Hans K¨¹ng: "Los derechos humanos deben cumplirse tambi¨¦n dentro de la Iglesia"

?Tengo la esperanza de que alg¨²n d¨ªa la jerarqu¨ªa se preocupe tambi¨¦n de la defensa y el cumplimiento de los derechos humanos dentro de la propia Iglesia -derechos que defiende ardientemente fuera de sus fronteras- y se acabe, por ejemplo, con la marginaci¨®n de la mujer en su aplicaci¨®n a las tareas religiosas. ? Hans K¨¹ng, profesor de la Universidad de Tubinga y probablemente el te¨®logo m¨¢s discutido despu¨¦s del Concilio Vaticano II, particularmente por su planteamiento cr¨ªtico del dogma de la infalibilidad pontificia, present¨® el viernes en la Universidad de Salamanca su libro ?Existe Dios? y en ayer presidi¨® en Madrid un coloquio abierto en la Ciudad Universitaria sobre el sentido de la fe cristiana. A fin de ampliar esta informaci¨®n Jos¨¦ F. Beaumont mantuvo una entrevista con el m¨¢s controvertido te¨®logo cat¨®lico del momento.

Hans K¨¹ng es, probablemente, el te¨®logo m¨¢s pol¨¦mico y atacado por las jerarqu¨ªas de la Iglesia cat¨®lica. Este largo conflicto con la jerarqu¨ªa alemana y con Roma comenz¨® con la publicaci¨®n de su obra La justificaci¨®n, doctrina de Karl Barth y una reflexi¨®n cat¨®lica (1957) y de La Iglesia (1967), y se agudiz¨® con el libro ?Infalible? Un interrogante (1972) y Lo que debe permanecer en la Iglesia (1972). Su pen¨²ltimo libro, Ser cristiano (1976), publicado tambi¨¦n en espa?ol, se convirti¨® en el libro teol¨®gico de mayor estruendo en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Su venta alcanz¨® el medio mill¨®n de ejemplares (de ¨¦stos, 40.000 vendidos en Espa?a), cifra jam¨¢s alcanzada por otro libro de teolog¨ªa.El libro Ser cristiano no siempre fue rectamente interpretado. Algunas jerarqu¨ªas encontraron en ¨¦l errores e incluso desviaciones de la ortodoxia. Por eso el profesor K¨¹ng decidi¨® escribir ?Existe Dios? Este ¨²ltimo libro, que tambi¨¦n se ha convertido ya en un best-seller, podr¨ªa significar para algunos observadores la superaci¨®n del largo conflicto que ha enfrentado al profesor de dogma y teolog¨ªa ecum¨¦nica de Tubinga con las jerarqu¨ªas.

?Este libro -dice Hans K¨¹ng- no supone un acercamiento a las jerarqu¨ªas, porque, entre otras cosas, yo no pretendo, como no he pretendido nunca, hacer pol¨ªtica eclesi¨¢stica. S¨®lo he intentado clarificar mi posici¨®n respecto al problema de Dios.? Si el libro no es un acercamiento, por lo menos es una respuesta a una petici¨®n formal que la jerarqu¨ªa alemana le hab¨ªa hecho llegar en 1977 a trav¨¦s del presidente de la Conferencia Episcopal de aquel pa¨ªs, cardenal H?ffner, a fin de que definiera por escrito y de forma inequ¨ªvoca si compart¨ªa las afirmaciones fundamentales de la Iglesia sobre Jesucristo.

Cr¨ªticas al Vaticano

Hans K¨¹ng critic¨® a Pablo VI (a quien admiraba personalmente y defend¨ªa en muchos aspectos), ?debido al enfoque (o a la falta de enfoque) que aquel pont¨ªfice ten¨ªa sobre problemas tan agudos como el celibato sacerdotal, control de natalidad y ecumenismo. Estoy convencido -dijo entonces el te¨®logo de Tubinga- que un nuevo Papa, movido por una buena disposici¨®n, podr¨ªa resolver muchos de estos problemas.??Y qu¨¦ piensa Hans K¨¹ng ante la nueva situaci¨®n de la Iglesia creada con el nombramiento del cardenal Wojtyla como Juan Pablo ll? ?Tengo esperanzas de que las cosas vayan a mejor. Sin embargo, no hay que olvidar que Juan Pablo II proviene de un pa¨ªs en el que la situaci¨®n es muy diferente a la de los pa¨ªses europeos.?

