Land¨¢buru, en el libro de los antigoles
Jes¨²s Land¨¢buru, si su equipo, el Rayo, desciende a Segunda Divisi¨®n, pasar¨¢ a engrosar el libro de oro de los goleadores frustrados. El penalty que fall¨® ante el Barcelona. su futuro club, podr¨ªa suponer la cat¨¢strofe definitiva para Vallecas. Land¨¢buru cometi¨® el error deportivo m¨¢s sonado del ¨²ltimo a?o. Solamente es coniparable al famoso antigol de Carde?osa a Brasil o a las tres canastas fallidas de Prada en el partido decisivo de la Copa de Europa de Baloncesto.
El partido de Vallecas, con ese secreto a voces del traspaso de Land¨¢buru, s¨®lo desmentido a med¨ªas o s¨®lo confirmado para los amigos, se present¨® rodeado de cierta expectaci¨®n, no compartida por los te¨®ricos seguidores del Rayo, que se quedaron en casa. Luego ocurri¨® que el resultado mosqueante para los vallecanos fue el de El Molin¨®n, en donde el Sp¨®rting, perdidas pr¨¢cticamente todas las esperanzas, estuvo a punto de perder con el Celta. El equipo vigu¨¦s, de una tacada, casi consigui¨® su salvaci¨®n e hizo campe¨®n al Madrid.Land¨¢buru se retir¨® de Vallecas, tras su ¨²ltimo encuentro oficial, con l¨¢grimas en los ojos. Su traged¨ªa es comprensible. No pudo meterle un gol decisivo, y de penalty, a su futuro companero Artola. Al Bar?a no le hubiera supuesto grave deterioro la derrota en Vallecas. Para Land¨¢buru hubiera sido una buena despedida marcar el gol que casi salvaba a su equipo.
El Madrid no pudo celebrar en Sevilla su nuevo t¨ªtulo liguero. Lo obtuvo anticipadamente, pero por el rebote de Gij¨®n. Del Madrid se esperaba que llegara a la jornada final en plan homenaje, y aunque, sin duda, lo tendr¨¢, el domingo por la noche no hubo en Barajas m¨¢s de una docena de personas. En el Madrid hay costumbre y los t¨ªtulos se acogen casi como un hecho consuetudinario.
El tema del Mundial nos servir¨¢ para explorar un panorama ol¨ªmpico para el que s¨®lo queda un a?o. El se?or Havelange, que gan¨® sus votos en los pa¨ªses africanos y asi¨¢ticos para la FIFA, ten¨ªa previsto conservarlos de cara a la sucesi¨®n del se?or Brundage en el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional. El Mundial de Argentina le min¨® el terreno y ya ha adelantado que no se presentar¨¢ a la elecci¨®n del COI. Para este puesto cuenta Juan Antonio Samaranch, y todo parece indicar que entre las conveniencias del Gobierno espa?ol por dar satisfacci¨®n a varias ciudades en el Mundial y los deseos de Havelange de conceder mayor predicamento a pa¨ªses asi¨¢ticos y africanos ha mediado oportunamente Ralmundo Saporta.
Podr¨ªa ocurrir que con el Mundial, Samaranch, que est¨¢ en la trastienda, haya ganado los votos necesarios para que en Mosc¨² pase de embajador a presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional, su m¨¢xima aspiraci¨®n. Samaranch es el ¨²nico espa?ol que prefiere un cargo importante en el deporte a una presidencia del Consejo de Ministros. Ninguno de los cargos pol¨ªticos que ha tenido hasta ahora lo ha utilizado con otra mira personal que el COI.
Los pol¨ªticos de aqu¨ª tienen ya a la vista el proyecto de ley de la cultura f¨ªsica y del deporte, que ha sido publicado por el Bolet¨ªn Oficial de las Cortes. Estamos dentro del plazo h¨¢bil de quince d¨ªas para que sus se?or¨ªas presenten las enmiendas pertinentes. El art¨ªculo 7 dice: ? 1. El trabajo de los deportistas profesionales y el de los t¨¦cnicos, entrenadores y profesores se considera relaci¨®n laboral de car¨¢cter especial. 2. Los deportistas profesionales, los t¨¦cnicos, profesores y entrenadores quedar¨¢n incluidos en el ¨¢mbito de aplicaci¨®n de la Seguridad Social con las peculiaridades que se reconozcan en la legislaci¨®n espec¨ªfica.? Obs¨¦rvese la contradicci¨®n existente entre lo que el Consejo Superior de Deportes quiere establecer mediante ley y lo que el se?or Porta, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, subordinado, por tanto, del Consejo, mantiene en contra de los profesionales de este deporte.
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