Marruecos desmiente la "liberaci¨®n" de Tifariti, Haussa y Farsia
Fuentes militares marroqu¨ªes declararon ayer a EL PA?S que est¨¢ desprovisto de todo fundamento y es eminentemente propagand¨ªstico el anunc¨ªo hecho el martes por el Frente Polisario en Argel, seg¨²n el cual dicha organizaci¨®n ?Iiber¨®? las ciudades de Tifariti, Haussa y Farsia, en el Sahara marroqu¨ª.
De acuerdo con las fuentes, el propio comunicado del Polisario, que reconoce que las citadas zonas est¨¢n deshabitadas, confirma que no hay tal ?liberaci¨®n?. El Ej¨¦rcito marroqu¨ª, de acuerdo con los datos suministrados a EL PA?S, act¨²a en esa zona, de poblaci¨®n n¨®mada, situada al sureste del ex Sahara occidental, de la misma manera que los n¨®madas de la regi¨®n; es decir, establece sus campamentos por un tiempo en una zona y luego los abandona, seg¨²n las necesidades. Los marroqu¨ªes afirman que el Ej¨¦rcito espa?ol est¨¢ en niejores condiciones que nadie para confirmar esto. A?aden que en el ex Sahara espa?ol s¨®lo existen cuatro n¨²cleos urbanos reconocidos: Tahala, en el Sahara atribuido a Mauritania por los acuerdos de Madr¨ªd, y El Aai¨²n, Smara y Bojador, en el Sahara marroqu¨ª. Por otra parte, el coronel Abruk, que desde marzo de este a?o es jefe de la regi¨®n militar del Sahara, indic¨® ayer que Marruecos controla eficazmente los centros habitados del Sahara marroqu¨ª. Esta declaraci¨®n confirma informaciones ya publicadas por EL PA?S de que Marruecos se orienta en esta nueva etapa a garantizar el control firme de los centros habitados de la costa y llevar la guerra al interior del Sahara con las mismas armas y en las mismas condiciones que el Polisario.Todas estas actitudes militares tendr¨¢n que ser ratificadas, sin embargo, por el Consejo de Defensa Nacional marroqu¨ª.
Mayor preocupaci¨®n, sin embargo, despierta en Marruecos la situaci¨®n en Mauritania, que parece al borde del colapso como Estado. Para los marroqu¨ªes, la intransigencia del Polisario, que exige una capitulaci¨®n de Nuakchott, y las presiones combinadas de Argelia, por un lado, y Francia, por otro, colocan a este pa¨ªs, de dif¨ªcil equilibrio entre las comunidades negra y ¨¢rabe, al borde de la disgregaci¨®n.
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