El acuerdo que hace falta
En las reflexiones que ¨²ltimamente he consagrado a los problemas que plantea la situaci¨®n actual del Pa¨ªs Vasco creo haber demostrado la necesidad de que Alava, Guip¨²zcoa, y Vizcaya sean tratadas en pie de igualdad con Navarra, de modo que la actualizaci¨®n de los ?derechos hist¨®ricos- respectivos se haga (sin perjuicio de la disposici¨®n adicional primera de la Constituci¨®n) mediante pacto entre el Gobierno y las representaciones de cada una de esas entidades hist¨®ricas, y no pueda modificarse m¨¢s que por el mismo procedimiento.En la pr¨¢ctica, y dado que la UCD tiene en sus manos el Gobierno central, y que el PNV ha conseguido, gracias a los resultados de las elecciones del 3 de abril, la hegemon¨ªa en las Diputaciones de las tres provincias vascongadas, se trata esencialmente -mirando las cosas desde un ¨¢ngulo meramente partidista- de lograr un acuerdo entre la UCD y el PNV.
Ello es cierto, y no hay duda de que, sin la plena conformidad de estos dos Partidos, no habr¨¢ acuerdo posible. Pero seria err¨®neo (y podr¨ªa ser nefasto) dar a la cuesti¨®n un enfoque! tan estrecho. La opini¨®n p¨²blica est¨¢ harta de cabildeos y de componendas entre los partidos, a espaldas del pa¨ªs. Que si pacto UCD-PSOE sobre la forma de elegir ayuntamientos y diputaciones provinciales; que si pacto UCD-PSOE-catalanistas sobre la Constituci¨®n; que si pacto PSOE-PC sobre alcald¨ªas..., y otros muchos acuerdos, m¨¢s o menos disimulados, cuando no secretos, acerca de los cuales faltan demasiadas explicaciones. Por otra parte, si la UCD y el PNV tienen hoy en sus manos ciertas palancas de mando, ¨¦stas pueden escap¨¢rseles ma?ana o pasado. Finalmente, la reestructuraci¨®n del Estado es un asunto que importa demasiado a todas las tendencias pol¨ªticas, absolutamente a todas, para que se haga a espaldas de ninguna de ellas y para que deje de ser obligatorio el intentar un acuerdo amplio que tenga en cuenta los puntos de vista y las aspiraciones de las fuerzas m¨¢s importantes de la oposici¨®n, y, al propio tiempo, comprometa a ¨¦stas y las obligue a respetarlo en el porvenir.
Con este enfoque, los puntos que habr¨ªa que plantear y las cuestiones que deber¨ªan resolverse cuanto antes son los siguientes:
- Formulaci¨®n clara y completa de todas las dudas existentes sobre la constitucionalidad de algunas disposiciones del proyecto de Estatuto entregado a las Cortes por la Asamblea de Parlamentarios, y acuerdo que permita la r¨¢pida constituci¨®n del Tribunal Constitucional, llamado a dictaminar en la materia,
- F¨®rmula t¨¦cnica mediante la cual el contenido del Estatuto vendr¨ªa a ser el de un acuerdo formal, previo entre el Gobierno y las diputaciones alavesa, guipuzcoana y vizca¨ªna, en el cual se estipular¨ªa expresamente que cualquier revisi¨®n de ese contenido habr¨¢ de tener lugar por el mismo procedimiento.
- R¨¦gimen econ¨®mico y fiscal provisional para Vizcaya y Guip¨²zcoa (el de Alava, mientras no se acuerde otra cosa, es el Concierto Econ¨®mico de 1976, cuya vigencia no expira hasta dentro de 22 a?os), ya que no es posible improvisar ahora, en unas cuantas semanas, el r¨¦gimen definitivo: ese r¨¦gimen provisional podr¨ªa consistir, por ejemplo, en la extrapolaci¨®n a ambas provincias, mediante acuerdo entre sus diputaciones y el Gobierno, de las cifras del Concierto alav¨¦s, por un plazo improrrogable que podr¨ªa expirar el 31 de diciembre de 1981 o de 1982.
