Los "puentes"

Con sorpresa no exenta de decepci¨®n le¨ª el editorial de EL PA?S (6/5), sobre un tema tan levadizo como ?El puente?. Mi decepci¨®n se alimenta en el corto an¨¢lisis que se hac¨ªa de las causas de nuestra crisis de productividad, unidas a las del mal aprovechamiento del tiempo laboral. La moraleja ser¨ªa que la sociedad del ocio, a la que nos vemos abocados los espa?oles, constituye un lujo excesivo que no podemos permitirnos ni privada ni colectivamente en las circunstancias presentes de la econom¨ªa.Planteado as¨ª el problema, mi discrepancia con el editorial radica en convertir a los ?puentes? en bouc ¨¦missaire de los pecados de la civilizaci¨®n del ocio. Por supuesto, que personalmente a m¨ª me gustan los puentes y me encanta la utop¨ªa de esa civilizaci¨®n del ocio, por m¨¢s que tradicionalmente se la haya considerado. Pero prescindiendo aqu¨ª de gustos personales, creo que lo alarmante del mundo laboral de nuestro pa¨ªs no son tanto las fiestas determinadas en el calendario como los tiempos perdidos en d¨ªas laborables. debido a un ocio camuflado y en ciertos sectores institucionalizado.

Las estad¨ªsticas nos hablan con frecuencia del ¨ªndice de absentismo de la mano de obra en Espa?a, de los costes hora/hombre, etc¨¦tera. Todo ello referido casi exclusivamente al trabajo directo de producci¨®n. Sin embargo, sin minimizar el impacto de estas cifras, ¨ªndices y pesetas, cuyos sujetos son los ?currantes? de turno, me sorprende que EL PA?S no mencione otros niveles m¨¢s elevados de direcci¨®n y ejecuci¨®n, quiz¨¢ porque sus tiempos son m¨¢s et¨¦reos y pr¨¢cticamente imposibles de ser computados a contra-reloj. Basta una ligera experiencia en estas cumbres de la direcci¨®n y administraci¨®n de muchas empresas espa?olas, especialmente las de car¨¢cter p¨²blico, para constatar las p¨¦rdidas de tiempo, los retrasos en el proceso de tomar decisiones, etc¨¦tera. Es impresionante la cantidad de reuniones que todo el mundo reconoce in¨²tiles, de comit¨¦s que nunca resuelven nada, de consejos de empresas donde gran parte de los consejeros dormitan o dibujan monigotes en los informes, que debieron ser estudiados responsablemente de antemano, es decir, antes antes de recibir el respectivo ?sobre?...