Hans K¨¹ng muestra, por otra parte, reticencias ante la acci¨®n del Vaticano. ?Problemas tan importantes en la Iglesia de hoy como son el control de la natalidad, el celibato eclesi¨¢stico o el ecumenismo no se pueden resolver no haciendo nada, no tomando ninguna medida. Estos problemas son tan graves y tan actuales que necesitan nuevos m¨¦todos de resoluci¨®n. Ya no se pueden utilizar, por ejemplo, los m¨¦todos apolog¨¦ticos del viejo sistema. Lo mismo sucede con los derechos humanos. Debemos defender los derechos humanos tanto fuera como dentro de la Iglesia. Debe tomarse de una vez en seno el derecho al matrimonio de los sacerdotes y el derecho de la mujer a recibir ¨®rdenes sagradas. ?

En ?Existe Dios? Hans K¨¹ng comienza con un an¨¢lisis de las dudas que, seg¨²n ¨¦l, hoy asaltan a los creyentes, increyentes y agn¨®sticos. En una primera parte filos¨®fica K¨¹ng analiza el problema de Dios en el racionalismo de Descartes, la alternancia de la fe de Pascal y las corrientes antirracionalistas (Wittgenstein, Carnap, Popper, Kuhn). Seguidamente se centra en el idealismo alem¨¢n (Hegel) y en los ate¨ªsmos: antropol¨®gico (Fuerbach), para quien ?Dios es s¨®lo una proyecci¨®n del hombre?); sociopol¨ªtico (Marx, para quien es ?opio del pueblo?); psicoanal¨ªtico (Freud, quien define a Dios como ?una ilusi¨®n de infantiloides?), y desemboca en el nihilismo de Nietzsehe, para quien Dios es un ?resentimiento de frustrados?.

?No contamos -dice K¨¹ng- una historia de las ideas, sino de hombres concretos de carne y hueso, con sus dudas, luchas y sufrimientos, su fe y su increencia, con todos esos interrogantes que todav¨ªa hoy nos conmueven a nosotros. Es admirable; nadie, desde Descartes hasta Heidegger y Bloch, dej¨® de luchar en todas las batallas del problema de Dios.? Tras dar un s¨ª a la realidad alternativa al ate¨ªsmo y a Dios como alternativa a ese ate¨ªsmo (Bloch, Heidegger, Horkheimer y Wittgenstein) llega a la siguiente conclusi¨®n: ?Como hombre del siglo XX, incluso, uno puede razonablemente creer en Dios y hasta en el Dios cristiano.?

?Existe Dios? ?es un nuevo ejercicio de autocr¨ªtica de la teolog¨ªa y de la Iglesia, responsables en gran parte del agnosticismo, ate¨ªsmo y nihilismo de la ¨¦poca moderna? ?Desde luego, creo que se trata de una teolog¨ªa cr¨ªtica -dice Hans K¨¹ng-, pero constructiva. Es posible que una teolog¨ªa como esta, que adopta en todo momento una postura de cr¨ªtica sensata, sea mal vista por los guardianes de una fe no ilustrada, aquellos que preferir¨ªan que el te¨®logo no enunciara su materia de forma nueva, porque cuando se piensa y habla de Dios fuera de los cauces de la tradici¨®n y de la estructura oficial puede disminuir la gloria divina y la autoridad doctrinal de la Iglesia.?

?Este libro -sintetiza el te¨®logo K¨¹ng- recorre en definitiva coherentemente el camino intermedio entre un oportunismo eclesi¨¢stico y un separatismo eclesial, con honestidad cient¨ªfica y con una fe inquebrantable en la causa que defiende con la esperanza de que se discuta sinceramente lo que es discutible.?