"Israel quiere relaciones al m¨¢ximo nivel con Espa?a"
El teniente general Haim Bar Lev, de 55 a?os y origen austriaco, es uno de los militares m¨¢s prestigiosos del Ej¨¦rcito israel¨ª, de cuyo Alto Estado Mayor fue jefe durante dos a?os. Secretario general del Partido Laborista -socialista- de Israel y l¨ªder de la oposici¨®n pol¨ªtica, visita Espa?a por primera vez para asistir al Congreso del PSOE, como represetante de su partido. Sobre el futuro de las relaciones entre Espa?a e Israel, el controvertido desarrollo del acuerdo de paz egipcio-israel¨ª, una eventual conflagraci¨®n, generalizada en L¨ªbano y la soluci¨®n al acuciante problema palestino trata esta entrevista.Pregunta. ?Qu¨¦ relaciones existen entre su partido y el PSOE?
R. Se trata de relaciones con peso hist¨®rico, forjadas en per¨ªodos de lucha y solidaridad comunes entre ambos partidos. El Partido Laborista y el PSOE act¨²an juntos en la Internacional Socialista, con mucha frecuencia coincidimos y mantenemos contactos fraternales.
P. ?Existen ahora mejores perspectivas para un reconocimiento de Israel por parte de Espa?a? ?Cu¨¢les son las principales trabas para ello?
R. Las circunstancias actuales son positivas. Desde el punto de vista de los partidos mayoritarios, ambos muestran posiciones favorables al reconocimiento. Comprendo que hay algunas dudas y que ha existido cierta excitaci¨®n por parte del Gobierno espa?ol, pero el ejemplo de Portugal, que ha levantado las relaciones mutuas con un saldo muy positivo, puede servir de pauta y convertirse en un indicador adecuado. Israel est¨¢ sumamente interesado y abierto a la apertura espa?ola.
Relaciones a nivel de embajada
P. En la negociaci¨®n sobre el reconocimiento, Israel pone alg¨²n condicionamiento previo?
R. Por parte de Israel no hay condici¨®n previa alguna, salvo el hecho. si es que puede ser considerado condicionante, de que las relaciones han de ser al m¨¢s alto qrado, al nivel de embajadas.
P. A prop¨®sito de la paz recientemente firmada por su pa¨ªs y Egipto, puede decirse que su firma ha nucleado conjuntamente a los pa¨ªses ¨¢rabes moderados y a los radicales ?Se previ¨® este efecto?
R. Esper¨¢bamos la reacci¨®n de los pa¨ªses del Frente de Rechazo, cont¨¢bamos con su aglutinamiento, pero lo que no previmos fue la incorporaci¨®n a este conjunto de los pa¨ªses ¨¢rabes moderados.
P. ?En cuanto a los resultados a corto, medio y largo plazo del acuerdo...?
R. Sadat est¨¢ decidido a llevar adelante el proceso emprendido por ¨¦l tras el paso hist¨®rico dado con su visita a Jerusal¨¦n. Sadat no se considera una minor¨ªa entre los ¨¢rabes. Tambi¨¦n Sud¨¢n, junto a Egipto, se ha mostrado partidario de un arreglo pac¨ªfico y las poblaciones sudanesa y egipcia suman sesenta millones de ¨¢rabes, es decir, el 60% de la poblaci¨®n ¨¢rabe global. Personalmente, conf¨ªo en que Sadat contin¨²e con su l¨ªnea de apertura ya emprendida y tambi¨¦n en la incorporaci¨®n paulatina de los pa¨ªses ¨¢rabes moderados al plan de paz elaborado.
La guerra en L¨ªbano
P. En algunos medios pol¨ªticos se considera que la paz firmada por Israel y Egipto es la puerta de una guerra total en L¨ªbano. ?Cu¨¢l es su opini¨®n sobre ello y sobre la actual situaci¨®n libanesa?
R. Francamente, no veo ninguna relaci¨®n entre una cosa y otra. Lo que sucede en L¨ªbano es el resultado directo de la presencia de Siria all¨ª. En 1970, Siria invadi¨® el norte de Jordania. En 1976 invadi¨® L¨ªbano y a¨²n hoy sus tropas contin¨²an sobre este territorio. El apoyo sirio a la OLP no es otra cosa que el apoyo a la avanzada de una provincia sure?a de la Gran Siria, concepto este que define el expansionismo de Damasco. Por tanto, el problema liban¨¦s puede reducirse a un problema originado por el expansionismo de Siria.
P. ?Va a haber una nueva guerra en L¨ªbano?
R. Mi opini¨®n es que la actual situaci¨®n en L¨ªbano es de caos, que puede llegar a una situaci¨®n de aut¨¦ntico descontrol, si bien considero que la guerra en L¨ªbano no va a extenderse fuera de los l¨ªmites fronterizos del, pa¨ªs. Israel mantiene dos criterios respecto a esto, el primero de los cuales consiste en que defender¨¢ la paz de los israel¨ªes que viven a lo largo de la frontera para que puedan desarrollar normalmente su vida sin que fuerzas extra?as la hostilicen. La segunda consideraci¨®n se refiere a que Israel har¨¢ otro tanto respecto a la minor¨ªa cristiana libanesa, que quiere vivir en paz.
