Banderoman¨ªa

Resulta preocupante la tremolina que arman las banderas en nuestro Estado. Escribo desde Alicante, donde es raro el d¨ªa que la prensa local no traiga comentarios como estos: ?La bandera valenciana lleva franja azul.? ?No la lleva.? ?Es como la catalana, que a su vez la usurp¨® de Arag¨®n?, etc¨¦tera. Si hablamos de la ikurri?a, ?cu¨¢ntas muertes in¨²tiles provoc¨®?Es curioso ver que las personas y grupos que m¨¢s fuerte se aferran al asta de su bandera regional son aquellos que, en otras ¨¦pocas, no comprend¨ªan y criticaban la idolatr¨ªa de los reg¨ªmenes autoritarios y sus ¨®rganos de represi¨®n a la bandera del Estado.

Se llaman corrientes progresistas y no s¨¦ cu¨¢ntas cosas m¨¢s, aquellas que, lejos de intentar superar el concepto de patria (objetivo de muchos grandes hombres de la historia), hacen todo lo posible por marcar su sentido regional y, a veces, el comarcal (soy murciano y de lo ¨²ltimo tengo pruebas bien cerca). Para esto enarbolan su bandera (objeto de tela del color que se quiera) como s¨ªmbolo de algo que, tal vez, sirve para ocultar el vac¨ªo de amor y solidaridad entre los pueblos. El paso definitivo para el entendimiento entre las personas no conoce razas, ni naciones, ni regiones, ni banderas...