?Nadie defiende a Stalin?
Como estudioso de la historia y tambi¨¦n como simple ciudadano quiero, desde estas l¨ªneas, mostrar, p¨²blicamente, a ser posible, mi m¨¢s en¨¦rgica repulsa por la manipulaci¨®n pol¨ªtica e hist¨®rica que desde el programa ?Tribuna de la Historia?, y sobre la figura de Trotski, se hizo en TVE, en la segunda cadena, el pasado d¨ªa 18 de abril.En primer lugar, lo que promet¨ªa ser un interesante debate sobre Trotski se convirti¨® en una plataforma descaradamente anticomunista desde el principio al fin.
El tema de Trotski trae consigo de inmediato la figura de Stalin. El debate careci¨® de inter¨¦s desde el momento en que no se estableci¨® pol¨¦mica alguna entre ambos personajes de la revoluci¨®n.
Los participantes en el ?debate? eran notorios detractores de Stal¨ªn: desde un Ernest Mandel (presidente de la IV Internacional trotskista), pasando por un nieto del mismo Trotski, Juli¨¢n Gorkin, que bajo la dudosa presentaci¨®n de ?investigador? se ocultaba la figura de un ex dirigente del POUM.... hasta un intelectual anarquista como Baltasar Porcel. Ante tan cuidada selecci¨®n se hace m¨¢s que dif¨ªcil entablar una discusi¨®n hist¨®rica con un m¨ªnimo de rigor.
La ¨²nica nota disonante a tantas alabanzas a Trotski la constituy¨® Porcel, desde posturas rotundamente anarquistas y rotundamente anticomunistas.
Fue una ?Tribuna de la Historia? monocolor y sin la mebor posibilidad de una r¨¦plica y una defensa del dirigente bolchevique Jos¨¦ Stalin. Hasta la breve intervenci¨®n del catedr¨¢tico ingl¨¦s Black Burri careci¨® de inter¨¦s, pues, como los dem¨¢s, se limit¨® a echar flores sobre Trotski y a tildar de ?monstruoso asesino? a Stalin.
Atenci¨®n especial mereci¨® el estremec,dor y apasionado relato que sobre la muerte de Trotski nos narr¨® el ex dirigente del POUM y enemigo ac¨¦rrimo de Stalin, Juli¨¢n Gorkin.
?Por qu¨¦ TVE no aviv¨® el debate incorporando al mismo a un comunista stal¨ªnista que replicase a las ?verdades trotskistas? que all¨ª se dec¨ªan! ?O tal vez de entre los partidos de izquierda que dicen defender a Stalin no quiso comparecer, en p¨²blico, ninguno de sus dirigentes?
De cualquier manera, el programa, adem¨¢s de carecer del rigor que se requiere al presentar una visi¨®n unilateral, fue, sobre todo, un descarado panfleto anticomunista.
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