La socialdemocracia del canciller Bruno Kreisky, favorita para seguir en el poder
Dos d¨ªas despu¨¦s de la victoria conservadora en Gran Breta?a, los socialistas austr¨ªacos se someter¨¢n ma?ana a la prueba de las urnas, tras ocho a?os de gobierno en solitario. A diferencia de la RFA, en la Rep¨²blica Federal Austr¨ªaca los socialistas (SPOE) no cuentan con posibilidades de alianza con los liberales, que, de no alcanzar aqu¨¦llos la mayor¨ªa en el Parlamento, podr¨ªan formar coalici¨®n con los conservadores del Partido Popular, af¨ªn a la corriente democristiana europea.
En las elecciones del domingo en Austria se enfrentan dos concepciones fundamentales en relaci¨®n con un mismo fen¨®meno. El actual canciller, Bruno Kreisky, de 68 a?os, desea mantener el actual sistema econ¨®mico, basado en la nacionalizaci¨®n de las industrias clave, que ha permitido a la Rep¨²blica alpino-danubiana contener el paro en un 2,1 %. Un problema a resolver es el alto grado de endeudamiento p¨²blico, motivado precisamente por la pol¨ªtica de pleno empleo. El aspirante conservador a la canciller¨ªa, Josef Taus, de 46 a?os, jefe del Partido Populista (OEVP), apunta hacia un ?desenmascaramiento? del ?paro disfrazado? y en contra del endeudamiento p¨²blico, tratando de otorgar mayores posibilidades de beneficios a las empresas, p¨²blicas o privadas. Taus atribuye a Kreisky el dificultar la iniciativa privada con su pol¨ªtica impositiva.
Vencer la abstenci¨®n
Durante la campa?a electoral, los socialistas han personificado en la figura de Kreisky el ?modelo austr¨ªaco?, mientras que los conservadores han preferido despersonalizar a su candidato y someter a dura cr¨ªtica ese ?modelo?.M¨¢s de cinco millones de austr¨ªacos deben optar por una pol¨ªtica de endeudamiento, pero favorable al pleno empleo, y otra de crecimiento econ¨®mico, aunque con menos garant¨ªas en este sentido. El objetivo primero de los candidatos populista y socialista no ha sido vencer la tendencia abstencionista, que en Austria suele ser m¨ªnima (desde que se constituy¨® la II Rep¨²blica Austr¨ªaca, tras el final de la ¨²ltima guerra mundial, el ¨ªndice de participaci¨®n se ha situado siempre en torno al 90%).
El objetivo principal ha sido convencer a sus propios electores potenciales de que les den su voto: muchos de los 500.000 nuevos electores, de diecinueve a veinticuatro a?os, se confiesan simpatizantes y hasta militantes del SPOE, pero dudan de votar a su partido, ?para evitar que contin¨²e en el poder y facilitarle el paso a una oposici¨®n purificadora?, seg¨²n una ¨²ltima encuesta.
Las similitudes con la pol¨ªtica alemana son visibles en la austr¨ªaca, no s¨®lo en cuanto que en ambos pa¨ªses qued¨® atr¨¢s una discutida experiencia de ?gran coalici¨®n? entre conservadores y socialdem¨®cratas y que en ambos pa¨ªses el partido mayoritario es socialdem¨®crata, en ambos casos muestra indicios de cansancio y est¨¢n dirigidos por personalidades que han omitido en su gesti¨®n p¨²blica la carga ideol¨®gica de sus respectivas formaciones pol¨ªticas.
Alta inversi¨®n estatal
Hoy, el conjunto de las empresas del Estado ocupa a 115.000 trabajadores pertenecientes a los sectores minero, el¨¦ctrico, petrol¨ªfero, textil, maquinaria y, parcialmente, bancario. El Estado es titular de los tres principales institutos de cr¨¦dito de Austria Renunciar a esta propiedad mediante un regreso a la privatizaci¨®n significar¨ªa, seg¨²n ha recalcado Kreisky en su campa?a, ?dar al pa¨ªs un giro de treinta a?os en sentido regresivo?. Como en marzo de 1970, el jefe socialista volver¨ªa ahora a formar un Gobierno de minor¨ªa si s¨®lo alcanzase noventa de los 183 esca?os parlamentarios. En la actualidad, el SPOE ocupa 93, frente a ochenta del OEVP (conservador) y diez del FPOE (liberal). La alteraci¨®n en la titularidad de tres esca?os definir¨ªa, por tanto, el curso de la pol¨ªtica austr¨ªaca en un sentido o en otro respecto de la actual estructura econ¨®mica, muy influida por los socialistas, aunque Kreisky ha procurado situar al frente de las empresas nacionales a t¨¦cnicos independientes. Las posibilidades de los dem¨¢s partidos en las elecciones del domingo son muy peque?as. El Partido Comunista, que no cuenta con ning¨²n esca?o y que alcanz¨® en 1975 tan s¨®lo un 1,199 de los votos, no parece que vuelva a estar presente en la C¨¢mara legislativa, a pesar de que la actual pol¨ªtica neutralista de Austria se origin¨® por iniciativa de esta formaci¨®n pol¨ªtica.La fuerza del SPOE son sus 700.000 miembros y el apoyo de los sindicalistas, 1.620.000 en total. Los conservadores tienen su apoyo en las empresas privadas, en los profesionales que ejercen actividades liberales, Iglesia y agricultores. En tres regiones con tendencia conservadora -Estiria, Tirol y Vorarlberg-, la asistencia a las urnas es obligatoria, lo cual favorece al OEVP. Estiria, sin embargo, parece inclinarse hacia el Partido Liberal, dirigido por el alcalde de la capital de la regi¨®n, Alexander Goetz, abierto a una posibilidad de coalici¨®n con los populistas del banquero Taus.
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