La ejecutiva del PSOE conf¨ªa en una acogida favorable al conjunto de su gesti¨®n
Las agrupaciones locales del PSOE han comenzado el proceso de elecci¨®n de los delegados que, en n¨²mero ligeramente superior al millar, representar¨¢n a los militantes del partido en el XXVIII congreso del mismo, cuya inauguraci¨®n est¨¢ prevista para el 17 de mayo. Paralelamente al proceso electoral, las agrupaciones han comenzado a recibir las ponencias que habr¨¢n de discutirse, adem¨¢s de una serie de documentos de trabajo producidos por grupos de miembros del PSOE que intentan influir en la marcha del partido. Joaqu¨ªn Prieto hace una exposici¨®n sobre estos temas.
En estos momentos, el trasiego de documentos y el examen de sus propuestas se encuentra en el primer plano de inter¨¦s en los preparativos para el congreso, mientras est¨¢n m¨¢s apagados los rumores y movimientos en torno a las personas que dirigir¨¢n al partido en el futuro. La raz¨®n de ello estriba, seg¨²n las fuentes consultadas, en un convencimiento casi general de que la direcci¨®n va a cambiar poco respecto a la actual. De esta forma, m¨¢s que una discusi¨®n directa sobre personas se est¨¢ preparando un debate sobre la l¨ªnea y estrategia del partido, por una parte, y la relaci¨®n de fuerzas entre sus distintos organismos, por otra. Naturalmente, no puede descartarse un reflejo de esta discusi¨®n en el mayor o menor peso espec¨ªfico que pueda atribuirse a cada dirigente.Por otra parte, el relativo fracaso del partido en las elecciones generales se compensa con el ¨¦xito de las municipales, lo cual permite a la ejecutiva la presentaci¨®n de una gesti¨®n global dif¨ªcil de rechazar. Para los que hablan de que el partido no crece lo suficiente, va a ser dif¨ªcil resistirse al argumento de que el PSOE tiene hoy tantos concejales como militantes ten¨ªa en el anterior congreso; y para quienes consideran al PSOE poco izquierdista, ?qu¨¦ mejor ment¨ªs que la actual alianza municipal con el PCE?
Autosatisfacci¨®n
El sentimiento de autosatisfacci¨®n se desprende no s¨®lo de la memoria de gesti¨®n que la comisi¨®n ejecutiva presentar¨¢ al XXVIII Congreso -y que ya cuenta con el pronunciamiento favorable del comit¨¦ federal del partido-, sino del documento oficioso de la ejecutiva de cara a la discusi¨®n sobre estrategia pol¨ªtica.
Asegura dicho texto que se debe al PSOE la participaci¨®n de todas las fuerzas de oposici¨®n al franquismo en las primeras elecciones libres, dejunio de 1977; el afianzamiento de la democracia, imprimiendo car¨¢cter de proceso constituyente a la etapa que se completa en la primavera de 1979; y en definitiva, el logro de la ruptura democr¨¢tica, ?que ha concluido pr¨¢cticamente con unos resultados pol¨ªticos que son los mismos que nuestro partido se plante¨® como objetivo inmediato en dicho congreso?.
?Ahora, culminado el proceso de ruptura democr¨¢tica -prosigue el texto-, el PSOE, como partido mayoritario de la izquierda y representante de millones de trabajadores de todo tipo, se enfrenta con la importante responsabilidad hist¨®rica de lograr que las instituciones democr¨¢ticas se autentifiquen y llenen de un contenido real y progresivo.? Y este texto -que firman Javier Solana, Jos¨¦ Mar¨ªa Obiols, Rodr¨ªguez de la Borbolla y Enrique del Moral, pero tambi¨¦n Enrique M¨²gica- a?ade: ?Para los socialistas espa?oles, la autentificaci¨®n de la participaci¨®n popular a todos los niveles tiene un norte indiscutible: el socialismo democr¨¢tico y autogestionario; y un camino que entre todos debemos trazar: la estrategia socialista hacia la plena realizaci¨®n de los objetivos de igualdad y libertad.?
El mencionado documento plantea tambi¨¦n la necesidad de desarrollar una ?nueva hegemon¨ªa social?, que corresponde, en la actual sociedad espa?ola, ?a un amplio bloque de clases trabajadoras, manuales e intelectuales, y sectores intermedios, que aspiran a ordenar nuestra sociedad sobre las bases pol¨ªticas antes enunciadas, poniendo fin, as¨ª, a un largo per¨ªodo hist¨®rico de dominio tradicional de unas clases sociales reaccionarias?.