- Mientras se esclarecen los puntos sobre cuya inconstitucionalidad existe duda, y mientras se somete a una discusi¨®n m¨¢s profunda aquellos otros que requieran un examen especialmente detenido (y que deber¨¢n ser muy pocos, para que esta operaci¨®n no se convierta en un procedimiento disimulado de demorar la soluci¨®n de los problemas), acuerdo inmediato entre las tres diputaciones y el Gobierno para que se constituya un Gobierno aut¨®nomo provisional designado por las propias diputaciones y se asuma, por ¨¦stas y por dicho Gobierno provisional, todas las competencias previstas en el proyecto de Estatuto, excepto aquellas a las que acabo de referirme, dejando para el verano el acuerdo sobre los otros extremos, y para el oto?o, las elecciones y la constituci¨®n de los ¨®rganos de gobierno definitivos, ya que ser¨ªa una torpeza el convocar de nuevo al cuerpo electoral en un plazo muy breve; siendo si que, si se llega al primer acuerdo (como, sin duda, puede llegarse) dentro del mes de mayo, el Gobierno aut¨®nomo provisional podr¨ªa constituirse en junio y aplicar a t¨ªtulo provisional unas normas que, en lo esencial, podr¨ªan coincidir con las del Estatuto de 1936 (en cuyo restablecimiento parece pensar el Gobierno); pero entiendo que ser¨ªa preferible que el tenor literal de esas normas se ajuste m¨¢s bien, siempre que sea posible, al texto del proyecto actual, y estimo indispensable que la forma de su estipulaci¨®n sea el acuerdo entre el Gobierno y las diputaciones, acuerdo que ser¨ªa el primero de una serie de pactos que quedar¨ªan codificados m¨¢s tarde en el Estatuto definitivo.
Habr¨¢ quien pregunte: ?y qu¨¦ pasa con el refer¨¦ndum? El refer¨¦ndum podr¨ªa venir m¨¢s tarde, tambi¨¦n en oto?o, incluso simultane¨¢ndolo con las elecciones de los ¨®rganos definitivos de gobierno de la comunidad aut¨®noma. Todo depender¨ªa de los t¨¦rminos del acuerdo entre las diputaciones y el Gobierno, el cual puede ser muy flexible. Lo que hace falta es imaginaci¨®n. Si nuestros gobernantes -en el Poder central y en las corporaciones locales- se dejan llevar por la rutina de las ideas hechas y no saben dar a los textos legales nuevas interpretaciones que, sin violarlos, los fecunden, no iremos a ninguna parte.
Eso s¨ª nadie piense que la situaci¨®n resultante de semejante arregIo va a ser un lecho de rosas, lo mismo si se aceptan las sugerencias que acabo de formular, como si el acuerdo entre las fuerzas pol¨ªticas dominantes se orienta por otros derroteros. Si hay acuerdo, y aunque se comprometan en ¨¦l, adem¨¢s de la UCD y el PNV, otras fuerzas pol¨ªticas de signo democr¨¢tico, habr¨¢ siempre quien quede al margen, quien no se sienta comprometido y quien le declare su hostilidad. ETA no dejar¨¢ de emplear la violencia y acusar¨¢ de capitulaci¨®n a las fuerzas vascas comprometidas; fuera del Pa¨ªs Vasco se increpar¨¢ al Gobierno porque ?despu¨¦s de haber hecho tantas concesiones, el terrorismo sigue matando gente?, como si un acuerdo de ese tipo pudiera concebirse como concesi¨®n a ETA, en vez de ser -lo que en efecto ser¨ªa- la soluci¨®n pol¨ªtica m¨¢s adecuada a la naturaleza espec¨ªfica del problema vasco, independientemente de toda presi¨®n violenta.
Ambos nacionalismos extremistas: el del independentismo revolucionario vasco y el del unitarismo centralista espa?ol, pondr¨¢n el grito en el cielo; y lo peor es que no ser¨¢ ¨²nicamente el grito... Tanto la UCI) como el PNV perder¨¢n -aunque s¨®lo sea a corto plazopo- pularidad... Pero los verdaderos estadistas, cuando los problemas son graves, no buscan popularidad, sino soluciones. Sabido es que hay circunstancias dolorosas en las que no se pueden prometer m¨¢s que ?sangre, sudor y l¨¢grimas?. Hay que tener el valor de anunciarlo de antemano, como lo hizo el conocido autor de la c¨¦lebre frase. Y que cada ciudadano y cada partido asuma luego su responsabilidad. Empezando, naturalmente, ?por los que mandan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Constituci¨®n de las Autonom¨ªas
- UCD
- Pol¨ªtica nacional
- Estatutos Autonom¨ªa
- EAJ-PNV
- Gobierno auton¨®mico
- Comunidades aut¨®nomas
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Pol¨ªtica municipal
- Pa¨ªs Vasco
- ETA
- Espa?a
- Partidos pol¨ªticos
- Grupos terroristas
- Administraci¨®n p¨²blica
- Terrorismo
- Pol¨ªtica
- Estatutos
- Normativa jur¨ªdica
- Legislaci¨®n
- Justicia