Godard a la americana
Tras realizar dos cortos y un largometraje en la Universidad de Nueva York, Martin Scorsese consigui¨® realizar su primer filme comercial gracias al productor y director independiente Roger Corman. Fue Boxcar Bertha (1972). La aportaci¨®n de Corman como productor al ¨²ltimo cine americano es impagable. Su marca -la New World Pictures- ha producido los primeros filmes de Francis Ford Coppola (Dementia 13), Peter Bogdanovich (Targets), Monte Hellman (The beast from the haunted cave, The Shooting, Ride in the whirlwind), Martin Scorsese y muchos otros j¨®venes talentos del cine americano. Pero la colaboraci¨®n Corman-Scorsese no acaba ah¨ª. El mismo a?o en que se hace Boxcar Bertha, Corman consigui¨® los adelantos de distribuci¨®n que permiten a Scorsese rodar su tercer largometraje: Mean streets.Malas calles es la historia de cuatro chicos del barrio italiano de Manhattan: Tony, propietario de un bar; Michael, hombre de negocios, Charlie (Harvey Keitel), buen chico, aspirante a ser un mafioso respetable como su t¨ªo Giovanni, y cat¨®lico obsesionado -su ¨ªdolo es Francisco de As¨ªs-, que un d¨ªa decide otorgarse como penitencia la protecci¨®n de su pariente Johnny Boy (Robert de Niro), hacer de ¨¦l su cruz. Este es un novato enloquecido, charlat¨¢n, que vive de pr¨¦stamos que nunca paga, un caso perdido. Malas calles es la historia de los infinitos problemas en que se mete Charlie por su tragic¨®mica postura de protector de Johnny Boy. De Niro, exuberante y arrollador, supert¨¦cnico, compone uno de los macarras m¨¢s cre¨ªbles de toda la historia del cine. Harvey Keitel hace un trabajo no menos brillante, pero contenido.
Malas calles (Mean streets)
Director: Martin Scorsese.Gui¨®n: Martin Scorsese y Mardik Martin. Fotograf¨ªa: Kent Wakeford. M¨²sica: Rolling Stones. Int¨¦rpretes: Robert de Niro, Harvey Keitel, David Proval, Amy Robinson, Richard Romanus, Cesare Danova, David Carradine y Jeannie Beli. Norteamericana, 1973. Locales de estreno: Benavente y D¨²plex 1.
Scorsese no se molesta en ocultar las fuentes de su inspiraci¨®n. Por un lado, el cine negro americano de los a?os treinta, las historias de buen chico que acaba en el mal camino, elementos autobiogr¨¢ficos perfectamente integrados en la acci¨®n, los filmes de serie B, en un momento incluso homenaje a Corman, patriarca de la serie B en los a?os 60-70-, cuando los protagonistas se esconden en un, cine de sesi¨®n continua y programa doble donde proyectan una de sus pel¨ªculas. Por otro lado -y no menos intensa-, est¨¢ la influencia de Godard. ?Ve Scorsese el cine americano a trav¨¦s del filtro godardiano? Es probable. En cualquier caso, su historia de jovencitos que juegan a ser g¨¢ngsters de mayores remite bastante directamente a A bout de souffle, el traveling final de De Niro, corriendo, tropezando, con un tiro en la espalda, est¨¢ calcado de la muerte de Belmondo-Poiccard en dicho filme y, para colmo, el propio Scorsese interpreta al asesino, mientras Godard hac¨ªa el delator en su pel¨ªcula. Demasiadas coincidencias. No menos godardiana resulta la escena de amor de Arny Robinson y Harvey Keitel, quien, adem¨¢s, durante toda la pel¨ªcula juega al Jean-Pierre L¨¦aud americano. Scorsese retrata a su grupo de personajes como prisioneros de un c¨ªrculo del que fuera imposible salir, localizado en un decorado -el barrio- de horizonte cercano y cerrado -la ¨²nica vez que los protagonistas salen de ¨¦l se pierden en Brooklyn y uno de ellos encuentra la muerte, el juego se acaba.
Malas calles es, quiz¨¢, la pel¨ªcula m¨¢s imperfecta y menos acabada de cuantas conocemos aqu¨ª de su autor. Es tambi¨¦n la menos relamida, la menos esteticista. Malas calles es un filme endiabladamente ¨¢gil, inquieto, nervioso. Una pel¨ªcula con garra, que anunciaba ya a uno de los mayores talentos visuales del cine americano.
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