Hoy, a las once, se constituye el Ayuntamiento democr¨¢tico de Madrid

Hoy, a las once de la ma?ana, se constituir¨¢, en el sal¨®n de plenos de la Casa de la Villa, la mesa de edad que habr¨¢ de presidir la elecci¨®n del nuevo alcalde de Madrid, y con ello, la constituci¨®n del primer Ayuntamiento democr¨¢tico con que contar¨¢ la ciudad desde 1933.Luis Mar¨ªa Huete se va a limitar hoy, antes del acto solemne de constituci¨®n del Ayuntamiento, a recibir a los tres cabezas de lista, Jos¨¦ Luis Alvarez, Enrique Tierno y Ram¨®n Tamames, y a desearles ¨¦xito en la gesti¨®n que comienzan. ?Despu¨¦s- asegura- me sentar¨¦ en el Patio de Cristales para ver el desarrollo del pleno por medio del circuito cerrado de televisi¨®n. ?

Dentro, en el sal¨®n de plenos, que preside el retrato del Rey, 59 hombres y mujeres emitir¨¢n sus votos para elegir al nuevo alcalde de la ciudad. Enrique Tierno, de acuerdo con el pacto alcanzado por las fuerzas de izquierda, ser¨¢, con toda probabilidad, el elegido.

Puestos de m¨¢s

En un principio surge como la posibilidad que cuenta con m¨¢s partidarios, compartida por el propio secretario general de la Corporaci¨®n, Pedro Barcina, la que habla de que los concejales ucedistas se sentar¨¢n a la derecha del alcalde, en tanto que socialistas y comunistas lo har¨¢n a la izquierda. Una distribuci¨®n que podr¨ªa calificarse de muy pol¨ªtica.Aun en el supuesto de que asistan a una determinada reuni¨®n la totalidad de los miembros de la Corporaci¨®n (59), en el sal¨®n de plenos a¨²n sobran doce asientos, ya que cuenta con setenta; hay que descontar al alcalde, que ocupar¨¢ el lugar de la presidencia. Estos asientos, que hasta ahora eran ocupados por la prensa, van a quedar vacantes. Para el secretario general del Ayuntamiento, Pedro Barcina, que se est¨¢ encargando oficialmente de todos estos pormenores, apunta que el destino de tales puestos vac¨ªos podr¨ªa ser para que fueran ocupados por asesores t¨¦cnicos que alg¨²n concejal pudiera necesitar en determinadas sesiones de la Corporaci¨®n.

La prensa, por tanto, ha de abandonar su puesto en el sal¨®n de plenos y pasar a ocupar puestos en la tribuna p¨²blica, tribuna que, sobre todo en los ¨²ltimos meses, ha conocido muchas reivindicaciones ciudadanas, acalladas a golpe de campanillazos del alcalde-presidente o de desalojos a cargo de la Polic¨ªa Municipal.

Cuando, a partir de la muerte de Franco, las protestas populares comenzaron a hacer su aparici¨®n en la tribuna p¨²blica, la primera reacci¨®n de los ediles madrile?os fue de estupor, de sorpresa y de indignaci¨®n, fehacientemente demostrada por alg¨²n que otro concejal. Pero pronto la sorpresa desapareci¨® y de las amenazas de desalojo se lleg¨® al desalojo real de la sala.