Ante la negociaci¨®n de precios agrarios
Gabinete t¨¦cnico FTT- UGT
El prop¨®sito de estas l¨ªneas es hacer una serie de meditaciones sobre la forma y el modo en que se est¨¢n efectuando las conversaciones de precios agrarios, adem¨¢s de otra peque?a aclaraci¨®n dirigida especialmente al consumidor, sobre las repercusiones en la cesta de la compra de las, posibles e inevitables alzas de precios.
Hace unos d¨ªas, el 20 de marzo, apareci¨® en EL PAIS un trabajo .sobre la importancia que supone la fijaci¨®n de precios para el sector agrario, m¨¢xime cuando ¨¦ste es actualmente el ¨²nico sistema eficaz para dar ox¨ªgeno a una renta que est¨¢ en clara inferioridad con respecto a la de los otros sectores. El desfase se sit¨²a en el 48 % con respecto a la nacional, raz¨®n por la cual los agricultores piensan, y as¨ª lo han afirmado repetidamente, que no pueden seguir as¨ª. Se comprende entonces la responsabilidad adquirida por la Federaci¨®n de Trabajadores de la Tierra ante sus 200.000 afiliados, a los que debe rendir cuentas de lo que se negocia y c¨®mo se negocia. Cuentas, adem¨¢s, claras, porque somos conscientes de que lo que se juzga ahora es la supervivencia de muchas explotaciones y el derecho al trabajo de un n¨²mero elevado de agricultores.
Todos lo saben, lo sabemos, y por eso habr¨ªa que hacer algunas puntualizaciones desde nuestra ¨®ptica al sistema de trabajo adoptado por la Administraci¨®n.
En primer lugar, y aunque parezca un poco absurdo decirlo, habr¨ªa que pedir al Gobierno un poco m¨¢s de seriedad y coherencia con un m¨ªnimo de imaginaci¨®n.
Comenz¨® la tabla de reuniones con un organismo, el FORPPA, al cual se le entreg¨® un cuestionario de propuestas para las medidas complementarias de cada producto regulado.
Se rechaz¨® a la vez, por poco representativo, el llamado m¨¦todo ?objetivo?, basado en los resultados econ¨®micos de una explotaci¨®n tipo de la Red Contable Agraria Nacional; las razones que se expon¨ªan se recogieron en un trabajo que el gabinete t¨¦cnico de la FTT public¨® en EL PAIS el d¨ªa 8 de marzo.
El FORPPA, no sabemos si aplicando la m¨¢xima de ?divide y vencer¨¢s?, llam¨® individualmente a cada organizaci¨®n para hacerles entrega de una documentaci¨®n que se podr¨ªa calificar de ?parcialmente ¨²til?.
En efecto: la documentaci¨®n del ministerio contiene una serie de ? consideraciones ? sobre la situaci¨®n general de la agricultura espa?ola, en donde textualmente reconoce, entre otros: ?En una s¨ªntesis apretada podr¨ªamos decir que el esquema capitalista afecta negativamente al sector agrario en tres campos:
a) En sus funciones de producci¨®n.
b) En el proceso de formaci¨®n de los precios y en la situaci¨®n frente al mercado.
c) En los aspectos econ¨®micos sociales relacionados con la actividad agraria.
En consecuencia, si el esquema de econom¨ªa de mercado discrimina la actividad del sector agrario, es razonable pensar que la actividad del Estado en su aspecto fiscal de gasto p¨²blico debe orientarse hacia una pol¨ªtica de "compensaci¨®n" de estos factores discriminatorios, como as¨ª viene ocurriendo en la generalidad de los pa¨ªses que basan su actividad econ¨®mica en el mercado libre. La cuesti¨®n radica en si esta actividad compensatoria del Estado es "suficiente", o sea, si resulta efectiva para contrapesar los nocivos efectos del sistema de desarrollo econ¨®mico basado en el mercado libre y en la libre empresa produce en el sector agrario. ?
Asombroso reconocimiento por parte del ministerio, que nos dej¨® a la vez entusiasmados y desconcertados, ante unas afirmaciones tan avanzadas, conociendo el espectro pol¨ªtico en que se desenvuelven los dirigentes del edificio de Atocha. Sin embargo, en nuestra opini¨®n, esto no pueden ser mas que justificaciones del grado de intervenci¨®n del Estado en el sector, y no es que nosotros nos opongamos a la intervenci¨®n del Estado, pero s¨ª a esta clase de intervenci¨®n, que nos llena de alarmas y suspicacias, dado los intereses que cada vez con m¨¢s descaro defiende el Gobierno.
En l¨ªneas generales, la documentaci¨®n. del ministerio reconoce m¨¢s adelante:
a) ?Un nivel extraordinariamente bajo de subvenciones al sector agrario con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. Oscilan del 1,5 % al 1,7 % de la producci¨®n final agraria.?
b) ?Estancamiento de la inversi¨®n p¨²blica en el sector agrario. ?Es posible que con una relaci¨®n del 5 % entre inversi¨®n p¨²blica y producto agrario se pueda producir el efecto multiplicador necesario para conseguir un crecimiento de la productividad??
c) ?Estancamiento, cuando no regresi¨®n, del cr¨¦dito oficial. Desde 1974, la relaci¨®n entre cr¨¦dito oficial a la agricultura y a la totalidad del cr¨¦dito oficial ha perdido casi tres puntos.?
d) ?Discriminaci¨®n notable en el arancel espa?ol, que asigna al sector agrario una protecci¨®n efectiva del 8,2 %, muy inferior al de otros sectores econ¨®micos (materiales de construcci¨®n, 28 %, maquinaria, 30,8 %, etc¨¦tera).?
e) ?En el per¨ªodo 1971-1977, el sector agrario ha tenido un incremento de precios del producto interior bruto inferior a la media nacional. Relacionando ambos incrementos, se aprecia un factor de relaci¨®n del 96 %. 0 sea, porrazones de formaci¨®n de precios, el sector agrario ha transferido un 4 % del valor monetario de su producto interior al resto de los sectores econ¨®micos. ?
f) ?En 1975, los mercados agroalimentarios de la Comunidad Econ¨®mica Europea recibieron v¨ªa FEOGA y v¨ªa pa¨ªs miembro un volumen de financiaci¨®n que supuso el 14,62 % de la producci¨®n final agraria. El equivalente espa?ol no lleg¨® al 3 %. ?