Respecto a la salida del proceso constitucional, el an¨¢lisis del referido documento es que existen dos opciones, la primera de las cuales supone una ?consolidaci¨®n est¨¢tica de la democracia?, y la segunda, una ?consolidaci¨®n din¨¢mica de la democracia?; esta ¨²ltima debe ser el objeto de la estrategia socialista. Ello pasa por el mantenimiento del objetivo del acceso al Gobierno, y entre tanto, por el ejercicio de una oposici¨®n firme y responsable, adem¨¢s de una consolidaci¨®n del propio Partido Socialista que per mita su ?simbiosis? con los sectores intr¨ªnsecamente interesados en una pol¨ªtica de transformaci¨®n socia lista. Aqu¨ª se hace una definici¨®n del PSOE como ?un partido socialista, democr¨¢tico, de masas y vinculado a las justas reivindicaciones que. emanen de la sociedad civil?. La famosa palabra marxismo no aparece por ninguna parte.
Otros aspectos a tener en cuenta se refieren a la acci¨®n sindical: se recuerda que el sindicato socialista ha de ser instrumento fundamental para ?aglutinar a la clase trabaja dora en torno al Partido Socialista, como elemento b¨¢sico del nuevo bloque de clases?, y ello exige un ?reforzamiento de la actuaci¨®n de los socialistas en el seno de la UGT? y la ?coordinaci¨®n disciplinada de dicha actuaci¨®n?.
Cr¨ªticas
Hay sectores del PSOE que no tiene tan claro que se haya producido la ruptura, y lo expresan por medio de un documento de militantes socialistas de Madrid, firmado por Manuel Abej¨®n, Federico Fern¨¢ndez, Jos¨¦ Manuel Mor¨¢n, Pedro Sancho y Manuel Turri¨®n. Si resulta discutible en la actualidad iniciar una redefinici¨®n del partido, al estilo de ese Bad Godesberg que reclama la derecha -afirma este texto, seg¨²n informan fuentes del grupo redactor-, mucho menos lo era en los momentos cruciales del XXVII Congreso, ?cuando hab¨ªa una esperanza, quiz¨¢ excesivamente optimista, de que aqu¨¦lla se resolviera por v¨ªa de ruptura y que ¨¦sta no se limitase al plano puramente superestructural de la pol¨ªtica, sino que calase en las estructuras econ¨®mico-sociales?.
Indica tambi¨¦n que el mayor problema derivado del anterior congreso fue la elecci¨®n de una ejecutiva no suficientemente representativa de todos los socialistas asistentes al congreso y no muy identificada con la l¨ªnea program¨¢tica del propio congreso; ni predispuesta a suplir la carencia de resoluciones sobre alianzas o negociaciones en forma coherente con las resoluciones del congreso, sino, m¨¢s bien, a aprovechar dicha c¨¢rencia para actuar libremente.
Hace tambi¨¦n un an¨¢lisis sobre las circunstancias en que se ha producido el crecimiento del partido, a base de un ?aluvi¨®n de nuevos militantes, en muchos casos sin formaci¨®n ideol¨®gica ni experiencia de lucha pol¨ªtica o sindical previas, y el r¨¢pido acceso de algunos de ellos a puestos de responsabilidad?, lo cual ha producido un desajuste org¨¢nico. No se recata en decir que, tras el ¨¦xito electoral del 15 de junio, muchos arribistas, algunos de ellos con antecedentes muy discutibles, han entrado en el partido con ¨¢nimo de hacer carrera r¨¢pida o para sentar plaza de dem¨®cratas.
Igualmente critica ciertas operaciones de integraci¨®n de grupos socialistas, ?formados casi exclusivamente por cuadros?, a base de pactos por la cumbre y de cesiones personales, que ha hecho acceder a posiciones de direcci¨®n ?a compa?eros poco familiarizados con las tradiciones organizativas e ideol¨®gicas del partido, produci¨¦ndose, en muchas ocasiones, un desplazamiento de las perlonas e ideas m¨¢s identificadas con ellas?. Asimismo se critica la creencia de que es preciso disponer r¨¢pidamente de t¨¦cnicas y cuadros, como s¨ª fuera posible ficharles al modo de la empresa tecnocr¨¢tica o los partidos de la derecha; y dice que ha habido preferencia, para acceder a puestos de responsabilidad o cargos de representaci¨®n parlamentana o municipal, hacia personas reci¨¦n llegadas a la organizaci¨®n y sin pasado pol¨ªtico o con uno poco presentable. Todo ello, junto con lo que los autores del documento califican de marginaci¨®n de militantes de toda la vida, ha llevado al partido a una crisis de identidad y olvido de sus propias ra¨ªces, seg¨²n el an¨¢lisis citado.
Particularmente cr¨ªtico resulta este documento para lo que califica como intentos de conseguir ?una organizaci¨®n d¨®cil, domesticada, propensa al aplauso y a la adhesi¨®n plebiscitaria. El centralismo democr¨¢tico, que tanto criticamos en otras organizaciones de tradici¨®n leninista que viene a manifestarse en la unilateralidad -de arriba a abajo- de las corrientes de informaci¨®n y decisi¨®n, en la captaci¨®n de cargos, en la ausencia de cr¨ªtica y de participaci¨®n democr¨¢tica, propia de partidos como el nuestro -al menos hasta ahora-, est¨¢ apoder¨¢ndose de nuestra organizaci¨®n?.
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