Balance frustrante de las transferencias del Estado a la Generalidad
Miembros de la comisi¨®n mixta Generalidad-Estado para la transferencia de servicios entregaron a EL PA?S un memor¨¢ndum elaborado por la parte catalana de la comisi¨®n y entregado al Consejo de la Generalidad. El documento, hasta ahora estrictamente confidencial, efect¨²a una valoraci¨®n muy negativa del proceso de transferencias. Los informantes detallaron todo el proceso de te¨®ricas transferencias -que deliberadamente se ha sustra¨ªdo a la opini¨®n p¨²blica-, al tiempo que afirmaban su deseo de ?denunciar el intento de Tarradellas de querer protagonizar en las pr¨®ximas semanas el previsible traspaso de competencias, cuando hasta ahora lo ha frenado, o bien lo ha ignor¨¢do?.
El memor¨¢ndum es de siete f¨®lios y su redacci¨®n es obra del profesor Sureda, vicepresidente de la comisi¨®n. Todo el documento est¨¢ impregnado de pesimismo y frustraci¨®n, quedando lo que hubiese tenido que ser el proceso de consecuci¨®n de poder por parte de Catalu?a como algo casi rid¨ªculo, sin comparaci¨®n alguna con el triunfalismo propio de las declaraciones oficiales de la Generalidad. Esta apreciaci¨®n negativa es plenamente compartida por las fuentes que facilitaron el documento.Queda perfectamente claro que el proceso real del tema no tiene nada que ver con las declaraciones electoralistas. ?Se da el caso -afirm¨® una de las fuentes- que los decretos de transferencia te¨®ricamente aprobados por el Consejo de Ministros del pasado 20 de febrero, es decir, poco antes de las elecciones, ni tan siquiera existen. De los mismos hay dos redactados muy diferentes, uno es obra del desaparecido Ministerio de las Regiones y el otro obra de la comisi¨®n mixta.? Los decretos aparentemente aprobados y en realidad desconocidos y sin promulgar -pese a haber pasado m¨¢s de tres meses-, se refieren a Sanidad, Ense?anza, Cultura, Trabajo y Urbanismo.
El documento se refiere detalladamente a resistencias de la Administraci¨®n central. Las detalla textualmente en ?resistencia a hacer pasar a trav¨¦s de la Generalidad todas las funciones de la Administraci¨®n central en relaci¨®n a las diputaciones y los ayuntamientos de Catalu?a; resistencia a modificar la actual organizaci¨®n perif¨¦rica del Estado, incluso cuando se han transferido a la Generalidad casi todas las funciones que ten¨ªan a su cargo los organismos perif¨¦ricos,resistencia a traspasar las facultades de inspecci¨®n que van vinculadas a los servicios transferidos desde la Administraci¨®n del Estado a la Generalidad; resistencia a facilitar a la Generalidad el inicio de una pol¨ªtica propia de la funci¨®n p¨²blica basada en la atribuci¨®n de un cierto control sobre las convocatorias de los concursos y en la asignaci¨®n de los medios financieros necesarios para contratar un funcionariado propio; resistencia a facilitar a la Generalidad los medios personales, presupuestarios y patrimoniales que realmente corresponden a las funciones, servicios y actividades transferidos por la Administraci¨®n del Estado; resistencia a reconocer la validez del Diario Oficial de la Generalidad,y resistencia al establecimiento de un segundo programa de transferencia de la Administraci¨®n central?.
Medias verdades
El documento detalla los incre¨ªbles retrasos y las reiteradas medias verdades oficiales sobre las transferencias, en particular la presunta aprobaci¨®n de unos decretos que a¨²n no han sido promulgados y cuyo contenido ignoran quienes legalmente ten¨ªan que haberlos elaborado. ?Hoy a¨²n no se puede prever cu¨¢ndo tendr¨¢ lugar la publicaci¨®n del decreto, pese a que ¨¦ste figura aprobado en el Consejo de Ministros del 20 de febrero.? La misma expresi¨®n de figura como aprobado es repetida en otro apartado del documento.La pol¨ªtica del desaparecido Ministerio de las Regiones es duramente calificada. ?Probablemente -afirma el documento- la ineficacia actual de la comisi¨®n mixta Generalidad- Estado, si no ha sido promovida deliberadainente, ha sido bien vista en el Ministerio de las Regiones.? A ello se a?ade que dicho Ministerio habr¨ªa considerado demasiado r¨¢pido el trabajo de la comisi¨®n mixta y, seg¨²n el documento, ?ha tratado de frenarlo utilizando todos los recursos a su alcance?.
Las fuentes que facilitaron el documento indicaron que Tarradellas fren¨® en todo momento el proceso de transferencias, tanto en lo que respecta a las que deb¨ªan proceder del Estado a como las que deb¨ªan hacerlo desde las diputacionei catalanas. Aspecto este ¨²ltimo que a¨²n es m¨¢s escandaloso que el primero y en el cual la plena responsabilidad personal de Tarradellas es m¨¢s que evidente. Ahora Tarradellas ver¨ªa la posible obtenci¨®n de competencias como un medio para ganar popularidad, pero, por otro lado, desear¨ªa evitar que estas transferencias pasaran a las consejer¨ªas t¨¦cnicas, ya que ello equivaldr¨ªa a dar poderes a los representantes de los partidos que las desempe?an. La soluci¨®n considerada ahora por Tarradellas seria adscribir temporalmente -con una temporalidad que podr¨ªa eternizarse- las transferencias obtenidas a la presidencia de la Generalidad, e incluso apropiarse definitivamente de los aspectos capitales del poder transferido. En este sentido es de recordar que Tarradellas debe ya actualmente destinar muchas horas semanales a la firma, por no haber querido delegar ¨¦sta en nadie, tanto en su condici¨®n de presidente de la Generalidad como en la de presidente de la Diputaci¨®n de Barcelona.
Lo realmente incomprensible del inefable proceso de pretendidas transferencias a la Generalidad es que los partidos pol¨ªticos catalanes acostumbran a guardar silencio sobre el particular, o bien expresar criterios confusionistas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.