Las compa?¨ªas petrol¨ªferas se oponen al plan de Carter
El nuevo plan energ¨¦tico del presidente Carter recibi¨® m¨¢s cr¨ªticas que alabanzas y tendr¨¢ que enfrentarse a serias dificultades para obtener la aprobaci¨®n del Congreso, dada la oposici¨®n radical de las poderosas compa?¨ªas petrol¨ªferas.Seg¨²n el programa presidencial, los precios del petr¨®leo de producci¨®n dom¨¦stica se desregular¨¢n progresivamente, pasando de los aproximadamente diez d¨®lares por barril actuales al precio del mercado mundial, de diecis¨¦is d¨®lares por barril, en 1981, Para impedir que las corporaciones petrol¨ªferas obtengan lo que se denomina aqu¨ª un windfall profit, o ?beneficio ca¨ªdo del cielo?, Carter propuso un impuesto extraordinario que grave estas ganancias resultantes de la desregulaci¨®n.
Mientras las grandes compa?¨ªas pon¨ªan el grito en el cielo y movilizaban sus poderosos lobbys en el Congreso para impedir la aprobaci¨®n del plan de Carter, el ciudadano medio comprend¨ªa que la desregulaci¨®n supondr¨¢ precios m¨¢s altos en las gasolineras. Pero una encuesta del Instituto Harris se?alaba ayer que m¨¢s del 70% de los norteamericanos apoyan los esfuerzos del presidente para reducir la dependencia energ¨¦tica de Estados Unidos.
Carter intent¨® anteriormente la desregulaci¨®n de los precios del crudo nacional, pero se encontr¨® con la oposici¨®n del Congreso. Esta vez, la batalla, que se anuncia dura y larga, est¨¢ mejor planteada por la Casa Blanca. La medida de imponer impuestos extraordinarios a las grandes compa?¨ªas contar¨¢, sin duda, con el respaldo popular, lo que no significa necesariamente que vaya a ser aprobada por el Congreso.
El representante dem¨®crata por Massachusetts, Edward Markey, explicaba ayer la situaci¨®n gr¨¢ficamente, al decir que ?los antiguos cristianos ten¨ªan m¨¢s posibilidades frente a los leones que tendr¨¢n los consumidores frente a las grandes compa?¨ªas?.
En algunos c¨ªrculos del Congreso se tem¨ªa que el plan de Carter quede reducido a un aumento de los precios del petr¨®leo, sin la contrapartida del impuesto extraordinario. Para algunos se.nadores, incluido Edward Kennedy, el presidente deb¨ªa haber vinculado la desregulaci¨®n a la aprobaci¨®n previa del impuesto, mientras que as¨ª lo que ha hecho Carter ha sido ?poner el carro delante del caballo?.
La Casa Blanca emprender¨¢ una amplia campa?a en favor de las medidas energ¨¦ticas durante los pr¨®ximos d¨ªas, pero los resultados son dudosos. Mientras la Administraci¨®n asegura que la retirada del control de precios supondr¨¢ un aumento de cuatro o cinco centavos de d¨®lar por gal¨®n de gasolina, el senador Jackson explicaba ayer que, seg¨²n sus c¨¢lculos, el aumento ser¨¢ cuatro veces m¨¢s.
El American Petroleum Institute, la Business Roundtalbe y otras organizaciones empresariales criticaron duramente el plan presidencial o, mejor dicho, la parte del mismo referente al impuesto extraordinario. Los consumidores se sienten preocupados por la influencia en la tasa de inflaci¨®n y, por ¨²ltimo, la enorme burocracia federal est¨¢ muy molesta por el anuncio hecho por Carter de que se reducir¨¢n o eliminar¨¢n los espacios de aparcamiento gratuitos, para favorecer el ahorro energ¨¦tico.
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