Industria armamentista
Puede que mi voz no llegue ni muy lejos ni muy arriba e incluso es p robable que acabe en la papelera de su despacho, pero me siento con el derecho y en el deber de hacerla o¨ªr, a pesar incluso de una buena parte de m¨ª mismo.Reproduzco una frase del discurso pronunciado ayer por el ministro de Defensa ante la Junta de Jefes del Alto Estado Mayor, y que he le¨ªdo en EL PAIS de hoy, d¨ªa 23:
?... Conceder especial importancia al desarrollo y potenciaci¨®n de la industria de armamento nacional, que constituye no s¨®lo un valor de gran Importancia estrat¨¦gica, sino tambi¨¦n un factor fundamental que facilite la reconversi¨®n industrial que Espa?a precisa y un elemento clave para superar la crisis econ¨®mica que atravesamos ... ?
Y estas palabras me obligan a las siguientes consideraciones:
Me duele el que tengamos todos la sensibilidad tan embotada. ?Es que no somos capaces de darnos cuenta -tan compungidos como observamos las guerras de miseria y muerte que asolan nuestro planeta- de que esas guerras son producto en su mayor parte de las estrategias pol¨ªticas subyacentes a la palabras del se?or ministro de Defensa?
?Es que vamos a consentir e incluso aprobar con nuestro silencio decisiones pol¨ªticas que -a costa de exportar dolor y muerte de inocentes a otros pa¨ªses- nos ayudan supuestamente a superar ?nuestra crisis econ¨®mica?, la crisis de nuestra econom¨ªa capitalista, para ser exactos? Y esto no es ret¨®rica, pues nadie medianamente informado desconoce el papel sucursalista de Estados Unidos que Epa?a est¨¢ jugando en la exportaci¨®n de armas.
?Es que no nos parece aberrante el que ?un factor fundamentalmente de la reconversi¨®n industrial de Espa?a sea la potenciaci¨®n de al industria armamentista?? ?No hay otros caminos? ?Merece la pena, sino intentamos buscarlos, que a esto lo llamemos civilizaci¨®n y progreso?
?Es que no nos sentimos empujados en conciencia a apoyar una iniciativa popular que obligue al Parlamento a abrir un debate p¨²blico sobre una cuesti¨®n de tanta trascendencia ¨¦tico-pol¨ªtica?
?O es que para el poder pol¨ªtico de nuestro pa¨ªs la ¨¦tica ya es s¨®lo sin¨®nimo de ?debilidad en los negocios?? Quisiera creer que no as¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.