P. ?Qu¨¦ relaciones mantiene Israel con las Falanges libanesas?
R. Las relaciones de mi pa¨ªs con los pobladores del sur de L¨ªbano son cordiales, de ayuda mutua, de cooperaci¨®n en la defensa y de buena vecindad.
P. El ejemplo revolucionario iran¨ª ?puede ser mimetizado por algunos pa¨ªses ¨¢rabes?
R. El car¨¢cter de los pa¨ªses totalitarios del Pr¨®ximo Oriente es diferente del que ten¨ªa el Ir¨¢n de la etapa del sha. Por ello, una evoluci¨®n similar a la de Ir¨¢n no es previsible. En Ir¨¢n se daba una clase burocr¨¢tica, una Administraci¨®n formada fuera de los l¨ªmites del pa¨ªs, en Europa, o en Estados Unidos, acostumbrada a un tipo de vida distinto del vigente en Persia. Se daban condiciones para esa revoluci¨®n. Sin embargo, en los pa¨ªses candidatos a una revoluci¨®n, como Jordania, Egipto y Arabia Saudita, las situaciones son muy distintas. En Jordania, el grupo dirigente hachemita goza de un amplio apoyo popular. En Arabia Saud¨ªta, un mill¨®n de extranjeros componen su Administraci¨®n -no hay inter¨¦s por el cambio-, y de Sadat existe la convicci¨®n de que goza del apoyo masivo de su pueblo.
P. A su juicio, ?cu¨¢les son las l¨ªneas de desarrollo del acuerdo egipcio-israel¨ª a partir de ahora?
R. Son posibles varios desarrollos. Todos van a girar alrededor de la cuesti¨®n de la autonom¨ªa. Si los egipcios aceptan el plan auton¨®mico elaborado por Israel, al cabo de cinco a?os de transici¨®n se llegar¨¢ a una situaci¨®n duradera, permanente. En este per¨ªodo pueden ocurrir dos cosas: que el Partido Laborista israel¨ª llegue o no al poder. Si mi partido accede al Gobierno tras las pr¨®ximas elecciones, se resolver¨ªa el problema creando un Estado jordano-palestino que incluir¨ªa lo que hoy es Jordania, m¨¢s aquellos territorios de la Cisjordania que Israel evacuara, adem¨¢s de la franja de Gaza que Israel evacuara tambi¨¦n. De este modo, se crear¨ªa una patria para el 90% del pueblo palestino, con la ventaja de que nadie se mover¨ªa de su actual asentamiento. Eso supondr¨ªa la presencia de tropas israel¨ªes en el valle del Jord¨¢n, condici¨®n sine qua non para garantizar la defensa israel¨ª. Otro desarrollo posible es el derivado de que no se llegue a un acuerdo con Egipto sobre el plan de autonom¨ªa. En esta situaci¨®n, tendr¨ªamos un acuerdo formal, pero desprovisto de contenido y sin desarrollo alguno.
P. Si hoy su partido estuviera en el poder, ?negociar¨ªa con Yasser Arafat?
R. No, porque lo que producir¨ªa un acuerdo con Arafat ser¨ªa la creaci¨®n de un Estado palestino, que no es una soluci¨®n al problema, y acarrear¨ªa otros nuevos sin solucionarse los problemas ya existentes.
P. ?Podr¨ªa desarrollar las razones por las que no se acepta la creaci¨®n de un Estado palestino?
R. Debo decir que en el Estado jordano-palestino que proponemos resultar¨ªa posible la autodeterminaci¨®n de ese 90% de la poblaci¨®n palestina. En cuanto a las razones en contra, he de decir que la localidad de Kalkilla dista diecis¨¦is kil¨®metros del mar Mediterr¨¢neo y se halla dentro de Cisjordanla. Kalkilla se halla a diecis¨¦is kil¨®metros de Tel Aviv, y Jerusal¨¦n a distancia cero. Israel no puede aceptar la existencia de un Estado que pueda instalar cohetes a estas distancias de nuestras poblaciones. Israel no puede admitir la existencia de un Estado vinculado a la gran Siria, ni a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, de un Estado que amenace al Estado de Israel. Este es el punto de vista israel¨ª. Desde el punto de vista palestino, hay que decir que la creaci¨®n de un Estado en Cisjordania dividir¨ªa a los palestinos en dos Estados, ya que el 40% de ellos vive en Jordania, otro 40%, en Cisjordania, un 10%, en la franja de Gaza, y lo dem¨¢s son peque?as minor¨ªas en L¨ªbano, Siria y otros pa¨ªses en Pr¨®ximo Oriente.
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