Un Atl¨¦tico desconocido gole¨® al desanimado Athl¨¦tic
Un Atl¨¦tico de Madrid casi desconocido jug¨® ayer el mejor partido de la temporada en su campo y llev¨® a cabo en ciertos momentos el f¨²tbol m¨¢s brillante que se ha visto en la capital desde hace mucho tiempo. Para suerte del cuadro rojiblanco, que adem¨¢s tuvo el acierto de golear a un Athl¨¦tic de Bilbao con m¨¢s calidad que muchos otros visitantes, pero premioso, debilitado y desanimado, toda Espa?a pudo comprobarlo por televisi¨®n. El Atl¨¦tico, con un calendario muy favorable -visitas al Burgos y Celta, y en el Manzanares, del ya descendido Huelva-, tiene ahora las m¨¢ximas posibilidades de alcanzar una de las tres plazas que dan el derecho a participar- en la pr¨®xima Copa de la UEFA. Perdido el t¨ªtulo de Liga y apeado de la Copa -por el Madrid, que casi ha ganado tambi¨¦n el primero-, la l¨®gica aspiraci¨®n del club rojiblanco y de su presidente, que as¨ª se lo ha ?pedido?, es llegar a una pr¨®xima participaci¨®n continental compensatoria de la ausencia de este a?o y salvadora de su tambaleante econom¨ªa.El Atl¨¦tico, que ahora tiene el camino f¨¢cil para jugar la pr¨®xima Copa de la UEFA -es muy capaz de estropearlo si recuerda su tradicional irregularidad- tambi¨¦n sorprendi¨® a todo el mundo con su partido de la calurosa tarde-noche del domingo. Bien es verdad que el Athl¨¦tic de Bilbao fue un enemigo ideal por su limpieza y juego de t¨² a t¨², aunque sin garra, pero tambi¨¦n es justo se?alar que la precisi¨®n en el pase, la rapidez, el juego a los espacios libres y por los extremos, al primer toque, el apoyo entre los hombres, fueron virtudes magn¨ªficas de un equipo transformado con respecto a partidos anteriores. La l¨¢stima es que ejemplos as¨ª lleguen cuando s¨®lo quedan tres partidos para finalizar la Liga. Para el propio Atl¨¦tico y sus intereses es una pena, pero m¨¢s a¨²n para el sufrido aficionado, hincha o no, que en teor¨ªa parece tener garantizado desde comienzos de temporada buenos espect¨¢culos futbol¨ªsticos en equipos como el rojiblanco, de muchos millones de presupuesto, y luego... todo queda en nada.
Lo curioso es que el AthI¨¦tic de Bilbao no jug¨® mal, pero es que ni siquiera tuvo suerte en los momentos finales para concretar alguna de sus ocasiones -una de Alesanco, sobre todo- en que lleg¨® con calidad y claridad hasta los dominios de Aguinaga, el ¨²nico sin calificaci¨®n por falta de trabajo. Irureta, el motor vasco, fue el principal ejemplo de la premiosidad visitante, y Marcial le dio toda una lecci¨®n pr¨¢ctica del pase largo a los extremos o de mover el equipo con m¨¢s rapidez. Tambi¨¦n es de justicia hacer hincapi¨¦ en que Aguilar, Cano y Rubio ?fueron? hombres lanzables, con velocidad y peligro, mientras en el bando bilba¨ªno el panorama se present¨® desolador. Churruca reapareci¨® sin sitio, como te¨®rico delantero centro -Aitor Aguirre, cuando sali¨®, hizo menos que ¨¦l todav¨ªa-; Argote se perdi¨® poco m¨¢s o menos en el extremo derecho, con excesivos regates, y Rojo, retrasado, como de costumbre, tampoco es el hombre m¨¢s adecuado para los contraataques. Urquiaga, que le sustituy¨® y se coloc¨® en la derecha, para pasar Argote a la, izquierda, fue igualmente in¨²til. A estas alturas de la temporada, y cuando parec¨ªa no s¨®lo destinado al banquillo, sino al traspaso, resulta que el ya veterano Cap¨®n anul¨® a ambos y encima marc¨® un precioso cuarto tanto. Marcelino s¨®lo tuvo algunos problemillas al final, cuando Argote se fue a su lado bueno, pero fue otro hombre seguro, como Arteche, espl¨¦ndido de forma actualmente, cuando parec¨ªa imposible.
En realidad todo el Atl¨¦tico del domingo fue una pura sorpresa. Su ataque fue r¨¢pido y eficaz. Aguilar, pese a cometer alguna de sus torpezas habituales, provoc¨® un primer gol tras una habil¨ªsima jugada, marc¨® un segundo matem¨¢tico, a¨²n tuvo otro a los setenta minutos y colabor¨® mejor que nunca en el juego del equipo. La lucha y el acierto de Rub¨¦n Cano no fueron noticia, pues si fall¨® el penalti, tambi¨¦n Aguirreoa le par¨® un gran tiro cruzado (como el de Aguilar en el segundo gol) que pudo cumplir aquello de ?no hay dos sin tres?. En cambio, s¨ª fue sorprendente que tambi¨¦n Rubio jugara m¨¢s en equipo y que tirara alto en la ¨²nica ocasi¨®n individual justificada, un minuto despu¨¦s del 2-0; realiz¨® tres regates en plena carrera realmente de artesan¨ªa. En cuanto al centro del campo, donde dicho queda el mando fundamental de Marcial, y sin olvidar a Robi, aunque s¨®lo logr¨® jugar m¨¢s suelto del pegajoso N¨²?ez, en la segunda parte, fue la zona m¨¢s incre¨ªble del Atl¨¦tico ?Protagonista? Guzm¨¢n. Desde luego, si el ex jugador rayista hubiese debutado ayer nadie podr¨ªa dudar ni un solo momento -y se ha hecho bastantes veces desde que viste de rojiblanco- del acierto de su fichaje. Sus internadas al ataque, con la velocidad y fuerza f¨ªsica que en ¨¦l son habituales, tuvieron al fin sentido. Tres goles salieron de sus botas, y eso dice bastante.
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