¨ªa contracultural, anarquista y underground, propia de un determinado grupo estudiantil.
El l¨¦xico ?pasota? est¨¢ muy vinculado a grupos estudiantiles juveniles que, en muchos de los casos, proceden de familias de extracci¨®n burguesa y que utilizan el lenguaje pobre, desenfadado y c¨®modo del ?pasotismo? como reacci¨®n y protesta frente al lenguaje formal, acad¨¦mico, tecnocr¨¢tico y r¨ªgido que preside la vida de las profesiones de sus padres y las informaciones oficiales de los poderes p¨²blicos establecidos.
Como todas las modas ling¨¹¨ªsticas juveniles -dice Manuel Casado-, la moda del lenguaje ?pasota? pasar¨¢. Es una moda efimera. Sin embargo, algunos de los t¨¦rminos que han utilizado se instalar¨¢n en el diccionario porque habr¨¢n cristalizado en el habla real del pueblo. Mientras tanto, es tarea del ling¨¹ista no decir si este lenguaje es bueno o malo, sino analizar sus componentes, describir el fen¨®meno y descubrir sus causas y consecuencias.
El lenguaje ?pasota? se transmite y se crea en gran parte a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n de masas. Adem¨¢s de l¨¦xico ?pasota? en novelas, encontramos este tipo de vocabulario en revistas (un buen ejemplo de ello lo constituye gran parte de la llamada prensa marginal) y en algunos peri¨®dicos. Manuel Casado, que tambi¨¦n es profesor de redacci¨®n period¨ªstica, tras haber hecho un estudio ling¨¹¨ªst¨ªco del peri¨®dico Diario Libre (16 de febrero al 8 de abril de 1978) ha llegado a la conclusi¨®n de que el lenguaje ?pasota? no se puede aplicar al lenguaje informativo,?ya que la informaci¨®n que se da a trav¨¦s del lenguaje "pasota" es una informaci¨®n manipulada, debido a que va envuelta de importantes connotaciones de un sector muy concreto que utiliza dicho lenguaje. La noticia contada en "pasota" reduce, entre otras cosas, la pretensi¨®n de universalidad y difusi¨®n de todo mensaje informativo?.
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