Se podr¨ªa calificar esta parte de la documentaci¨®n del ministerio de ?argumental?, mientras que el resto adolece de una carencia de datos econ¨®micos, imprescindibles para efectuar un c¨¢lculo global, aunque sea en primera aproximaci¨®n, de la elevaci¨®n. de precios. Sin embargo, los argumentos citados son lo suficientemente importantes y v¨¢lidos como para que el Ministerio de Agricultura fuera el primer propulsor de una subida de precios, no ya elevada, sino incluso mete¨®rica. Por ello, nuestra perplejidad y desconcierto fueron inmensos cuando la Administraci¨®n propuso una inicial subida global de s¨®lo el 9%.
Nos gustar¨ªa que se nos ense?e c¨®mo se puede reducir la diferencia de rentas citadas con ese alza de precios (aunque luego fuera rectificada al 12 %), apoy¨¢ndose fundamentalmente en unas medidas complementarias cuya ejecuci¨®n se ha demostrado dudosa. M¨¢xime cuando en la Constituci¨®n el art¨ªculo 130 afirma textualmente que: ?Los poderes p¨²blicos atender¨¢n a la modernizaci¨®n y desarrollo de todos los sectores econ¨®micos, y, en particular. de la agricultura y la ganader¨ªa, a fin de equiparar el nivel de vida de todos los espa?oles.?
La FTT present¨® en la mesa negociadora un trabajo donde se hac¨ªa un c¨¢lculo de la subida global de precios bas¨¢ndose en los ircrementos porcentuales de los diferentes elementos que intervienen en la composici¨®n de la producci¨®n final agraria, como gastos de fuera del sector, intereses, etc¨¦tera.
El resultado indicaba una elevaci¨®n global del 16,3 %, que luego ascendi¨® al 16,67%, al rectificar el ministerio la cifra de gastos fuera del sector, modific¨¢ndola del 12,1% al 13,02 %. Por este metivo se pidi¨® al Ministerio de Agricultura que suministrara para cada uno de los elementos citados series de diez a?os, de forma que la objetividad para la comprobaci¨®n del c¨¢lculo fuese m¨¢xima. Estos datos no han sido entregados.
Como diferencia fundamental con los criterios de la Administraci¨®n, adoptamos un incremento de la masa salarial del 22 %, similar al fijado en los pactos de la Moncloa, mientras que el ministerio s¨®lo admite el 14 % establecido en el decreto-ley del pasado 26 de diciembre; postura, aunque disciplinada con respecto al Ministerio de Ewnom¨ªa, a nuestro juicio irreal, ya que en el campo se est¨¢n firmando convenios con incrementos de hasta el 30 %. M¨¢s a¨²n: el ministerio reconoce en su documento La agricultura espa?ola en 1978 (avance) que en el ¨²ltimo a?o el aumento de la remuneraci¨®n de los asalariados fue del 27 %, superior a los pactos, pero su incidencia en la tasa de inflaci¨®n general no ha sido mala, pues el aumento de pricios al consumo ha descendido en m¨¢s de diez. puntos en 1977-1978
Un peri¨®dico afirm¨® que laestad¨ªstica ha sido protagonista de la primera jornada de negociacianes. Es evidente que para negociar hacen falta n¨²meros que apoyen o contradigan los argumentos; pero cuando aqu¨¦llos faltan o se cambian de un d¨ªa para otro, el di¨¢logo se hace sumamente dif¨ªcil. Se convierte en un mon¨®logo por parte de quien obtiene y elabora las cifras: la Administraci¨®n. Si a ¨¦sta se le achacara su falta de informaci¨®n en los datos, este aspecto ser¨ªa lo menos grave. Lo malo es que durante las negociaciones el ministerio cambiaba con frecuenea los n¨²meros.
Ha faltado coherencia entre- la misma Administraci¨®n. A una mayor seriedad en los planteamientos iniciales del FORPPA habr¨ªa que oponer el baile de las estad¨ªsticas de la SGT o del Senpa, lo cual da a los que intervenimos una penosa descoordinaci¨®n. ?C¨®mo se puede negociar con un ministerio que todav¨ªa no ha publicado el anuario estad¨ªstico de 1977, que s¨®lo hace unos d¨ªas, ha dado a la iuz La agricultua espa?ola en 1977, y que afirma que se han rectificado en Las cuenjas del sector agrario, n¨²mero 3, la al orientaci¨®n ganadera, la valoraci¨®n de la producci¨®n del tomate, el consumo de carburantes, los tratamientos zoosanitarios, y el canon de aguas para riego? ?Qu¨¦ pensar de la falta de informaci¨®n sobre la rentabilidad agraria, de la cual se public¨® algo en Las cuentas del sector agrario, n¨²mero uno, con unas cifras tan desolad¨®ras que no han vuelto a aparecer?
Datos oficiosos, no confirmados, se?alan un incremento de la rentabilidad empresarial, en 1970, de -50,94 %; en 1974, de -34,69 %, y en 1976, de -8,12 %. ?Por qu¨¦ no se publican si son ciertos?
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