Contra el terrorismo

Paso por alto comenzar esta carta con una frase de pesar por los alevosos asesinatos ocurridos estos ¨²ltimos d¨ªas en nuestro pa¨ªs; y lo hago as¨ª ya que, desgraciadamente, suenan a t¨®pico las condolencias, y el hecho de manifestarme p¨²blicamente a trav¨¦s de este diario ya lo presupone en mi ¨¢nimo.Son hechos los que el pueblo espera en todos los sentidos, y me duele personalmente, y me exaspera, como parte integrante del pueblo, que el ¨²nico hecho que se haya contabilizado hasta ahora sea la capitalizaci¨®n por parte de un sector de la sociedad de estos desgraciados sucesos. Pero si esto era de esperar, lo que ya me parece ins¨®lito es que el Gobierno a¨²n no se haya pronunciado de una manera efectiva, y que sus ¨®rganos ejecutivos no hayan sido capaces de impedir que sectores radicalizados puedan poner en trance de zozobra la delicada nave que actualmente conduce la preciada carga de ilusiones de la gran mayor¨ªa de los espa?oles.

El se?or Su¨¢rez ya ha demostrado ser muy h¨¢bil en ?chapuzas pol¨ªticas?, pero si puede prometer y promete, ahora es el momento de demostrar. Con todos los respetos como ciudadano que puede exigir, exijo que lo demuestre.

Y a la ?leal oposici¨®n?, de la que muchos espa?oles esperamos pueda inyectar en el ¨¢nimo ib¨¦rico la aut¨¦ntica paz y concordia, y a toda la izquierda en la que esa gran mayor¨ªa de espa?oles confiamos, yo desde aqu¨ª les insto para que, dando ejemplo de civismo y de respeto, organice una aut¨¦ntica manifestaci¨®n ciudadana, silenciosa y cabizbaja, pero firme y solemne, v¨¢lida en el contrapunto y eficaz en la educaci¨®n y formaci¨®n de los ni?os y los j¨®venes que son el futuro de nuestro entra?able pueblo.