Brezinski no consigui¨® el respaldo de jordanos y sauditas a la paz egipcio-israel¨ª
El consejero presidencial norteamericano, Zbigniew Brzezinski, regres¨® ayer a Washington sin haber conseguido que Arabia Saudita y Jordania respaldasen el inminente tratado de paz Egipcio-lsrael¨ª, aunque, aparentemente, obtuvo garant¨ªas de que Riad y Amman no aplicar¨¢n sanciones duras contra Egipto despu¨¦s de la firma del acuerdo.
La delegaci¨®n estadounidense, encabezada por Brzezinski, mantuvo entrevistas con el rey Jaled, de Arabia Saudita, y el rey Hussein, de Jordania, que fueron descritas por los norteamericanos como ?francas, ¨²tiles y constructivas?. Estos eufemismos del lenguaje diplom¨¢tico se utilizan generalmente cuando existen amplias diferencias entre las partes negociadoras y no se realiza ning¨²n progreso en las conversaciones.El pr¨ªncipe Saud, ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita, declar¨®, poco despu¨¦s de que la delegaci¨®n norteamericana abandonara Riad, que la ¨²nica soluci¨®n para el problema de Oriente Pr¨®ximo es aquella que sea aceptable para todos los pa¨ªses ¨¢rabes y para el pueblo palestino. Por su parte, el rey Hussein recibi¨®, la v¨ªspera de la llegada de Brzezinski, al l¨ªder de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), Yasser Arafat, en un claro gesto dirigido a los norteamericanos.
El dirigente de las guerrillas palestinas anunci¨®, en una entrevista en la televisi¨®n norteamericana, que pedir¨¢ un boicot petrol¨ªfero contra Estados Unidos y Egipto, si el tratado de paz egipcio-Israel¨ª llega a firmarse.
Aunque nadie esperaba que Jordania y Arabia Saudita fueran a dar su respaldo al tratado de paz patrocinado por Washington, la misi¨®n norteamericana habr¨ªa intentado especialmente evitar una ?reacci¨®n precipitada? de aquellos pa¨ªses contra el acuerdo, que, seg¨²n todos los indicios, se firmar¨¢ en la Casa Blanca el pr¨®ximo lunes.
En los medios gubernamentales norteamericanos se daba ayer como totalmente improbable que jordanos y sauditas rompan sus relaciones diplom¨¢ticas con Egipto despu¨¦s de la firma del tratado de paz. Tampoco se cree posible que Riad y Amman vayan a sumarse a la postura que adopten los pa¨ªses del llamado ?frente de rechazo?.
Lo que no est¨¢ claro es qu¨¦ grado de neutralidad ha conseguido la Administraci¨®n Carter de las dos monarqu¨ªas conservadoras, cuyas posiciones respecto al acuerdo egipcio-israel¨ª se consideran claves.
Si Arabia Saudita optara por una condena radical del tratado, se producir¨ªa un serio deterioro en las relaciones con Estados Unidos, que podr¨ªa plasmarse en un nuevo aumento de, los precios del petr¨®leo. Adem¨¢s, una oposici¨®n total de la monarqu¨ªa saudita har¨ªa imposible, en la pr¨¢ctica, la otra gran esperanza de los norteamericanos: que Jordania se sume a la segunda fase de las negociaciones.
Hasta el momento, el rey Hussein se ha negado rotundamente a participar en dichas negociaciones sobre la autonom¨ªa para los palestinos que habitan los territorios ocupados de CisJordania y, Gaza, ni parece probable que acepte en un futuro inmediato. Ello deja en el aire el segundo acuerdo-marco de Camp David y los planes norteamericanos para una paz total en Oriente Pr¨®ximo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.